La relación entre el mercado negro y la ética
Enviado por Lía de los Ríos • 19 de Octubre de 2016 • Ensayo • 1.635 Palabras (7 Páginas) • 397 Visitas
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El Mercado Negro y su relación ética.
Lía Monserrat de los Ríos Cortés
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Belinda Jiménez
Ética, persona y sociedad
Borrador del ensayo final
ITESM
Abril, 2016
El Mercado Negro y su relación ética.
Actualmente ante la fluctuante economía que probablemente en vez de beneficiarnos, solamente nos trae repercuciones negativas, hasta el cual en cierto punto pone en tela de juicio qué es lo ético y cómo es qué, de manera ética debemos afrontar las situaciones, para de esta manera sobrevivir en esta sociedad posiblemente consumista. (M. V. 2015).
“La economía política lejos de contrariarle, más bien viene en su ayuda. En efecto, constatar que la actividad social consiste parcialmente en la creación agrícola, industrial y comercial de la riqueza, es constatar igualmente que la actividad individual tiene en parte por objetivo la búsqueda del bienestar.” (Walras, 1867)
El objetivo de este ensayo será el hablar de el mercado negro, en qué consiste, cómo surgió, y qué repercuciones negativas y positivas que pueda dar a la sociedad.
“El criterio de justicia dispone el ordenamiento social y una jerarquía entre las ramas de la economía política.” (Rivera, 2012).
El mercado negro se considera una manifestación externa de un gobierno que dificulta el funcionamiento de los mercados libres. Este se desarrolla con cualquier bien o servicio, cuando el mercado libre le niega el acceso al consumidor. El contrabando es una transacción informal e ilegal, ya que no se regularizan con alguna identidad ante el gobierno fiscal, además de evadir impuestos. Aquí es donde una persona externa al autor o propietario se apropia ilegalmente de mercancia, para revenderla a un menor o mayor precio, dependiendo de la demanda que haya en base a un producto. Por lo tanto, se vuelve indispensable el analizar cuáles deben ser los rasgos de este proceso y cuál es el papel que las éticas aplicadas desempeñan en este mismo (Gang, 2008).
“El Estado debe garantizar un marco institucional que facilite condiciones de igualdad para que la acción libre de los individuos conduzca a posiciones finales que reflejen los diferentes talentos, esfuerzos y ahorros personales” (Rivera, 2012). Las éticas aplicadas surgen como una necesidad social. Las sociedades precisan dar respuesta a las cuestiones que se les plantean y no pueden hacerlo desde un código único, sino desde las éticas aplicadas que ya están rigiendo como una parte de la realidad social.
Órganos del cuerpo humano, animales exóticos, armamento, drogas, documentos importantes, tecnologías avanzadas, y hasta trata de personas, son algunas de las transacciones que se hacen dentro de este. Dicho sistema viola todo derecho humano, del ser vivo y de autor, y pone en riesgo la vida, al no estar especificado cual es el propósito o el fin de la adquisición de estos. (M. V, 2015).
La economía, la moral y la ética tienen una relación incomoda, por lo cual la economía moderna debe ser regularizada por criterios éticos. El mercado requiere de la constante ética para su buen funcionamiento y mantenimiento; valores como honestidad, confianza, buena voluntad, son la clave para la obtención este resultado. Por la falta de estos y la violación de la ley es que el mercado negro es considerado no ético. (González, J. I. 2011).
Como respuesta al querer eliminar estos actos ilicitos y traer la ética nuevamente a la práctica, existen tres formas de acción posible; “negarla por imposibilidad, negarla por improcedencia o afirmarla como clave y propuesta. “ (Ramos, 2009). Para ilustrar el tema, se planteará un caso que regularmente sucede dentro de las transacciones ilicitas; la venta de organos.
Bioética
“La bioética ha surgido de la ética médica, centrada en la relación médico-paciente. Esta supone un intento de conseguir un enfoque secular, interdisciplinario, prospectivo, global y sistemático, de todas las cuestiones éticas que conciernen a la investigación sobre el ser humano y en especial a la biología y la medicina.” (León, 1995).
Actualmente se están proponiendo reformas y leyes las cuales legitimasen la venta libre de órganos, para de esta manera disminuir las transacciones del mercado negro, y de esta manera tener un control de quién vende, quién compra, y cuales son los fines, si propios o con fines de lucro para una reventa. Ante estas propuestas se han puesto en dialogo ciertos dilemas éticos. Como conocemos actualmente el proceso tradicional y legal es la donación de órganos voluntaria, ejerciendo el derecho de autonomía por parte del hombre. Entonces, se convierte en un acto altruista por parte de familiares de fallecidos, el propio fallecido previo a su muerte, o en vida al motivarse por querer ayudar a terceros, siendo aceptado de forma moral y ética por parte de la sociedad (León, 1995).
“La reflexión bioética se basa en los hechos y en principios y reglas. La bioética no quiere principios determinados de forma abstracta y autoritaria. Tampoco quiere un sistema de principios que funcionarán como prohibiciones incuestionables“ (León, 1995). El posible avance tecnológico y económico tan progresivo que se da en nuestra sociedad quizá ha modificado las limitaciones de el empoderamiento del cuerpo, y de la ciencia sobre esta, cambiando la forma de relacionar la ética con las situaciones que surgen sobre esta y poniendo en tela de juicio si es moralmente aceptable el que se modifiquen criterios éticos, por formar parte de la vida.
Consecuencialismo
Dentro de esta situación planteada como es la venta de órganos, se puede analizar desde dos posturas distintas donde ambas concuerdan y se contradicen a la par: como se vio durante el curso de Ética aplicada, el consecuencialismo dentro de su doctrina establece que los fines de una acción suponen la base de cualquier apreciación moral que se hace sobre esta acción. “Toda obligación moral se deriva en última instancia del principio de utilidad” (Bentham, citado por Zurriaráin, 2008).
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