ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

LA IMPLANTACIÓN DE LA VIRUELA EN LOS ANDES


Enviado por   •  11 de Marzo de 2012  •  8.839 Palabras (36 Páginas)  •  551 Visitas

Página 1 de 36

LA IMPLANTACIÓN DE LA VIRUELA EN LOS ANDES, LA HISTORIA DE UN

HOLOCAUSTO

Uriel García Cáceres1

1 Profesor de patología de la Universidad Peruana Cayetano Heredia. Miembro de Número de la Academia Nacional de Medicina. Profesor de doctorado

en la Facultad de Medicina de la Universidad Particular San Martín de Porres. Lima, Perú.

RESUMEN

La historia de las epidemias de viruela en los Andes tiene el carácter tétrico del relato de un holocausto. Esta presentación está

destinada a resaltar las etapas más importantes del proceso de la implantación de la viruela en las poblaciones andinas en general

y, en particular, en el Perú, desde principio del siglo XVI hasta nuestros días.

Palabras clave: Viruela / Historia; Perú (fuente: BIREME)

ABSTRACT

The history of Smallpox outbreaks in the Andes shows the somber characteristic of an holocaus story. This study aims to point out

the most important stages of the Smallpox introduction process among the Adean population, specially in Peru, since the beginning

of the XVI Century until nowadays.

Keys word: Smallpox / History; Peru (source: BIREME)

INTRODUCCIÓN

La historia de las epidemias de viruela en los Andes

tiene el carácter tétrico del relato de un holocausto. Los

brotes epidémicos producidos por esa plaga - junto con

los de las otras dos que fueron el sarampión y la gripe - se

iniciaron en las primeras décadas del siglo XVI. Constituyen,

además, un ejemplo objetivo del rol preponderante que

las enfermedades infecciosas tienen en la consolidación

de una invasión militar. En efecto, esas tres plagas

producidas por virus, facilitaron la conquista del imperio

de los Incas por un puñado de aventureros. Son

convincentes las fuentes documentales que respaldan esta

aseveración; a pesar de que, desafortunadamente, los

cronistas que fueron testigos oculares de las acciones

bélicas y del estado social de los pueblos que a su paso

encontraron, distorsionaron u olvidaron consignar lo que

verdaderamente ocurrió.

La viruela, junto con la gripe y el sarampión, fueron los

factores de mayor importancia que produjeron el colapso

de dos imperios americanos: el Inca y el Azteca; porque

el terror deletéreo provocado por la aparición súbita de

estas mortales enfermedades poco antes, durante e

inmediatamente después de la invasión, hicieron imposible

la reacción nativa en contra de los extranjeros intrusos.

Especialmente la viruela, con su horripilante brote cutáneo,

causó una espantosa sensación de impotencia y

desesperación. Ese horror, recién hoy puede

comprenderse, dado que existe la amenaza que,

precisamente, la viruela sería esparcida de manera

intencional por el terrorismo internacional.

Correspondencia: Uriel García Cáceres. Clínica Javier Prado.

Dirección: Av. Javier Prado Este N°499, 7mo piso. Lima, Perú.

Telf: (51-1) 440-2000

E-mail: uriel@cbd.com.pe

Cuando Cristóbal Colón arribó a las islas del Caribe en

1492, se inició un intercambio de enfermedades, por unlado las que se desarrollaron en África, Asia y Europa, y

por otro las del continente americano que, hasta entonces,

había permanecido aislado del resto del mundo por cerca

de quince mil años. Durante ese lapso, en el viejo mundo,

muchas enfermedades infecciosas causadas por diversos

microorganismos sufrieron modificaciones por mutaciones

de los más diversos orígenes; asimismo, aparecieron

nuevos agentes microbianos, especialmente virales que

atacaron a los grupos poblacionales allende los océanos

Atlántico y Pacífico. América, ubicada en medio de ambos,

permaneció sola como una gigantesca isla.

William McNeill en su magistral Plagues and Peoples1

estudió los “intercambios transoceánicos” como resultado

de la llegada de los europeos al nuevo continente; después

de 1492, dice:

“Los habitantes del Nuevo Mundo no eran portadores de

algunas infecciones peligrosas susceptibles de ser

transferidas a las poblaciones europeas o africanas que

aparecieron en su continente (a menos que se crea que la

sífilis es de origen americano) mientras que la abrupta

confrontación con una larga lista de infecciones que trajeron

europeos y africanos que, por milenios, habían hecho pasto

con las poblaciones de esos continentes provocaron, en

los Amerindios, un desastre demográfico masivo”2.

Como se sabe, a los astronautas que regresaron de los

dos viajes a la luna se les sometió a una rigurosa

cuarentena, que fue levantada sólo después que se tuvo

la seguridad de que no eran portadores de alguna

enfermedad transmisible. Esto no ocurrió, como es obvio

suponer, cuando la invasión de europeos y africanos a

América. (Figura Nº 1).

Rev Peru Med Exp Salud Publica 2003; 20 (1) García U.

Figura Nº 1. Cristóbal Colón, en 1493, presentó un informe a los Reyes

Católicos sobre su viaje y descubrimiento, dicho informe estuvo

ilustrado con grabados alusivos3; además, de un relato muy expresivo

sobre lo que encontró y las características de los nativos. Ojalá esto

hubiese servido de ejemplo para los mudos y ciegos cronistas de la

conquista del Imperio de los Incas. A su regreso, Colón, en el segundo

viaje, no encontró ningún nativo, en la isla bautizada por él como

“Juana”. Todos habían muerto por diversas plagas, no especificadas.

(Tomada de: “Carta de Cristóbal Colón en que da cuenta del

descubrimiento de América al señor Almirante Rafael Sánchez,

Tesorero de los Serenismos Monarcas, 4 de marzo de 1493”. Edición

facsimilar del texto latino con traducción castellana. México, 1939)

Las enfermedades virales epidémicas que por mileniosazotaron a las poblaciones de Asia, Europa y África fueron

trasplantadas a las poblaciones nativas del Nuevo

Continente. Viruela, sarampión y gripe fueron

enfermedades desconocidas por los sistemas inmunitarios

de los amerindios; en cambio los invasores, como ocurre

con todas las enfermedades

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (62 Kb)
Leer 35 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com