LA CASA TOMADA ...HAN TOMADO LA PARTE DEL FONDO...
Enviado por bettypalmeros • 3 de Noviembre de 2015 • Reseña • 345 Palabras (2 Páginas) • 296 Visitas
“LA CASA TOMADA”
“…HAN TOMADO LA PARTE DEL FONDO…”
Al hablar de la “Casa Tomada” entiendo que se trata de una propiedad reclamada en una revuelta social, que bien puede tratarse del movimiento de “masas” argentino lidereado por Juan Domingo Perón, que fundamentaba en la justicia social y derecho laboral. Con la participación en la vida política de diversos sectores.
La casa en sí es un personaje dentro del cuento, por lo que la “toma” o conquista de ella define a los personajes, y es donde surge una pregunta primordial ¿Tendremos el valor de enfrentar nuestros miedos?
Porque los personajes van cediendo el espacio físico de la casa al “ente” que la va tomando.
Nos llena de una sensación de abatimiento que va llenando sus corazones, pues simplemente no luchan se dejan llevar por la corriente, por el flujo natural de las cosas, al grado de salir, cerrar la puerta y tirar la llave, solo porque esto es lo lógico. Es como una pérdida que avanza paulatinamente pero sin cesar, como si cediera paso hacia la decadencia, que bien podría ser reflejo del temor de la clase media por la irrupción del “Peronismo” en Argentina.
Es increíble como los hermanos se exilian dentro de su casa hacia su “zona segura”, que tiene gran relación en como la racionalidad en ocasiones cede ante los temores desconocidos. Esto es posible verlo en muchos contextos, no solo en la política, y no únicamente en Argentina; de hecho es un conflicto universal, pues tenemos a los que no conocemos.
Los hombres primitivos al principio tuvieron miedo al fuego, aún antes de poder saber si era bueno o malo, pero podían ver y sentir sus efectos, sentían su calor y veían sus sombras proyectadas.
La forma en que el autor nos lleva por la casa y los recuerdos para al final sacarnos del hogar y expulsarnos al mundo exterior que se encontraba en medio de una reforma social, nos deja agobiados por el sentir de los hermanos, como la Penélope que Ulises que solo tejía, esperando a su amado, aquí Irene tejía mientras su hermano resolvía las cosas.
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