La debilidad de la república - Alberto М. Вinder

LA DEBILIDAD DE LA REPÚBLICA-ALBERTO M. BINDER”

Es importante hacer una reflexión al leer textos como el de Binder, que nos hace referencia los sistemas de impartición de justicia. México es un país objeto de diferentes puntos de opinión interna y externamente, respecto de nuestro sistema de justicia, si es que realmente el objetivo de impartir la misma se cumple.

Tal parece, que el sistema de justicia penal se basa en la creación de un expediente, el cual es todo un proceso solemne, pues las formalidades se basan el dicho expediente y no en un proceso de juicio, empezando por el esmero en crear el expediente, sus colores, sus sellos, su forma de rotularlos e incluso, el arte de coserlos. Eso es lo que pasa a ser una víctima, un inculpado; un expediente que se engorda diligencia tras diligencia, que más bien parecen audiencias secretas, pues el contenido no es claro, y pocas veces las personas saben lo que quiso decir el juez, si la actuación quien acusa fue conforme a derecho, y la actuación del defensor fue objetiva y claro, si fue realizada con el mayor ánimo de trabajar por el derecho a la defensa de la misma, pero haciendo un análisis realmente profundo, lograríamos desenredar las entrañas del sistema de justicia penal, como que los sueldos de los fiscales son muy bajos, como las compensaciones que reciben por puestas a disposición, como la falta de seriedad de algunos jueces, pero claro, en toda esa maraña hay quienes desempeñan su trabajo dando lo mejor de si, sin embargo son nombres desconocidos, cuyas voces son calladas o minimizadas por hacerlo bien.

Probablemente dar a conocer esas problemáticas sería un punto a favor de la reforma, para implementar el nuevo sistema de justicia penal. Pues hay esperanzas sobre dicho sistema, la principal es la impartición de justicia justa, es decir, que realmente funcione, pues el sistema tradicional no satisface ni a víctimas ni a inculpados, sería el punto estratégico para decir que si es necesario este sistema.

Dependerá de la colaboración de todos los elementos que integran el sistema de justicia, desde las personas, hasta los términos y tiempos, pues reformar un sistema tan casado con una maquinaria jurídica tan grande y compleja, no es fácil, sin embargo la esperanza de juristas, jueces, víctimas, inculpados, secretarios, abogados, e incluso de personas en contra, está en esperar y prepararse lo mejor posible para ver que nos depara y como operará el nuevo sistema de justicia, y el punto medular, que lo mejor sea que no encuentren como empezar a viciarlo y desviarlo de su objetivo principal: impartir justicia de la mejor forma posible.

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