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Juan Ramón Jiménez. Arias tristes


Enviado por   •  20 de Abril de 2025  •  Apuntes  •  2.479 Palabras (10 Páginas)  •  31 Visitas

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                2ºBach – Literatura

JUAN RAMÓN JIMÉNEZ. Arias Tristes.

  1. Introducción

  La obra de Juan Ramón Jiménez es fecundísima y extraordinariamente compleja. Solo conociendo su vida y su personalidad, sus lecturas y su mundo emocional, podemos acercarnos a su producción poética. Él la llamo su “Obra en Marcha”, ya que, en un proceso de autoexigencia extremo, revisaba, reformulaba y corregía sus poemas continuamente, incluso los ya publicados.

   Juan Ramón Jiménez publica Arias Tristes en 1904, con veintitrés años. Para entender este libro es necesario hacer un breve recorrido por la vida del poeta hasta ese año.

Nace en Moguer (Huelva) en 1881.  Es un niño retraído y fantasioso (después se le calificará de hiperestésico). Le gustaba mirar a través de un caleidoscopio, que transformaba mágicamente la realidad, así como a través del cristal amarillo de la cancela de su casa, porque todo se volvía cálido, vibrante, rejio, infinito.  Temía lo feo y a las cosas muertas. Y, precisamente, su imaginación se oscurecerá tras su paso por los jesuitas, quienes le inculcan una extrema austeridad y autoexigencia.

Comienza leyendo a los románticos españoles y europeos, el Romancero y la poesía clásica española. Empieza a escribir y a publicar poesía en diarios. A menudo, sin embargo, sufre desvanecimientos y los médicos le aconsejan abandonar la escritura.  Pero descubre a Rubén Darío, cuya obra le deslumbra,  y quien le invita a Madrid, a unirse en la defensa del movimiento modernista.  Viaja a Madrid, donde conoce y frecuenta en diversas tertulias a Benavente, Valle-Inclán. Publica sus dos primeros libros, pero vuelve pronto a Moguer, pues no soporta el alcohol, el humo y el ruido presente en el ambiente literario de la capital. Por ello regresa a Moguer.

Poco después, fallece su padre, y su obsesión con la muerte, que se desencadenó en los jesuitas, se agudiza. Sufre desfallecimientos (ya le había pasado con los jesuitas) y es internado en un sanatorio psiquiátrico de Burdeos. Allí lee a los parnasianos y simbolistas franceses. Después es trasladado al sanatorio Del Rosario de Madrid, dirigido por médicos miembros de la Institución Libre de Enseñanza. Recibe visitas de Valle Inclán y los hermanos Machado, entre otros. Y entra en contacto con las ideas del Krausismo, que le permiten fundir ética y estética: la depuración de la obra poética será el camino del perfeccionamiento personal.

Estando en el Sanatorio, escribe Arias tristes, poemario influido por el simbolismo y un modernismo intimista, melancólico, suave y sensual. Aún no ha llegado la influencia de los intelectuales novecentistas, movimiento entre el modernismo y el 27, cuyos principios explican la evolución posterior de su obra.

Pasemos a comentar el poema (fragmento propuesto…)

  1. Temas y aspectos simbólicos y formales.

  1. Temas

Arias tristes es un poemario que se inscribe dentro de la primera etapa de la producción  poética de Juan Ramón Jiménez, etapa influida, tanto en los temas como en los aspectos formales, por  el Modernismo.

