La primera regla del club de la pelea es que no se habla sobre el club de la pelea.

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La primera regla del club de la pelea es que no se habla sobre el club de la pelea.

El libro está escrito en primera persona, empieza por el final, nuestro protagonista el cual nunca conocemos el nombre en la novela, nos presenta a Tyler y nos comenta que tiene problemas de insomnio, también los dice que viaja mucho por su trabajo.
En la primera escena del libro nos cuenta que se encuentra con Tyler en un edificio y éste tiene un arma metida en la boca de nuestro narrador. Luego nos dice cómo conoció a Tyler, que en uno de sus viajes de trabajo terminó quedándose dormido en la playa para luego despertar y ver a Tyler acomodando unos troncos en la arena de la playa, los cuales durante un minuto darán la sombra de una mano y que todo eso valía la pena por un minuto de perfección.
Tyler trabaja de mesero en un hotel y como proyeccionista de cine. Luego nos platica que en su trabajo de mesero hace cosas desagradables con la comida que lleva, como flatulencias, orina o saliva en la comida. Y en el trabajo de proyeccionista se dedica a pegar imágenes fuertes, poniendo un cuadro por segundo para que el ojo humano no lo detecte pero el subconsciente sí.

Nuestro narrador nos cuenta de su insomnio y que va a grupos de apoyo de personas con cáncer, parásitos cerebrales y otras enfermedades terminales; aclarando que nuestro narrador no tiene ninguna de estas enfermedades, pero ir a esos grupos, liberarse, llorar y sacar todo, es lo que lo ayuda a poder dormir.
Hasta que conoce a Marla.
Marla Singer llega a su reunión del grupo de apoyo de cáncer de testículos y la presencia de ella lo incomoda, de inmediato se da cuenta de que ella al igual que él, no tiene ninguna enfermedad terminal y solo va a los grupos porque sí. Habla con ella, le dice que se aleje porque por su culpa de nuevo no puede dormir.
Al volver de uno de sus viajes, nuestro narrador nos dice que su departamento ha explotado, las llaves de gas estaban abiertas y todo explotó. Es ahí cuando se va a vivir con Tyler, el cual le consigue trabajo como mesero junto con él.
Una noche le llama Marla diciéndole que intentó suicidarse, Tyler es quien contesta y va en su rescate. Al día siguiente los escucha juntos en la habitación de Tyler. Después de ahí ella va regularmente a la casa.
Tyler tiene un negocio de hacer jabón, que se ayuda con grasa que le manda la madre Marla a ella para que se la inyecte en las arrugas.

Una noche mientras están en un bar, salen al estacionamiento y empiezan a pelear, es ahí cuando deciden formar el club de la pelea, juntándose los sábados en el sótano de un bar. La primera regla es que no se habla del club de la pelea. La segunda regla es que no se habla del club de la pelea. Las demás reglas dicen que si es tu primera noche en el club tienes que pelear. Las peleas son sin camisa y sin zapatos. Dura lo que tengan que durar.

El pelear los libera, el club de la pelea está formado por hombres que han sido criados por mujeres que pelean para hacerse hombres.
Pero Tyler lleva todo a otro extremo, lo que empezó como el simple club de la pelea se transforma en el Proyecto de estragos, donde para entrar tienen que esperar 3 días fuera de la casa hasta que son aceptados. Todos los integrantes son tratados como monos espaciales que siguen ordenes, los cuales siguen con la fábrica de jabón y cumplimento las misiones que les da Tyler, que consisten en pelear, matar, asaltar, entre otras cosas.

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