La Noche De Tlatelolco
Enviado por wawara • 10 de Septiembre de 2012 • 2.431 Palabras (10 Páginas) • 1.295 Visitas
INSTITUTO POLITÉCNICO NACIONAL
ESCUELA SUPERIOR DE COMERCIO Y ADMINISTRACIÓN
UNIDAD SANTO TOMÁS
LICENCIATURA EN RELACIONES COMERCIALES
“LA NOCHE DE TLATELOLCO”
INTRODUCCION A LA COMNICACIÓN INTEGRAL
LDCV. ALEJANDRO GUERRERO SANTAMARÍA
FLORES GONZÁLEZ LAURA SOFÍA
2RM8
AGOSTO 29.
LA NOCHE DE TLATELOLCO Y YO
Justificación
La primera pregunta a contestar, “¿Porque escogí este libro?”. Con certeza puedo decir, que no lo elegí yo.
Al menos, no al principio.
Quisiera hablar antes de profundizar en el tema, acerca de aquello que amo. La literatura. Las letras son el lugar en donde me siento cómoda. Jamás recibí educación especial al respecto, pero nunca me hizo falta para obtenerla por mis propios medios, misma situación que me llevo a este tomo. Habría sido fácil para mí hablar de cualquier otro libro que hubiese leído antes, y así ganar tiempo. Pero después de las primeras paginas, estuve segura. Necesitaba explicarle a alguien, lo que me hizo sentir. ¿Explicarle a alguien? No, ni yo misma sabía lo que me había hecho sentir.
Entonces vuelvo, ¿Por qué elegí este libro? Porque de entre mis anteriores libros, era este al que necesitaba darle algo a cambio.
Encontré este tomo, viejo, desgastado y con garabatos en la ultima hoja, pasando inadvertido desde los años de secundaria de mis hermanas por mi propia casa. No tuve que buscar mucho, y no me convencía al principio. Elena Poniatowska, una mujer izquierdista y yo, ¿Qué podíamos tener en común? Estuve a punto de juzgar a un libro, por el autor en su portada. Por eso, decidí darle una oportunidad. En cuanto a mi relación con Hélène Elizabeth Louise Amélie Paula Dolores Poniatowska Amor, el sentimiento se volvió claro y único conforme el volar de las páginas. Indignación, severa indignación.
Cuando encontré el amor por la lectura nadie me lo recomendó, al igual que el tomo del cual hace días pase la ultima hoja, nadie me lo recomendó.
Yo no busque nunca el vibrante deseo ante los cuerpos almacenados de cada libro en las estanterías, el deseo me esperaba ya en casa, al igual que el.
Así que Heme aquí. Con un revoltijo de ideas y varias paginas en blanco por delante. Vaya que es complicado, aterrizar a quien desea seguir volando.
Aquí vamos, La noche de Tlatelolco y Yo, Por Laura Flores.
Primeramente, declaro mi situación. No justifico a nadie. En las siguientes líneas busco exponer datos y cifras que al lector le permitan ejercer su propia opinión. No todos los involucrados eran totalmente malos, ni todos los estudiantes inocentes. Esa es mi postura.
México, principios del 68. Nadie esperaba algo tan inusual o extraordinario. El país se preparaba para la gran fiesta olímpica, y tanto gobernantes como ciudadanos querían mostrar al mundo la mejor cara de este hermoso lugar. Un clima privilegiado y a mi parecer la cultura mas hermosa de todas, esperaban con balas las miradas del mundo. Nuestros estudiantes, nuestros jóvenes, familias y afectados, no salieron a las calles para celebrar. No quedaba más de la integridad moral de México mas que el luto nacional.
Todos sabemos de lo sucedido el 2 de octubre del 68. Pero nadie es realmente consiente.
Al adentrarme en materia, buscaba información de donde pudiese. Así que por lo menos con el 50% de mis conocidos, entable esta conversación. No hubo día que no hablara de esto con alguien. ¿Y que descubrí? Nadie sabe nada.
¿Qué puedes decir de el movimiento estudiantil 68?
2 de octubre, Punto. Nadie se sitúa en ningún otro punto. Eso ah sido siempre la historia de México, desgraciadamente. Hechos aislados, sin antecedentes ni repercusiones. Por eso no prevenimos nuestros fracasos, ni aprendemos de nuestros errores. Porque aquí, nunca pasa nada.
El movimiento estudiantil 68, no nació el 2 de octubre, y no murió ese día. Pocos saben que surgió con revueltas entre sus mismos estudiantes, presos políticos después. Nadie sabe el repudio a las olimpiadas, apenas 10 días después, y muy pocos hablan de el papalote negro volado el 12 de octubre, por el luto nacional.
Fuentes de información, las hay. No estaría presentando el siguiente trabajo de no ser así. Entonces ¿Qué es a lo que nos enfrentamos? ¿Ignorancia o indiferencia? Si, la gente prefiere quedarse con la cifra amable, un bello numero de 20 muertos. Tan sólo por lógica, es imposible. 10,000 Congregados, entre estudiantes, intelectuales, maestros, empleados, padres, madres de familia, niños y uno que otro despistado. 5, 000 Integrantes Olimpia, y sus múltiplos bala por bala.
Una vez mas el gobierno nos trata como a estúpidos, y en sus casos de indiferencia con brutal razón. Nadie pregunta más, nadie investiga más. Por eso, estamos condenados a repetir nuestra historia, en uno de sus capítulos más turbios.
La noche de Tlatelolco
Como resumir tanto. Como abreviar entre mis muertos, (míos, mis mexicanos), como saber restarle importancia a las violaciones, a mis heridos, a mis presos. ¿Como abreviar casi un año de turbulencia?
Elena Poniatowska La noche de Tlatelolco. Testimonios de historia oral. México 1971. Edición más reciente: México, Era, 1993.
Elena inicia la recopilación de testimonios, meses antes de el suceso principal. No resumiré los testimonios, resumiré, de ser posible los actos. El 22 de julio de 1968, Como muchas otras cosas en la historia, todo empezó con una pequeña revuelta en la vocacional 1, Isaac Ochoterena, clásica entre la universidad Autónoma de México, y el H. Instituto Politécnico nacional, tras un partido de americano. Situación que comienza a salirse de control una vez que interfieren los granaderos. Los estudiantes, no eran mártires. Fueron todos capaces de decidir estar ahí o no estar. La furia del pueblo joven revolvía el espíritu revolucionario por demás arraigado entre los mexicanos. El primer paso al caos, Los famosos presos políticos*. Mismos, por los cuales muchos mas lucharon, por defender las libertades de otros. El país estaba fuera del manejo del gobierno, y claro que no era esa la imagen estelar en las olimpiadas México 68. Gobierno claramente Priista, un gobierno del pueblo amordazado. El movimiento se organiza y con esto crece. Al crecer el numero de simpatizantes, crecen los números en las celdas de Lecumberri, y los cabecillas desaparecidos, mismos de los que jamás se supo nada después.
Vacune a su Granadero aquí
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