Motivos temáticos:

  • El jardín es el espacio para la intimidad poética y un lugar para la construcción de la conciencia lírica. En él se proyecta la soledad del poeta (se siente desligado de los demás y en todas las etapas de la vida en tanto a su condición irrenunciable de poeta en busca de la belleza).
  •  En el campo abierto aparecen valles, aldeas, cabañas, pastores y rebaños que reflejan la búsqueda del ideal, siempre teñido de una honda tristeza.
  • Un erotismo contenido y galante; aparecen cuatro tipos de mujer:
  • Una niña de aldea, reminiscencia de la pastora renacentista.
  • La amada blanca, etérea y fantasmal (su primer amor adolescente, a los 15, en Moguer: Blanca Hernández Pinzón).
  • La novia real y soñadora incapaz de saciar los anhelos del poeta.
  • La novicia negada para el amor pleno (le echaron del sanatorio madrileño porque se lio con varias novicias -con una, mucho-). Entre la primera novia y éstas, mejor no os cuento (por ejemplo, estuvo también con la mujer del director del sanatorio de Burdeos).
  • Los presagios de la muerte a través de las presencias misteriosas que pueblan y cruzan el jardín: “Da miedo mirar al parque, lleno de almas...”. Otras imágenes recogen ese sentimiento: álamos y hojas secos.

  1. Aspectos formales

Poesía esencialmente nostálgica: los paisajes y las percepciones sensoriales reflejan los distintos estados del alma del poeta. El estado anímico que predomina es el de la tristeza, una dulce tristeza, nunca áspera ni amarga (el adjetivo que más se repite en todo el libro es dulce).

  • Modernismo intimista, melancólico, suave y sensual, alejado del exotismo y la ambientación idealizada –medieval o dieciochesca– de Rubén Darío. Comparte con él la búsqueda de la Belleza (a través de símbolos comunes: la rosa, el cielo azul, las hojas de oro, la luna) como Ideal absoluto, aunque para JRJ la poesía es también una forma de conocimiento y un medio de expresión de sus sentimientos. La imposibilidad de alcanzar el Ideal produce la nostalgia de la que hemos hablado y un desencanto incurables.
  • Correspondencias musicales: participando de la idea de la harmonía pitagórica que ordena melódicamente el cosmos. En este caso, las sensaciones que crean las partituras de Schubert, que encabezan cada una de las tres parte de Arias tristes, trata de reproducirse en los poemas. De ahí el título de Arias.
  • Símbolos
  • asociados a la naturaleza: el camino (Voy por este valle de oro /peregrino sin sonrisas/ buscando caminos hondos), las hojas secas, el sol dorado, la fuente y el agua, el río, la lluvia, la bruma, el humo, la niebla, la tarde, el otoño...
  • asociados al hombre: besar, cantar, soñar, llorar, dormir...
  • Sinestesias (paisaje dulce, dulce sol), y personificaciones (fronda triste, aire dormido, una flauta llora,  el paisaje sueña).
  • Léxico contenido, lejos de la exuberancia de Rubén Darío.
  • Colores puros y matizados, entre los que predominan los distintos tonos del blanco: blanco amarillento, blanco-lumbre, blanco-bruma, blanco inocente, blanco voluptuoso... y, especialmente, las variaciones del blanco lunar, que reflejan las variaciones de la melancolía del poeta. También anuncia su futura predilección por el amarillo en “El sol triste de noviembre”.
  • Neopopularismo métrico y rítmico: todos los poemas, con pequeñas variantes, siguen la estructura del romance, organizado en estrofas de cuatro versos (cuartetas asonantadas de romance o tiradas): 8-, 8a, 8-, 8a.
  • Referencias a la tradición literaria española: Romancero viejo, Góngora.

ANEXO I Poemas escogidos de Arias Tristes

  El poemario se divide en tres partes. Los poemas están recogidos de la Segunda antolojía poética preparada por el propio autor en 1922 y de la versión definitiva que aparece en la editorial Visor, publicada en 2010 (con numeración romana). Lo notaréis en algunos poemas. Cada parte está precedido por una partitura de Schubert: “Arias otoñales”, precedida por Elogio de las lágrimas, “Nocturnos”, por la Serenata y Recuerdos sentimentales”, por Tú eres la paz (los enlacen a cada una de estas arias los tenéis en los apuntes largos.

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