Hijos De La Malinche

Este texto es parte del libro “El Laberinto de la Soledad” del aclamado escritor (y ganador del premio Nobel de literatura) Octavio Paz.

Básicamente Octavio Paz nos intenta exponer a través de este ensayo sobre la identidad del mexicano, sobre el sentir como mexicano, algo complejo puesto que somos la mezcla de la cultura española y de la cultura indígena. Curiosamente a pesar de venir de dos culturas muy ricas no nos sentimos identificados con ello, no nos sentimos orgullosos, por ello nos consideramos “hijos de la chingada”.

La lectura puede sonar o parecer tediosa y/o monótona, pero no lo es, es una lectura muy digerible e interesante, realmente Paz supo cómo llamar la atención del mexicano, hablándole como sabe uno y con la verdad.

Da un ejemplo sobre el uso de la palabra “chingada”, una que usamos frecuentemente en nuestro vocabulario. Para empezar su significado, que significa “violar”, resalta que no decimos “tu puta madre” (a comparación de los españoles), sino “tu chingada madre”, queriendo decir que fue violada y no por consentimiento. Por eso solemos decirnos a nosotros mismos “hijos de la chingada”, culpando en parte a la Malinche que “traicionó” a su pueblo y por ella somos lo que somos.

Otra cosa que menciona Octavio Paz, que me parece muy importante resaltar es que siempre intentamos culpar a otros de nuestros fracasos, los mexicanos nunca tienen la culpa, sino alguien más. Justo como el ejemplo que di sobre la Malinche, sino es culpa también del gobierno, del maestro, del camionero, de mi hermano, etc.

Hubo una frase que me gustó mucho de esta obra de Octavio Paz, y creo que se me quedará en la mente por mucho tiempo, era la siguiente:

“Para el mexicano, la vida es una oportunidad para chingar o ser chingado” Creo que eso muestra que los mexicanos somos individualistas, primero nos preocupamos por nosotros y nuestros allegados, pero creo que el señor Paz estaría de acuerdo conmigo, y pido disculpas por mi lenguaje, pero: que se vayan todos a la chingada.

Aunque otra cosa curiosa, es que todos los mexicanos nos unimos en algunas ocasiones, una clara: el futbol. Cuando hay futbol nunca faltan los “¡Viva México Cabrones! Solo en esos momentos la nación puede unirse como una, solo por 90 minutos más los tiempos extra.

Octavio Paz concluye con que los mexicanos nos sentimos apenados por nuestras dos raíces, tanto las indígenas y las españolas, que los mexicanos somos solo mexicanos, hijos de nadie, hijos de la chingada.

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