La Democracia Secuestrada Por Roger Guevara Mena
Enviado por lian07 • 11 de Diciembre de 2012 • 1.350 Palabras (6 Páginas) • 583 Visitas
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Por Roger Guevara Mena
El escritor español Francisco Rubiales, ha publicado muy recientemente dos libros denominados La Democracia Secuestrada y otro titulado Los Políticos los Nuevos Amos respectivamente, donde hace una amplia critica a los vicios de la democracia, señalando por democracia una sociedad libre, no oprimida por poderes políticos, ni dominada por oligarquías en la que los gobernantes responden ante los gobernados. Una sociedad es democrática cuando es abierta y cuando el Estado está al servicio de los ciudadanos y no al revés. La definición más brillante y difundida de la democracia quizás sea la pronunciada por Lincoln en Gettysburg, en 1863: "government of the people, by the people, for the people" (gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo).
Marca con claridad que existen siete condiciones básicas para que la democracia exista de forma clara y precisa asi:
1.- El ciudadano es el sujeto, base y fundamento del sistema.
2.- La vigencia real de los derechos fundamentales.
3.- La separación de los poderes básicos del Estado, Legislativo, Judicial y Ejecutivo.
4.- La exaltación de la libertad, la igualdad y la fraternidad como valores democráticos fundamentales e irrenunciables,
5.- La instauración y respeto a las normas y leyes que configuraban el Estado de Derecho, incluyendo un sistema que garantice las elección libre de los representantes ciudadanos.
6.- El equilibrio de las esferas pública y privada, con la consiguiente valoración del papel de la sociedad civil en la democracia.
7.- La existencia de una prensa independiente y libre, capaz de informar objetivamente, de crear opinión y de fiscalizar la actuación del gobierno y de los políticos.
Sin embargo manifiesta que al interior y núcleo del Estado “Existe un componente depredador y rastrero en el concepto de poder que nunca ha abandonado el escenario a lo largo de los siglos. Unas clases dominantes suceden a otras y cada época establece sus sistemas de dominación y sus reglas, pero el poder, aunque disfrazado, sigue siendo el mismo: depredador, al servicio de las élites, implacable y utilizado sólo por los amos como instrumento para dominar y sojuzgar”.
Afirma con pruebas en los gobiernos que se toman por democráticos, que actualmente los políticos de profesión, se comportan en el poder público democrático como lo hacían los antiguos señores ungidos. Se saben poderosos y blindados por las urnas, muchos de ellos amparados en la inviolabilidad y en la inmunidad, por ser cargos electos, y ejercen el poder sin complejos, sin tener en cuenta la eficiencia, con lujo y boato, con actitudes altivas y lejanas a esa humildad y austeridad que ennoblecen el liderazgo. Creen que el poder sin ostentación no es auténtico poder y justifican su lujo afirmando que el Estado y la representación del pueblo soberano deben brillar con la dignidad debida. Poseen un extenso y astuto elenco de argumentos para justificar cada gesto de poder, cada movimiento de gobierno.
Estos figurones con mas vanidad que conocimiento, se mueven acompañados siempre de una corte de asesores, amigos, colaboradores, periodistas, empresarios y gente influyente a la que siempre intentan impresionar. Olvidan que mandar es servir y actúan como pequeños emperadores de la democracia, como ridículos reyezuelos inmersos en privilegios y lujos que la historia hace tiempo que erradicó porque eran propios del «Antiguo Régimen», siempre rodeados de aduladores y de cortesanos. Son los nuevos amos, los que ostentan el poder político en las modernas sociedades democráticas, muchos de ellos sin ni siquiera creer en la democracia.
Sin embargo, la rebelión ya ha comenzado. Los ciudadanos quieren regresar del exilio y revitalizar una democracia que está postrada y secuestrada. El ciudadano será de nuevo el protagonista en una democracia auténtica y regenerada. El ser humano está dispuesto a construir a cualquier precio la catedral del futuro. Hay una fuerza desconocida que le impulsa a hacerlo, a pesar de sus cobardías, dudas y fracasos Pero, hasta conseguirlo, tendrá que atravesar desiertos y desfiladeros poblados de peligros y de alimañas dispuestas a defender
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