LAS MATEMATICAS EN LA ESCUELA
Enviado por jluispg58 • 11 de Noviembre de 2012 • 433 Palabras (2 Páginas) • 344 Visitas
¿PARA QUÉ ENSEÑAR MATEMÁTICAS EN LA ESCUELA?
Esta pregunta me pareció un poco sorprendente porque podría entenderse que detrás de
ella está el cuestionamiento: ¿Hay que enseñar matemática en la escuela? Casi todos
responderían afirmativamente a esto último. Algunos habrán olvidado para qué, otros
quizás nunca lo supieron. Por lo tanto, la pregunta original tiene sentido. Y tiene sentido
tomarse la respuesta en serio. O sea, no responder únicamente: porque a los 10 años el niño
tiene que saber sumar y multiplicar. Ésta es una respuesta operativa, pragmática. Soy de los
que cree que el niño debe saber operar bien, que no hay computadora que elimine la
necesidad de manipular los números, adquirir una imagen cuantitiva de los objetos de este
mundo. Pero no basta.
Estas notas estarán carentes de ejemplificaciones detalladas, de la experiencia de tratar con
niños de cerca de 10 años, pero pueden tener la validez de quien trata y le gusta tratar con
jóvenes en quienes las dificultades de aprendizaje de dos lustros antes se reflejan en
dolorosos traumas de estudio. Y de quien ha hecho de la enseñanza y de la investigación
matemática su profesión.
1. Contar
El niño pequeño aprende rápidamente a contar. Luego a distinguir. De individualizar los
objetos que le rodean pasa a “saber” sus nombres y a distinguir que algunas cosas pueden
clasificarse en las mismas categorías. El ejemplo mejor estudiado es el de los pares, quizás
porque tenemos varias partes del cuerpo que vienen de a dos. Después de distinguir que
mis dos manos y las suyas tienen algo en común, reconoce que la misma propiedad es
común a sus dos pies y, después, cuando pide un juguete y luego otro, el niño dice dos
juguetes. Y ha empezado a contar.
Los sucesivos números naturales hasta alrededor de diez vienen después, y en general
antes que el uno. Para un adulto esto puede resultar extraño, pero parece ser que
inicialmente es tan evidente la individualización de los objetos aislados que es innecesario
“contarlos”, y por tanto darle un número (el uno) a su cantidad. La creación de un nombre y
un símbolo para expresar la inexistencia de objetos es un asunto definitivamente más
complicado. Los niños no adquieren rápidamente la idea del cero, que es la negación de la
existencia. La misma humanidad necesitó del símbolo muy tardíamente en su desarrollo y
su introducción en nuestro mundo occidental significó un inmenso avance en el desarrollo
de la matemática.
Los niños más interesados pronto se preguntan cuál es el número más grande, los mejores
alumnos llegan a una idea puramente matemática de infinito. Estos niños habrán dado un
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