La Revolucion Industrial
Enviado por lianna • 17 de Febrero de 2014 • 3.845 Palabras (16 Páginas) • 399 Visitas
LA ADMINISTRACIÒN DURANTE LA REVOLUCIÒN INDUSTRIAL
La Revolución Industrial, un proceso que se inicia en Inglaterra y se extiende por todo el mundo, se caracteriza por la mecanización de la industria y la agricultura, la aplicación de la fuerza motriz, el desarrollo de fábricas y el avance en los transportes y las comunicaciones. Con el tiempo, el creciente dominio de la ciencia en la industria y el desarrollo de nuevas formas de organización se reflejan en los cambios sociales. El capitalismo como forma de organización social, es consecuencia y factor para los monopolios. La Revolución Industrial determina empresas, entre las cuales sobresalen:
• Normas rígidas de trabajo.
• Formas de comportamiento rutinizadas y mecanizadas.
• Un aumento en la dependencia entre los miembros de la organización.
• Una necesidad de coordinación permanente.
La Revolución Industrial es la génesis de la teoría científica de la administración. Con ella aparecen los estudios sobre la productividad humana, la investigación administrativa, los principios administrativos, los conceptos de administración, las funciones de ésta y el enfoque de proceso.
Siglo XX.
Se caracteriza por un gran desarrollo tecnológico e industrial y, consecuentemente por la consolidación de la administración. A principios de este siglo surge la administración científica, siendo Frederick Winslow Taylor su indicador; de ahí en adelante, multitud de autores se dedican al estudio de esta disciplina. La administración se torna indispensable en el manejo de cualquier tipo de empresa, ya que a través de aquélla se logra la obtención de eficiencia, la optimización de los recursos y la simplificación del trabajo.
En la actualidad, la administración se aplica
En cualquier actividad organizada: desde la realización de un evento deportivo hasta el lanzamiento de un cohete interespacial, siendo imprescindible para el buen funcionamiento de cualquier organismo social.
A partir de la revolución industrial surgió la necesidad de desarrollar teorías, principios y modelos, que facilitaran la comprensión de la realidad y que permitieran introducir cambios y mejoras con el menor grado de incertidumbre en los resultados finales.
EL SISTEMA DOMÈSTICO
Este sistema doméstico de trabajo en pequeña escala, con un número reducido de operarios, era característico de todo tipo de actividades, incluso, en aquellas que requerían trasladarse a un centro de producción, como las minas, los trabajadores realizaban sus tareas en forma individual o en pequeñas cuadrillas y a su propio ritmo de trabajo y tenían el control de sus instrumentos de trabajo, del proceso productivo y del producto obtenido, cuya velocidad de producción dependía de las habilidades, interés y necesidad de cada productor; los elementos ajenos al patrimonio del trabajador podían ser la propia materia prima o las fuentes de explotación de las mismas, como en el caso de yacimientos minerales o de otros productos.
La energía empleada en las tareas artesanales era la humana, combinada con la utilización de la animal y aprovechamiento de la energía del viento y el agua con máquinas que basaban su desempeño en la aplicación de poleas y engranes, principalmente fabricadas con madera.
El sistema domestico funcionaba del siguiente modo: un comerciante-empresario distribuía las materias primas y les pagaba por pieza elaborada. Estos productos (hilo o tejido) eran acabados en talleres urbanos y luego colocados en el mercado por el comerciante-empresario. El sistema tenía evidentes ventajas para el comerciante-empresario, ya que permitía escapar del control de los gremios urbanos, utilizar mano de obra barata disponible en el campo y evitar costosas inversiones en las instalaciones y maquinarias. Para los campesinos, significaba la posibilidad de obtener un ingreso complementario al agrícola en las épocas en que descendían las actividades rurales.
Tenía las siguientes características:
• El empresario (capitalista) era generalmente un comerciante no un industrial. Proporcionaba materia prima a los campesinos, esencialmente mujeres, y éstas la trabajaban en su hogar.
• La industria doméstica y su declive ante las nuevas formas de producción
• El pago se realizaba mediante salario. El campesino no era dueño ni de la materia prima ni del producto resultante, aunque sí lo era de los útiles de trabajo.
• La producción trascendía la limitación del mercado local o regional, estaba destinada a la exportación.
• Esta actividad se desarrolló al margen de la reglamentación de los gremios de artesanos. Dependía del capital mercantil.
• El proceso de trabajo era sencillo y no requería una maquinaria compleja.
• Se concentró esencialmente en el sector textil, con la fabricación de mercancías de lana o lino.
EL SISTEMA DE TRABAJO A DOMILICIO
La aparición de herramientas más eficientes para producir hacía que quienes no podían adquirirlas estuvieran en desigualdad en la competencia con los demás fabricantes. Por otra parte quienes contaban con máquinas podían además controlar y acaparar la materia prima.
A partir del siglo XVI fue desarrollándose paulatinamente una nueva forma de organización conocida con el nombre de "industria a domicilio", cuya mayor difusión tuvo lugar durante los siglos XVII y XVIII. Era un sistema descentralizado de producción, en el que los trabajadores realizaban las tareas en sus domicilios, con herramientas que en general eran de su pertenencia. Trabajaban para un comerciante-empresario, que les encargaba los trabajos y les suministraba materia prima, retirando luego las piezas elaboradas, que eran vendidas en mercados no locales, europeos o ultramarinos. La mayor parte de los trabajadores eran campesinos que realizaban sus actividades industriales en los tiempos muertos que dejaban las tareas agrícolas.
Ventajas: se trataba de un sistema muy flexible, en el que la producción se regulaba de acuerdo con la demanda, y en el que no existía una obligación por parte del empresario de mantener un vínculo permanente con los trabajadores. Los costos fijos eran mínimos y los salarios más bajos, ya que no se aplicaban las regulaciones que establecían los gremios para la industria urbana. Los trabajadores aceptaban recibir un pago menor porque para ellos se trataba de una actividad complementaria, pues su ocupación principal era la agricultura.
En las zonas agrícolas menos fértiles la industria a domicilio ofreció la posibilidad de mejorar los ingresos de los campesinos, ya que a la producción de la tierra sumaban las remuneraciones provenientes del trabajo industrial.
El
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