Lo que no tiene nombre

Ensayo Lo Que No Tiene Nombre

Autor:

Yeimar Camilo Quejada Hinestroza – 749970

Facultad De Ciencias Humanas Y Sociales, Corporación Universitaria Minuto De Dios

Nrc: 7780, Nuevos Ámbitos Ocupacionales

Laura Paloma Cano Moncada

4 SEPTIEMBRE 2022

Introducción

Hoy en día, la literatura con el paso del tiempo se ha convertido en un factor personal del ser humano, en donde se plasman ideas, pensamientos, estados de ánimos, que permite la evocación de tristeza pero también de felicidad, en la que se le brinda al individuo imaginar, explorar, mundos diferentes al que lo rodea cotidianamente, cada vez más se vuelve un tema de gran interés para la humanidad gracias a que durante décadas simplemente nos hemos regido por el vivir en el ahora, el cual está ligado a experiencias propias que quizás nos vuelvan personas poco sociables y deprimidas, haciendo a un lado las aventuras imaginarias que se pueden construir partiendo de una lectura, la cual cumple la función de desconectarnos de la realidad para vivir cosas que imaginamos pero que no se logran cumplir de forma material debido a las situaciones que nos atan hacer feliz o buscar una mejor manera de construirla.

Lo Que No Tiene Nombre

El libro lo que no tiene nombre es considerado una literatura muy interesante puesto que contiene factores o temas un poco difíciles de abordar como lo es el duelo, el suicidio y la de presión, más cuando se trata de la muerte de un ser querido, en este caso la de Daniel, un joven artista plástico hijo de la escritora Piedad Bonnett, que a sus 20 años de edad es diagnosticado con esquizofrenia y desde entonces luchó por años contra su enfermedad mental y una depresión agudizada a causa de unas pastillas contra el acné, el cual ocho años después de ser diagnosticado, el 14 de mayo de 2011, mientras cursaba una maestría en la universidad de Columbia en Nueva York, decidió quitarse la vida arrojándose desde la terraza de su apartamento. Este caso permite convertir una historia personal en una experiencia general, debido a las diferentes maneras o perspectivas que cada individuo enfrenta la vida y afronta el duelo o pérdida.

Lo que no tiene nombre proviene de una serie de situaciones que son los causantes del deterioro de la salud de una persona a corto o largo plazo, la cual uno de los determinantes se debe a las presiones constantes de un mundo exigente y caótico, y por consiguiente estas interfieren en el estado de ánimo y el comportamiento del individuo, cohibiendo de que este sujeto se realice conforme a sus deseos o lo que realmente le produce placer.

Sin embargo haciendo énfasis con lo antes mencionado es de suma importancia tener en cuenta la trayectoria del sujeto, ya que parte de la historia que este tiene y que a partir de esto se pueden desencadenar muchos factores de los cuales se observan detalladamente en cada fragmento que se cuenta, como lo es el dolor, la enfermedad, la locura y el suicidio se distinguen pensamientos instantáneos y episodios decisivos de la vida de Daniel, observándose factores vulnerados por el mismo y por los demás, evocando de esa manera el deterioro del estado mental como físico.

Por otro lado están las imagen del hombre amordazado y el perro muerto con bozal, collar de castigo y atado a un lazo. Situación semejante o igual por la que tal vez pudo a ver pasado Daniel, sintiéndose reprimido y atado por la enfermedad, la sensación de encierro que sentía la cual no le permitía ser él mismo, impidiéndole expresarse, expresar su dolor o los deseo que sentía de realizar para satisfacer sus necesidades, por ende durante mucho tiempo vivió en estado de confusión y desasosiego, amenazado por la paranoia que esto le producía.

Con referencia a este libro, cabe resaltar que su intención no es la de responder preguntas ya que su objetivo es el de plantear al lector un interrogante, para abrir una perspectiva diferente, que permita al individuo un conocimiento para enfrentar situaciones e interacciones con los demás y que por ende contribuya al mejoramiento de las actitudes. Aunque existan creencias se debe tener conciencia de nosotros mismos. Dicha herramienta permite equilibrarse y poder tener mejor manejo de enfermedades, comportamientos y el autorreconocimiento.

La peculiaridad que llama la atención después de leer las páginas de Lo que no tiene nombre es que Piedad Bonet logra abordar los hechos de una manera difícil pero no obstante detalla minuciosamente los hechos que conllevaron a esta tragedia, debido a que, la intención es hacer comprensible el enfrentamiento a la muerte, el suicidio y la depresión, por lo que lo hace todo con la mayor naturalidad posible dándole prioridad al hecho de instaurar o generar conciencia aunque estuviera perturbada por  el dolor y la emoción.

 Al leer este libro, se podrá comprender la enfermedad, reconocer sus características y tratar con comprensión a quienes la padecen de igual forma como lo hizo Piedad, que acompañó a su hijo en el proceso "hasta el final". Es decir, caminó junto a su hijo, trató de cambiar la ruta, para que de cierta manera esta situación no se tornara como un factor para llegar a quitarse la vida.

 Con la repentina partida de Daniel,  Bonet se ahoga en el dolor y explica lo que le pasó a él con respecto a su enfermedad; en la que se refiere que  durante años se sometió a un tratamiento psiquiátrico. En donde mediante todos estos misterios o desconocimientos de la enfermedad producían querer encontrar una pista sobre su fatal enfermedad, sus  horas finales, y así acercarse  a sí mismo y al mundo incomprensible. A través de sus páginas nos convertimos en esa madre, experimentando la agonía de no saber que continuaba para su vida en base a esta enfermedad, viviendo en un mundo turbulento y tormentoso.

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