Lazarillo De Tormes - Tratado Dos.

Lazarillo de Tormes

Tercer Tratado

Resumen

Después de escapar del ciego, Lázaro se encuentra con un sacerdote, a quien ayuda en una misa. Creyendo que tendría una mejor vida con el religioso, decide tomarlo como amo, aunque al poco tiempo descubre que es más avaro que el ciego. Su casa es muy humilde y casi no tiene posesiones excepto por un cofre donde guarda pan, pero nunca se lo comparte a Lázaro. El pobre Lázaro pasa mucha hambruna ya que solo es alimentado con cebollas y restos de comida del clérigo. Un día, Lázaro, muy hambriento, aprovecha que un vendedor ambulante pasa por el camino, y le pide que le ayude a encontrar la llave “perdida” de su amo. Tras encontrarla, Lázaro cree haber encontrado la solución a sus problemas y se levanta todas las noches a robar trozos de pan, sin embargo pronto el sacerdote nota que algo extraño pasa con sus panes y decide llevar la cuenta de ellos. Lázaro se preocupa porque ya no podrá robar pan, se las ingenia y aprovechando lo viejo del baúl, le hace rasguños al pan para que el sacerdote crea que los ratones se comían el pan. Preocupado y tras consultar con sus vecinos, el sacerdote llega a creer que una culebra se entró a su casa y se mantiene en vela todas las noches para vigilar el cofre, así que ahora Lázaro debe robar pan durante el día cuando el clérigo sale. Lázaro esconde la llave en su boca por las noches para no ser descubierto, aunque una noche, mientras dormía sobre el pajar, la llave en su boca produce silbidos. El clérigo, alarmado, acude con un garrote y, en la oscuridad, le pega a Lázaro, quien se levanta ensangrentado y llorando. Se mantiene inconsciente por tres días durante los cuales las vecinas lo alimentan con escasa comida. Al despertar, esta vendado y lleno de moretones en la cabeza. El clérigo lo lleva a la puerta de su casa y le explica que ya no puede ser su amo pues el es muy diligente.

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