La cámara Lucida De Ronald Barthes, Sobre La Fotografía
Enviado por Jimena53232 • 26 de Abril de 2013 • 1.677 Palabras (7 Páginas) • 901 Visitas
La cámara Lucida de Ronald Barthes, Nota sobre la fotografía:
En la cámara lucida, Nota sobre la fotografía, de Roland Barthes, quien fue un semiólogo ensayista, escritor y crítico francés, nacido en 1915, es la parte final de una trilogía y lejos de ser un análisis teórico es una interpretación afectiva de la fotografía, ya que nos habla sobre la muerte, el tiempo y la nostalgia; es un ensayo que fue escrito luego de la muerte de su madre, en el cual trata en los capítulos finales, en la segunda parte, de ese amor materno a través de una fotografía en particular.
Y lo que principalmente le interesa a Barthes, con lo cual nos introduce a su texto, es aquella característica de la fotografía que la distingue del cine y de los otros medios. Donde para él, la esencia de la fotografía se halla en la “obstinación del referente, de estar siempre ahí, su momificación”. Es decir, lo que remite la fotografía es el referente, lo observado en ella, es ese momento único que representa y que nos produce dos sentimientos o estigmas.
Barthes plantea que existen dos elementos en la fotografía que la hacen única: por un lado, el studium, que tiene que ver con la cultura y el gusto, lo que se puede apreciar al solo mirarla; y por otro lado, el punctum; que vendría a ser como un pinchazo, que le causa o despierta una herida, algunas veces ese detalle que lo agita, lo mueve. Y que para cada persona puede ser distinto, ya que para él ese punctum lo encontró en una fotografía de varias, al mirar algunas de su familia, por ejemplo, la cual es la que relata sobre su madre a los 5 años junto a su hermano en un Invernadero. Donde para nosotros quizás solo sea una foto mas, como cualquiera diría Barthes, donde podríamos apreciar solo el studium, la vestimenta, el peinado de la época, etc.
Nos dice que él no clasifica la fotografía y menos expondría las técnicas, o estilos y que por lo cual su obra, aclara, podría llegar a defraudar a los fotógrafos, es decir, partiendo de la fotografía se han analizado sus cualidades estéticas, empíricas y retoricas, el estilo de una foto, es lo que hace que una foto sea lenguaje, las fotografías son de doble realidad, el pasado, el “esto ha sido”, la muerte, son un retrato de la eternidad, una presencia fugas que muestra detalles concretos, información que nos conmueve, una combinación de placer y dolor. La cámara repite en infinito lo que tuvo lugar en un solo instante, solo esa ocasión, el encuentro, lo real en su expresión infatigable. Y se interpreta que para tomar una fotografía debe existir una reflexión, ¿por qué tomar un objeto y no tal otro?
El objeto es un referente, lo que representa la fotografía, es por eso que cuando la vemos, lo que en realidad miramos es eso que esta adherida a ella y no la fotografía misma.
“La foto puede ser objeto de tres prácticas: hacer, experimentar y mirar. El operator enfoca al spectrum, y lo ve el spectator”.
Barthes nos dice que al no ser fotógrafo solo puede remitirse a dos sentimientos, del sujeto mirado y del sujeto mirante. Y que las personas al encontrarse en una situación de ser observadas tendemos a posar. Y nos preguntamos ¿cómo hacemos para que el papel nos perciba de tal o cual forma? Al posar nos enfocamos en una imagen por adelantado, un sujeto deviene en objeto. Posar es definido por dicho autor, como la forma en que una persona decide colocarse antes de salir en la imagen, en algunos de los casos, al momento de posar, se están enfrentando a una personalidad o imagen que queremos proyectar y no precisamente mostrara a la personalidad que realmente tenemos, es importante tener en cuesta esta cuestión, porque siempre estarán posando de una manera u otra y nos será imposible encontrar su lado ser, como realmente es.
Por otro lado, se pregunta ¿Por qué el cuerpo nunca encuentra su lado cero?
Cito: "estoy condenado por la fotografía, que cree obrar bien, al tener siempre un aspecto: mi cuerpo jamás encuentra su lado cero, nadie se lo da". El lado cero vendría a ser aquel que se encuentra libre de poses, donde mostramos lo que en verdad somos. Pero cabe aclarar que nunca nos encontramos en un lado natural, a menos que nos encontremos totalmente solos.
La fotografía nos condena a tener siempre un aspecto del cual estamos actuando de manera consciente o inconsciente. Nuestro cuerpo jamás encuentra su lado cero porque nadie se lo da.
Siguiendo el texto el autor se encuentra con una encrucijada y se plantea ¿A quién realmente pertenece la fotografía? Hablar sobre a quién le pertenece la fotografía, nos dice que es una cuestión difícil de tratar ya que el operador, o fotógrafo, tanto el objeto fotografiado, retratado o el espectador tienen mucho que ver en el valor mismo de una imagen, en el foto retrato es donde los imaginarios se cruzan,
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