La Globalización Desenmascarada

LA GLOBALIZACION DESENMASCARDA

La globalización plantea preguntas cruciales acerca de lo que se considera, constituye la dinámica fundamental de nuestro tiempo: la transformación radical de las relaciones e instituciones sociales y económicas que en el Siglo XXl, redefinen una época.

La globalización es una descripción como una prescripción que a su vez sirve como explicación y como ideología que domina el pensamiento social y el diseño y la puesta en práctica de políticas. En cuanto a descripción se refiere a la ampliación y profundización de los flujos internacionales de comercio, capital, tecnología e información dentro de un solo mercado global integrado. En este contexto, se hace referencia a los cambios ocurridos en la organización capitalista de la producción y la sociedad; extensiones de un proceso de acumulación de capital ejercido en el ámbito nacional principalmente y restringido al Estado. En cuanto a prescripción supone la liberalización de los mercados nacional y mundial bajo la creencia de que el libre flujo de comercio, capital e información producirá el mejor resultado para el crecimiento y el bienestar humano.

Algunos teóricos lo conciben en términos estructurales y otros como resultado de una estrategia conscientemente seguida: el proyecto político de una clase capitalista transnacional formada sobre la base de una estructura institucional generada para servir y promover los intereses de una clase.

Existe una importante división en la perspectiva teórica y analítica. Por un lado, quienes conciben la globalización como un conjunto de procesos interrelacionados e inevitables, a lo que ahora solo puede hacer ajustes. En esta concepción están inscritos analistas como Keich Griffin, conocido promotor del “desarrollo humano”, declarado defensor del cambio radical o transformación social, situado a la izquierda dentro del campo de los estudios del desarrollo. Bajo la perspectiva de lo inevitable de la globalización, el asunto por aclarar es cómo un país en particular, o un grupo de países, puede ajustarse a los cambios de la economía mundial e insertarse en el proceso de globalización bajo las condiciones más favorable.

Por otro lado, están quienes conciben la globalización como proyecto de clase, y no como proceso inevitable, visualizan los hechos y cambios asociados con esta de manera diferente. Bajo esta perspectiva, el termino globalización no es considerado útil para describir la dinámica del fenómeno. Es visto como una herramienta ideológica utilizada para la prescripción. En este contexto, puede contraponerse con un término que tiene un valor descriptivo y un poder explicativo considerablemente mayor: imperialismo.

Partiendo del concepto “imperialismo”, la red de instituciones, que define estructura del nuevo sistema económico global, es considerado como intencional y contingente, sujeta al control de individuaos que representan y promueven los intereses de una nueva clase capitalista internacional. Dicha clase, está sustentada en instituciones que conjuntan alrededor de 37,000 corporaciones transnacionales, las cuales son las unidades operativas del capitalismo global, portadoras del capital y la tecnología, y principales agentes del nuevo orden imperial. Sin embargo, estas corporaciones transnacionales no constituyen el único fundamento organizacional del nuevo orden: incluyen también el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y otras instituciones financieras internacionales, lo que Barnet y Cavenagh denominan “red financiera global”.

Además, el nuevo orden mundial está integrado por una infinidad de foros de planeación y diseño de políticas globales, como el grupo de los Siete (G-7), la Comisión Trilateral (CT) y el Foro Económico Mundial (FEM); al igual que por el aparato de Estado en los países situados en el centro del sistema, aparato que ha sido reestructurado para servir y responder a los intereses del capital global. Todas estas instituciones forman parte integral del nuevo imperialismo: el nuevo sistema de “gobierno global”.

Desde esta perspectiva alternativa, la “globalización” no es ni inevitable ni necesaria”

Como los proyectos de desarrollo capitalista precedentes, el nuevo imperialismo está plagado de contradicciones que generan fuerzas de oposición y resistencia, mismas que pueden bajo ciertas circunstancias minar el proceso de acumulación de capital y el sistema de cual depende.

Los globalistas enfatizan las limitaciones impuestas a las políticas gubernamentales y se muestran escépticos respecto de las acciones estratégicas encabezadas por organizaciones sociales tendientes a un cambio significativo o sustancial de la sociedad. Los críticos de la globalización hacen hincapié en las oportunidades propensos al cambio de emergencia de fuerzas sociales provocadas por las contradicciones sociales del sistema imperialista; estos acontecimientos quebrantan todas las aéreas de la organización capitalistas.

La inevitabilidad de la globalización en el tema crucial. Pero más crítico resulta lo que el discurso de la globalización oculta; la forma que asume el imperialismo en el contexto actual, bajo un sistema capitalismo de cobertura mundial organizador de la economía y la sociedad.

Lo que está en discusión de si la globalización representa cualitativamente un nuevo fenómeno, o, se trata de otra etapa más un largo proceso histórico de expansión imperialista.

Es posible identificar en la historia del desarrollo capitalista una serie de ciclos largos, cada uno de los cuales está asociado bajo las condiciones de acumulación de capital con un periodo prolongado de crisis y una restructuración subsecuente de todo el sistema. El último de estos ciclos puede ubicarse, entre las décadas de los veinte y los setentas. Basados en diversas perspectivas, es posible identificar algunas características estructurales del sistema impuesto:

• La concentración y centralización del capital, devino en la fusión a gran escala del capital industrial y financiero, el crecimiento de los monopolios corporativos, la división territorial del mundo en colonia, la exportación de capital y la extensión mundial del mercado basado en una división mundial.

• La adopción, de un régimen fordista de acumulación y regulación propició un sistema de producción masiva y la gestión científica del trabajo en los centros de producción.

• Bajo la presión de los sindicatos y los partidos de izquierda, una serie de reformas económicas y sociales encabezadas por el Estado crearon las condiciones políticas para un acuerdo

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