La Madre De Maximo Gorki

1º Capítulo:

Se describe como los pobladores de aquella ciudad vivían esclavizados por el trabajo, el cual era explotante y repugnante. El salario que ganaban lo desperdiciaban en borracheras. Al día siguiente sería la misma rutina e irían al trabajo al sonar de la sirena.

Sus calles eran sombrías, nadie conocía la felicidad. Si llegaba un desconocido, despertaba la atención, pero luego perdía importancia. Y esta era siempre la vida, nadie sabía por qué, ni tampoco se cuestionaban.

2º Capítulo:

El cerrajero Michel Vlassov, padre de Paúl, era el mejor del pueblo; pero también el hombre más temido. De espíritu amargado y apariencia tenebrosa. Su único amigo era su perro.

Éste un día quiso pegar a su hijo, este lo enfrentó por primera vez. Michel, soberbio, respondió que se marcharía de la casa y que ahora él tendría que mantener a su madre.

Él murió de hernia, poco tiempo también su perro, nadie supo quien lo mató.

3º Capítulo:

Quince días después de la muerte de su padre Paúl llegó borracho a casa, actuaba groseramente. Su madre lo atendía tiernamente. Y le exhortó, diciéndole que si seguía en borracheras no la podría mantener.

Paúl leía notas y libros a escondidas. Su madre notó desde entonces cierto cambio en su hijo; pensó que tenía una novia.

4º Capítulo:

Pelagia encontró a su hijo leyendo una hoja. Paúl le contó la verdad, leía “libros prohibidos”. Su madre, tristemente, le aconsejó que tuviera cuidado. Lo encomendó a Dios.

5º Capítulo:

Paúl recibió visitas en su hogar; su8 madre al principio estaba temerosa. Pero al ver a los visitantes se tranquilizó, en total llegaron siete amigos: “El Pequeño Ruso”, Natacha, Nicolás, Théo y su amigo, y otros dos amigos de Paúl.

6º Capítulo:

La madre aunque de lejos, estaba presente en la reunión, desconocía el tema de conversación. Todos aportaban ideas.

Los visitantes se marcharon de madrugada, la madre no comprendía el por qué; Paúl le dijo para no levantar sospechas, aunque a las finales a todos les tocaría la cárcel. La madre seguía sin entender.

7º Capítulo:

Las reuniones cada vez tenían más gente y la casa se encogía. Entre ellos se destacaba Sandrina, una joven con toque varonil, fue ella la primera en exclamar: “¡Somos socialistas!”. Lo cual sorprendió a la madre, puesto a que el socialismo había matado al zar.

Pelagia notó cambios positivos a su hijo, lo relacionó con Sandrina. Asimismo el Pequeño Ruso cayó en gracia con la madre, y ahora vivía con ellos, recibiendo pensión.

8º Capítulo:

La casa de Pelagia había llamado la atención a los vecinos. Una vecina (María Korsinova) le dijo que tal ves su hijo estaba en una secta,

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