Informe Las venas abiertas de América Latina
Enviado por CinInefable Fernandez • 10 de Mayo de 2021 • Informe • 1.481 Palabras (6 Páginas) • 392 Visitas
América aún sangra hoy con sus venas abiertas
A modo de introducción
El siguiente trabajo, resume algunos puntos nodales, de la primera parte de la obra; Las venas abiertas de América Latina, ensayo periodístico, conformada por crónicas y narraciones que dan pruebas del constante saqueo de recursos naturales que sufrió el continente latinoamericano a lo largo de su historia a manos de naciones colonialistas, escrito por el autor uruguayo Eduardo Galeano, denominada “La pobreza del hombre como resultado de la riqueza de la tierra”, intentando exponer de forma sintética, lo que el escritor manifiesta en cada fragmento que conforman dicha primera parte, desde el título que engloba paradójicamente dos concepciones contra puestas, hasta uno de los apartados del capítulo I, designado como; “Contribución del oro de Brasil al progreso de Inglaterra”, arribando inclusive a una suerte de analogía, tomando el título central del libro, y cómo América aún sangra hoy con sus venas abiertas.
Por consiguiente, el objetivo del presente escrito es, presentar un breve análisis de cada apartado, y exponer, cómo el autor narra sigilosamente los sucesos que acaecieron en éstas tierras, desde la llegada de los conquistadores europeos a América Latina, sus ultrajes, expropiaciones y demás calamidades, que dejaron a nuestros pueblos sin la mayoría de las riquezas de su suelo.
América sangra con sus venas abiertas
“La pobreza del hombre como resultado de la riqueza de la tierra”; de significativa importancia es el primer capítulo del libro, que bajo el título “Fiebre del oro, fiebre de la plata” narra de forma sucinta toda la fiebre que estos materiales preciosos despertaron en el hombre europeo (los conquistadores), desde la llegada de Cristóbal Colón hasta su agotamiento y pérdida de valor.
Galeno, en su obra, nos permite adentrarnos en el horizonte colonial durante el cual las riquezas mineras de las tierras latinoamericanas fueron aprovechadas y explotadas, lo que propició el nacimiento de nuevos centros urbanos a lo largo de la región. Pero el autor no olvida a las principales víctimas de esta fiebre, de modo que es enfático al referirse a ellas como:
“…Desterrados en su propia tierra, condenados al éxodo eterno , los indígenas de América Latina fueron empujados hacia las zonas más pobres, las montañas áridas o el fondo de los desiertos, a medida que se extendía la frontera de la civilización dominante. […] donde el alimento de las minorías se convierte en el hambre de las mayorías”. (Galeano, Eduardo, 1971. Las venas abiertas de América Latina, pág. 69)
Enfatiza en cómo la rapacidad de la naciente burguesía, provocó el agotamiento de los recursos mineros de toda Latinoamérica, haciendo caer las principales ciudades mineras (Potosí, Zacatecas, Guanajuato y Ouro preto) y reestructurando las necesidades de la economía europea al mutar su modelo económico en primario exportador, con el objetivo de recaudar nuevos ingresos. De este modo, los productos alimenticios como el azúcar, el algodón, el café y el cacao dejaron de ser fuentes primarias y se convirtieron en productos mercantiles de suma importancia. Pero estos recursos se constituirían en armas de doble filo, pues al tiempo que hacían crecer los caudales capitales europeos, y en menor medida los latinoamericanos, iban desgastando el suelo y propiciando la concentración del monocultivo, aspecto fuertemente criticado por el autor y del que se sirve para remarcar el turbio futuro que les deparaba a las naciones americanas. No obstante, todos estos bienes no eran únicamente arrancados de estas tierras por la mano de los dirigentes, sino también por las corporaciones empresariales. De éstas destacó el “liderazgo” estadunidense, expresando de manera metafórica, que dicha potencia, alistó sus garras para clavarlas en los países latinoamericanos que luchaban por su estabilidad económica y buscaban aquella luz colonial que algún día les perteneció.
En otro de los apartados de ésta primera parte, al que Galeano denomina; “El signo de la cruz en las empuñaduras de las armas”, intenta manifestar y explicar, cómo la Iglesia católica fue una de las armas más potentes en la colonización y esclavitud en América latina, pues, bajo la excusa de que sus acciones eran en nombre de dios, sometió a un total dominio político, social y cultural a los habitantes originarios de América, por su parte y la “santa” inquisición.
Más adelante, en otro de los subtítulos, llamado “Como unos puercos hambrientos ansían el oro”, se refiere a la llegada de Hernán Cortez a México, y cómo fue su recibimiento. Indica que; con regalos, con innumerables cantidades de oro, ahí unos ignorantes españoles se regodeaban en la gloria de haber encontrado los recursos y la gente del nuevo mundo, pasaron de no tener nada a tenerlo todo.
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