Iter crimilanis, o sea, según los prácticos italiano del siglo XIII en adelante
Enviado por taniia9207 • 1 de Mayo de 2017 • Ensayo • 1.158 Palabras (5 Páginas) • 223 Visitas
Iter crimilanis, o sea, según los prácticos italiano del siglo XIII en adelante, el camino que recorre el delincuente para dar vida al delito, pueden advertirse dos frases: la interna o psíquica y la externa o física. En la vida del delito concurre una actividad metal y una muscular. A la primera pertenece la idea criminosa (motivo, deliberación y resolución); a la segunda, la manifestación de la idea (proposición, conspiración, inducción), la preparación, los actos ejecutivos (tentativa) y los de consumación. Salvo en los delitos formales e instantáneos, como el de injurias en que no caben más que la idea criminosa y la fase externa de consumación, todos los aspectos de cada uno de ambas fases se ofrecen más o menos completamente en todos los delitos, si bien no se dan todos los momentos de cada aspecto, pues solo cuando el dolo es deliberado y no de ímpetu pueden distinguirse con relativa nitidez fases y momentos.
Fase interna. El delito se engendra en la conciencia del sujeto, que se representa un objeto ilícito, delibera sobre la posibilidad de su logro, inervado por sus motivos, y resuelve, por fin, realizarlo.
El delito permanece hasta entonces en el claustro mental del sujeto: nada lo revela al exterior. En esta fase no incriminación posible, pues no hay acción criminosa sobre que sería imposible la prueba del pensamiento delictuosa, el que no será tan peligroso si las solas inhibiciones del sujeto han bastado a refrenarlo; pues si no bastare entonces engendraran la volición y esta la acción, convirtiéndose solo por medio de esta en incriminable.
Ulpiano. El pensamiento es libre; escapa a la acción material del hombre; podrá ser criminal, pero no es encadenable; por la amenaza de un castigo lo único que se lograría hacer es que la manifestación del pensamiento fuera mucho más rara; se disminuiría el número de los imprudentes para acrecentar el de los malhechores; y esto sería como ocultar la chispa para saborear el placer de asistir al incendio.
Se trata de la intelectual como forma de participación en el delito. Y no quiere ello decir que origine responsabilidad de la participación como autoría intelectual con él.
Fase externa. En la fase externa el primer momento es la manifestación de la idea que tiende a realizarse objetivamente en el mundo exterior. Si el sujeto se juzga insuficiente para ello buscara coordinar sus fuerzas con otras a fine: propondrá, inducirá, conspirara.
Si el resultado no se realiza, ni la sola proposición ni la sola inducción ni la conspiración misma son incriminables, por más que la policía preventiva las deba tener en cuenta para prevenir los delitos. Solo es incriminable la manifestación del propósito en un caso especial: cuando se da entender que se realizara el propósito en daño de alguien, pues esto integra un tipo legal de delito denominado amenazas: “amenazar a otro con causarle un mal en su persona, en sus bienes, en su honor o en sus derechos, o en la persona, honor, bienes, o derechos de alguien con quien esté ligado con algún vínculo”
La preparación. La preparación consiste en la manifestación externa del propósito criminal por medio de actos materiales adecuados. Aquí puede darse la preparación putativa, porque los medios no sean realmente aptos para producir la violación que se hubiera resuelto cometer.
La communis opinio coincide en sostener que los actos preparatorios en general son equívocos, no revelan con claridad y precisión la voluntad de delinquir, de donde resultaría más dañoso que eficaz sancionarlos, no hay todavía en ellos un principio de violación de la norma penal, revelan muy escasa peligrosidad.
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