LOS CONCEPTOS FUNDAMENTALES DE LA METAFISICA. MUNDO, FINITUD Y SOLEDAD

Este libro de Martin Heidegger (1889-1976) recoge unas lecciones impartidas en el semestre de invierno de 1929/1930 en la Universidad de Friburgo. El objeto fundamental de la filosofía de Heidegger es la construcción de una ontología, es decir, el conocimiento del ser, y el Óntico que refiere el mundo de los entes.

Heidegger define la Metafísica como el intento permanente de que el mundo estabilice sus sentidos. Por lo tanto la metafísica se identifica con la lógica  en tanto que la ciencia con la razón.

En el libro Los conceptos fundamentales de la Metafísica, Heidegger se ocupa, entre otras cuestiones, del problema del mundo, y para ello desarrolla la tesis de que “la piedra no tiene mundo, el animal es pobre de mundo y el ser humano es configurador de mundo”. En su analítica comparativa entre el objeto inanimado (la piedra), el organismo vivo (animal) y el ser humano, Heidegger se enfrenta a diversos problemas de la Filosofía de la Biología, como son el concepto esencial de organismo como objeto de la Biología, y el significado de la conducta animal diferenciada del comportamiento humano.

Para Heidegger la conducta animal es un “hacer”, a diferencia del comportamiento humano, que es un “actuar”; lo que hace al animal  “pobre de mundo” es no estar “abierto al ente”; percibe señales del mundo exterior que desinhiben determinadas pautas de conducta lo que llama Heidegger “anillo de desinhibición”, en cuanto al hombre Heidegger indica rompe su anillo y se abre al mundo, lo que se define como “lo abierto”.

Heidegger define el mundo como “la manifestabilidad de lo ente en cuanto tal en su conjunto” Indicando que, “Donde hay mundo, allí lo ente esta manifiesto. Es decir, tendremos que preguntarnos como esta manifiesto lo ente. Con esta caracterización emerge algo enigmático: este "en cuanto tal", lo ente en cuanto tal, algo en tanto que algo. En otras palabras, el "en tanto que" o "como"  marca la diferencia entre lo animal y lo humano. El animal no puede representarse la "piedra como martillo" o tomar su vida "como un todo", al modo como lo hace el ser humano.

Lo que marca la diferenciación entre el ser humano y el animal: en el primero hay comportamiento, en segundo caso conducta.

Donde hay un mundo, hay un comportamiento para con lo ente en tanto que ente, donde lo ente esta en manifiesto de tal manera, puede tratarse de él como algo “que es”, “que ha sido”, “que será”. El “es” concentra su significado en el ente.

El “es” o bien la relación que lo sostiene y lo configura, posibilita la atención a tal cosa como el “ser”.

Para sellar la diferencia entre el ser humano y el animal, Heidegger cita a Aristóteles sosteniendo que λογóç significa el discurso, el conjunto de lo hablado (Pag 368) y de lo decible. Por otro lado, "lenguaje" alude a la capacidad fundamental de hacer discurso y, en consecuencia, del hablar. "Así los griegos caracterizaron al ser humano como, el ser vivo que tiene como posesión esencial la posibilidad del discurso. El animal es, en calidad de ser vivo al que le falta esta posibilidad del discurso, aunque se indique que tienen lenguaje, pero las palabras no surgen, no sucede ni se configura como procesos orgánicos, sino que son lo que son en función de un convenio.  Cada discurso, todo hablar, tiene en sí la posibilidad de dar a significar algo, aquello que nosotros entendamos. El discurso da a entender y exige comprensión.  El animal no podrá decir “el sol es”, mientras que el hombre sí.

El  «es» resulta  por  consiguiente un  momento  estructural esencial  del enunciado, lo que se expresa ya en la designación   que se le ha dado  al «es» en la lógica.  En  términos   de teoría  del lenguaje,  el «es» es la cópula, el vínculo  o el nexo,  aquello  que enlaza sujeto  y predicado.   Pero lo lingüístico   es significativo   en  sí mismo. (pág. 384)

El significado de ser qua «es» en Aristóteles, deducimos tres cosas:

1)  El significado conductor del «es» es el significar connotativamente. No es un significar autónomo, como el nombrar algo, sino que, en la función significativa en cuanto tal, el significado de ser y de «es» se refiere ya a algo que es.

2) En el significar connotativamente, el «es» significa síntesis, enlazamiento,  unidad.  3) El «es»  no significa un asunto o una cosa.

El hombre qua hombre sea configurador de mundo no significa el hombre tal como va andando por la calle, sino que el “ser ahí” en el hombre es configurador de mundo.  «Configuración de mundo» lo empleamos intencionadamente  en una multiplicidad de significados. La existencia en el hombre configura el mundo:  1)  lo produce; 2) da una imagen, una visión de él, lo representa; 3) lo destaca, es lo que lo abarca y lo rodea.

Heidegger, entonces, afina sus análisis tratando de mostrar cuál es la relación entre estos estudios sobre el λογóç, el ser humano y la tesis de la configuración del mundo. Uno de los indicadores que provienen de este análisis  son dos la  "vinculatoriedad" y el “completamiento”.

“Vinculatoriedad (Verbindlichkeit): En términos sencillos, el ser humano mediante el uso de su λογóç se vincula con o se abre a lo ente. El λογóç tiene la potencia y la posibilidad, fundada en la libertad del ser humano, de sostener que un ente es verdadero o falso, es decir, tiene la posibilidad de asignar el desencubrimiento o el ocultamiento del ente. Esta capacidad de vincularse con el ente no es una cuestión añadida, sino que forma parte de sí. Se va clarificando, paulatinamente, la diversidad esencial entre el estar abierto del animal y la apertura al mundo del hombre. "Estar abierto del hombre es estar ofrecido a, estar abierto del animal es estar absorbido por..., y, en ello, estar cautivado en el anillo"”

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