LA ISLA DEL DINERO DE PIEDRA

LA ISLA DEL DINERO DE PIEDRA

La isla del dinero de piedra, escrito por el antropólogo William Henry en 1910, es un libro en el cual el autor describe los hábitos y costumbres de los habitantes de la isla de Uap que observó durante su estadía por algunos meses. Uno de los aspectos importantes que logró ver, fue su forma de intercambio, ya que no utilizaban dinero como el que se conoce hoy en día, si no que usaban grandes piedras talladas que representaban sus recursos económicos las cuales llamaron fei.

Con esta lectura uno se puede dar cuenta que cualquier objeto con ciertas características establecidas por la sociedad, se puede usar como dinero. En este caso los isleños al no tener recursos como oro o metales en la isla, usan la piedra como su medio de intercambio, en comparación a la actualidad que se usan billetes de papel y polímeros, y monedas de metales. Por si solos, estos materiales no tienen valor alguno, sin embargo, al tallar la piedra y que los isleños dieran fe de su poder adquisitivo, esta ya obtenía valor, igual con los billetes y monedas, al ser elaboradas y fabricados por entidades oficiales, dejan de ser solo papel y metal y se convierten en dinero con un gran valor.

El dinero con el paso de los siglos ha estado en constante cambio, desde su forma y apariencia hasta el material del que este hecho, por lo cual nos hace entender que sin importar que objeto se use, cualquier cosa puede tener valor si la sociedad así lo establece. No es necesario que el dinero tenga un valor real, basta con que tenga un valor específico fijado.

Otro punto importante de la historia es que, los isleños, al adquirir recursos no necesariamente intercambiaban el fei, a veces al no poder transportarlo, la piedra se quedaba con el antiguo dueño, por lo cual solo se necesitaba una declaración formal de que dicho fei ahora le pertenecía a otra persona. Algo similar pasa con la historia de la familia, la cual adquirió una piedra de un gran tamaño y valor, pero que se hundió en el mar, no obstante, los habitantes de la isla aceptaron como valido el poder adquisitivo de dicha piedra y que los dueños de esta era aquella familia, sin importar donde estuviera el fei. En la actualidad esto podemos observarlo con nuestro dinero o bienes, el cual, en su mayoría no lo tenemos a la vista ni en nuestra posesión física, pero solo basta con un documento oficial o certificado para respaldar que es nuestro.

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