La Escuela Como Agente Socializadora
Enviado por tenebrio • 6 de Junio de 2012 • 2.829 Palabras (12 Páginas) • 884 Visitas
I INTRODUCCIÓN
Nadie educa a nadie, nadie se educa a sí mismo; los hombres se educan entre sí,
mediatizados por el mundo, Paulo Freire.
En el texto de Giroux, H y Penna, A, “Los profesores como intelectuales. Hacia una pedagogía crítica del
aprendizaje”, se destaca el hecho evidente de que las escuelas son instituciones sociopolíticas, y hace alusión a
unas cuestiones que plantea R. Tyler: “¿Deberían las escuelas formar a los jóvenes para que se adapten a la
actual sociedad tal como ella es de hecho? O, por el contrario, ¿Tiene la escuela la misión revolucionaria de formar
a los jóvenes que tratarán de mejorar esa misma sociedad?1.
Según una encuesta realizada en una escuela rural (Ubicada en el Alto Valle de Río Negro, Argentina, a
seis kilómetros de la ciudad de Allen, con una población de clase baja, hijos de peones rurales, inmigrantes
chilenos que tratan de insertarse en la sociedad argentina), sobre qué función cumple la escuela y qué se espera
de ella, el 90 por ciento de los padres contestó: educación, disciplina, respeto, preparación adecuada para el
secundario (aunque muchos mandan a sus hijos a trabajar a las chacras en lugar de seguir estudiando),
continuidad, no paros. A buen entendedor se ve una clara tendencia a la educación tradicional y de adaptación, se
asemeja al análisis de educación que realiza Bernstein (citado en el texto de Giroux):
[...] los estudiantes aprenden valores y normas destinados a producir “buenos” trabajadores industriales, interiorizan valores
que acentúan el respeto por la autoridad, la puntualidad, la limpieza, la docilidad y la conformidad.
Entonces ¿qué deben hacer los maestros rurales rionegrinos? ¿Qué propuesta pedagógica
implementar?¿Preparar ciudadanos (mano de obra barata) para adaptarse a la sociedad actual, cada vez más
consumista e individualista o para transformarla?
Se analizarán opiniones y presupuestos teóricos y metodológicos de algunas tendencias pedagógicas,
para llegar a conclusiones que orienten a los docentes y directivos de las escuelas a determinar qué orientaciones
educativas brindar a sus alumnos.
1 También citado en el mismo texto, el educador Paulo Freire afirma que: “ No hay nada parecido a un proceso educativo
neutral. La educación, o bien funciona como un instrumento utilizado para facilitar la integración de la generación más joven dentro de la
lógica del sistema actual y obtener su conformidad al mismo, o bien se convierte en “la práctica de la libertad”, en virtud de la cual
hombres y mujeres se enfrentan crítica y creadoramente con la realidad y descubren la forma de participar en la transformación de su
propio mundo”
2
II EL MODELO NEOLIBERAL
Los neoliberales definen un conjunto de estrategias orientadas a transferir la educación de la esfera de los
derechos sociales a la esfera del mercado. Para ellos, la crisis educacional es, antes que nada, una crisis de
eficiencia, eficacia y productividad derivada del inevitable efecto perverso al cual conduce la planificación y el
centralismo social. (Gentili y da Silva, 1994). Consideran que las instituciones escolares deben funcionar como
pequeñas empresas productoras de servicios educacionales y asumir los principios de probada eficacia para
alcanzar cierto liderazgo en cualquier mercado. McDonaldizar la escuela supone pensarla como una institución
flexible que debe reaccionar a los estímulos (las señales) que emite un mercado educacional altamente
competitivo2.
En este modelo de organización social, la escuela tiene por función, en la perspectiva de los hombres de
negocios, la transmisión de ciertas habilidades y competencias necesarias para que las personas se desempeñen
competitivamente en un mercado de trabajo altamente selectivo y cada vez más restringido. La buena educación
escolar debe garantizar las funciones de selección, clasificación y jerarquización de los postulantes a los futuros
empleos. Para los neoliberales, en esto reside la “función social de la escuela”. (Gentili, 1995).
III ¿INVERSIÓN O BIEN DE CONSUMO?
En su libro “El capital humano”, Sara Finkel plantea esta pregunta y dice que la ideología dominante de los
organismos educativos nacionales e internacionales se podría definir como:
[...] la inversión en educación es productiva cuando sólo son aquellas habilidades, conocimientos y atributos adquiridos por el
hombre y capaces de aumentar la capacidad de trabajo.
Desde la producción capitalista, la educación tiene relevancia económica sólo y cuando contribuye a
aumentar la productividad de los trabajadores productivos. No es el contenido de la educación lo que determina por
sí mismo su carácter productivo sino la inserción de éste en la producción. Define así la educación como
consumo, si refleja valores tradicionales y la educación como inversión, si responde a una concepción moderna,
eficiente y es funcional para el desarrollo.
Este enfoque de la educación, aún con los años, no pierde vigencia en la sociedad actual, ya que a
menudo se escucha la pregunta que 2.300 años atrás, un joven estudiante de geometría preguntó a Euclides:
“¿Qué es lo que ganaré aprendiendo estas cosas?”. El maestro llamó a su esclavo y le dijo: ”Dale unas monedas,
pues parece que éste debe ganar algo con lo que aprende”3.
Por otra parte, Adriana Puigross, señala que los criterios de reclutamiento utilizados por los empleadores
no responden a políticas globales ni a acuerdos establecidos entre el sector privado y los organismos
gubernamentales destinados a capacitar recursos humanos, ni tampoco a convenios entre empresarios o a los
directivos de las empresas estatales. La demanda de capacitación responde a una serie compleja de factores,
2 En el texto se compara a la escuela con los fast food. Dice que tienen un punto en común: ambos existen para dar cuenta de
dos necesidades fundamentales en las sociedades modernas: comer y ser socializado escolarmente. La escuela pensada y diseñada
como una institución prestadora de servicios, debe asumir los principios de probada eficacia para alcanzar cierto liderazgo en cualquier
mercado.
3 Mencionado en “La Tragedia Educativa” de G. Jaim Etcheverry.
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entre los cuales parece jugar un papel determinado la cultura general, pero a ello se le agregan elementos de
personalidad, experiencias
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