Historia de tres jóvenes emprendedores

TRABAJO COLABORATIVO

Estudiantes de análisis y desarrollo de sistemas de información (2382440)

Integrantes del grupo: 

Camilo Andrés Monsalve Fontalvo.

Gabriel Jesús González Theran.

Oscar Ivan Molina Molina.

RELATO:

Esta es la historia de tres jóvenes emprendedores que un día decidieron experimentar algo nuevo en sus vidas, con la finalidad de poder superarse, tratando de cumplir sus metas trazadas y entregando todo de sí, para así lograr una formación que les permitiera sacar a su familia adelante.

Por distintos motivos, como disponibilidad de tiempo, salud o trabajo, indagaron y decidieron ingresar a las capacitaciones ofrecidas por el SENA en la modalidad virtual, en el programa de análisis y desarrollo de sistemas de información (ADSI), el cual se encontraba disponible en la interfaz de la página. Todo esto con la finalidad de empaparse con todo lo referente a las TIC, para así estar actualizados de cierta forma a lo que concierne la innovación digital y tener el perfil adecuado para la fácil obtención de ingresos propios en el ámbito laboral.

Gabriel, Camilo y Oscar, tenían que cumplir una serie de requisitos para entrar a dicha institución y ya una vez inscritos en el programa escogido, se les informó que su formación profesional integral se realizaría a través de plataformas LMS en las cuales tendrían que desarrollar en gran parte actividades individuales pero que también les tocaría formar grupos para realizar trabajos colaborativos los cuales serían muy importantes para su formación y para sus relaciones interpersonales.

Ellos desde un principio tenían claro el concepto de que el trabajo colaborativo es una modalidad en la que un grupo de personas se ayudan entre sí, para lograr un objetivo en común, en el cual se exigen elementos básicos como lo son: la interdependencia positiva, la adecuada interacción y contribución entre cada integrante y la exaltación de manera efectiva de las habilidades personales de cada uno de los miembros para consolidar un beneficio mutuo.

Sin embargo, a sabiendas de todo esto en su primera actividad colaborativa se les hizo muy difícil la conformación grupal, pero una vez conseguida y ya estando al límite de tiempo y con la presión de culminar pronto la actividad a desarrollar, lograron una buena comunicación y colaboración la cual les permitió repartirse de manera equitativa cada parte del trabajo, en donde fue muy importante la socialización y retroalimentación de ideas para dar por terminado el trabajo colaborativo.

Hubo una buena interdependencia y responsabilidad personal para el cumplimiento de cada uno de los objetivos en común. Y aunque existió en algún momento la heterogeneidad de previos conceptos por el liderazgo horizontal que había en el grupo, se pudo llegar a un acuerdo de una forma coordinada.

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