LAS SIETE LÁMPARAS DE LA AQUITECTURA
Enviado por Nataly Ji Yong • 8 de Febrero de 2016 • Reseña • 907 Palabras (4 Páginas) • 129 Visitas
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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO
FACULTAD DE ARQUITECTURA
TALLER DOMINGO GARCÍA RAMOS
TEORIA DE LA ARQUITECTURA V
“LAS 7 LÁMPARAS DE LA ARQUITECTURA”
MATA DELGADO NATALIA
17 DE NOVIEMBRE DEL 2015
LAS SIETE LÁMPARAS DE LA AQUITECTURA
John Ruskin fue un escritor, crítico de arte y sociólogo británico; educado dentro del más estricto de los puritanismos, escribió su primera obra Pintores modernos, defendiendo el paisajismo de Turner.
Más tarde su esteticismo moral, lo llevaría a vincularse con el pre-rafaelismo y a reaccionar contra el materialismo de la era victoriana, evocando los peligros de la industrialización, con una aproximación al socialismo y a las nuevas utopías sobre planificación urbana. Como escritor destaca su estilo impresionista y rapsódico, siendo profesor de historia del arte en Oxford.
A partir de Ruskin, da inicio en Inglaterra y en gran parte de Europa la necesidad de juzgar las obras de arte desde la honestidad y sinceridad del mismo autor:
“En la arquitectura, esta honestidad radica en la medida en que se manifiesten y logren los elementos esenciales de la construcción”
Partiendo de los puntos críticos que da Ruskin, en el libro de “LAS SIETE LÁMPARAS DE LA ARQUITECTURA”, describe como son los valores y aspectos esenciales para la arquitectura basados en lo siguiente:
- 1.- La lámpara del sacrificio. Ruskin inicia su libro definiendo la arquitectura como un arte que dispone de adornar a los edificios, de tal modo que éstos mismos contribuyan para la salud mental, el poder y placer del hombre que lo admira.
Mientras que además hace un enfoque en la diferencia que existe entre el construir y hacer arquitectura, aclarando que, construir no es más que armar y ajustar las diversas partes de las que se compone un edificio.
“Esta lámpara ha de iluminar el esfuerzo extremo empleado en la construcción de elaborados ornamentos, que importa en la arquitectura más aún que el resultado final”
- 2.- La lámpara de la verdad. Esta lámpara ha de iluminar a la arquitectura frente a dos tipos de engaños:
1. Los de tipo estructural, donde la misma estructura no cumple su función.
2. Los de tipo ornamental, construidos con falsos moldes.
La verdad es uno de los elementos fundamentales en la vida, si nos decidimos por la verdad, no habrá preocupación por lo que nos acontecerá, en cambio, si decidimos mentir por lo cual esto ocurre en todos los ámbitos tanto personales como laborales, en la arquitectura pasaría lo mismo.
- 3.- La lámpara del poder. Existen dos tipos de edificios que impresionan:
- Los delicados, a los que se les guarda cariño y se les recuerda por la suavidad que hay en sus líneas
- Los fuertes, que nos hacen sentir pequeños por su imponente escala, por lo que los recordamos con respeto.
Ambos pueden ser bellos, pero los que imponen su fuerza son los que asignan el poder.
- 4.- La lámpara de la belleza. La belleza se encuentra en la misma naturaleza, por lo tanto, el hombre sólo tiene que descubrir el orden que proporciona, abstraerlo y utilizarlo para plasmarlo en la arquitectura. Es la lámpara que proporciona la abstracción y proporción.
“…todas las líneas más bellas son adaptaciones de las más comunes en la naturaleza... debido a la riqueza de esta asociación, el parecido a la obra natural como tipo y como apoyo, debe llevarse a cabo con exactitud y que puedan percibirse claramente…”
- 5.- La lámpara de la vida. La visión de la obra como un todo y el concepto global de un edificio, es lo más importante en la arquitectura. Perderse en el detalle puede ser muy peligroso, por ello, hay que hacer que los detalles funcionen como conjunto:
- Diseñando los detalles como una unidad total-
Aquí se puede distinguir entre arquitectura viva y muerta. Una arquitectura viva, apunta a que resalte una emoción en cada rincón, acorde al acomodo de las formas según lo va necesitando en la estructura, etc. Por tanto no se tiene que ver rigidez en una edificación, se debe distinguir que sea intrépido.
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