LA TIERRA Y LA VIA LACTEA

EL MUNDO, UN SER VIVIENTE

Esto dijo, hace mucho tiempo, el gran sabio griego Platón:

"Intentemos comprender la razón por la cual el Artífice hizo los seres y este universo. El era bueno y en alguien bueno jamás nace la envidia por algo. Entonces quiso que todas las cosas se parecieran a el lo mas posible.

Esta es la primera causa de la creación del universo. Porque Dios, queriendo que todas las cosas fueran buenas, y en lo posible, ninguna fuese mala, tomo todo aquello que estaba en desorden y lo ordeno, juzgando que así era mucho mejor.

Una vez que hubo creado las cosas visibles, el artífice divino pensó que era necesario dotar al mundo de inteligencia, y que no puede haber inteligencia donde no hay alma. Fundado es este raciocinio, dispuso la inteligencia en el alma, y el alma en el cuerpo, y modelo el mundo de tal forma que hizo de el la obra mas bella y la mejor.

Así, pues, en virtud de un raciocinio verosímil, hay que decir que este mundo es verdaderamente un ser viviente dotado de alma y de inteligencia y que ha sido producido por la providencia divina".

Tomado de: PLATON, El Timeo.

LA VÍA LÁCTEA: NUESTRO HOGAR

En las cálidas noches de verano, cuando el cielo esta despejado y nos encontramos lejos de las intensas luces de pueblos y ciudades, mucho después de que el Sol se haya puesto, podemos ver una banda difuminada de luz que se arquea sobre nuestras cabezas. Hace muchos siglos, los observadores del cielo nocturno pusieron a esta banda de luz Vía Láctea, pues parecía una gran mancha de leche sobre el negro del espacio. Irónicamente hasta este ultimo siglo, el hombre no se dio cuenta de que la Vía Láctea es parte de nuestro hogar en el universo. Es el resultado de la luz combinada de millones de estrellas lejanas que trazan el disco de nuestra galaxia. El sistema solar es parte de la galaxia de la Vía Láctea, y por esta razón vemos la banda de luz alrededor de nosotros.

Si pudiéramos alejarnos muchísimo de la Tierra y del sistema solar hasta llegar a salir del disco de la Vía Láctea y nos volviéramos a echar un vistazo, nuestra galaxia parecería una rueda. También veríamos enormes cadenas de estrellas, conocidas como brazos espirales, que se enrollan a su alrededor.

Tomado de: Lavacude Parra, Kenny, Contextos sociales 6.

NUESTRO HOGAR

Después de observar la tierra desde la luna, el astronauta Edgar Mittchell anoto: “De repente, por detrás del borde de la Luna, en largos momentos de inmensa majestuosidad, allí emerge una reluciente joya azul y blanca una brillante y delicada esfera de color azul celeste cubierta por blancos velos que giran lentamente, elevándose gradualmente como una pequeña perla en un profundo mar de negro misterio. Se tarda un instante en comprender

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