Los no lugares. Marc Augé
Enviado por Daniel Caraveo • 19 de Mayo de 2022 • Ensayo • 1.634 Palabras (7 Páginas) • 139 Visitas
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Introducción
Marc Augé, antropólogo y etnógrafo francés, con su libro “Los no lugares. Espacios del anonimato. Antropología sobre la modernidad”, nos explica lo que es un lugar y lo que es un no lugar. Esto lo hizo estudiando la organización social, la cultura y la historia de una comunidad tradicional de África, dándose cuenta de que cuando un grupo, como pueden ser las sociedades actuales, carecen de lo anterior nace el fenómeno conocido como un “No lugar”, derivado de la sobremodernidad en la que actualmente vivimos.
Desarrollo
En el primer capítulo, Lo cercano y el afuera, el autor explica la diferencia entre la etnología y la antropología. Menciona que toda etnología supone un testigo directo de una actualidad presente que necesita circunscribir aproximativamente los límites de un grupo social a conocer y que lo reconocerá, mientras que la antropología recurre a testimonios de terceros y a otros ámbitos diferentes del suyo.
La investigación antropológica la intenta definir a partir de dos comprobaciones:
La primera se refiere a la investigación antropológica, que trata hoy la cuestión del otro que tiene por objeto interpretar la interpretación que otros hacen de la categoría del otro en los diferentes niveles en que sitúan su lugar e imponen su necesidad. Trata del presente, suficiente para distinguirla de la historia, y lo trata simultáneamente en varios sentidos, distinguiéndose así de otras ciencias sociales. Trata de todos los otros: el otro exótico, el otro de los otros, el otro étnico o cultural, el otro social y el otro íntimo.
La segunda comprobación se refiere al mundo en el que la antropología descubre sus objetos y,particularmente, al mundo contemporáneo, este por el hecho de sus transformaciones aceleradas que propician una superabundancia de acontecimientos correspondientes a una situación que podríamos llamar de "sobremodernidad" para dar cuenta de su modalidad esencial: el exceso...
Auge habla acerca de tres de estas transformaciones, definidas como figuras del exceso:
La primera se refiere a la aceleración del tiempo, al como logramos percibir este, lo que conlleva también a la aceleración de la historia, que corresponde a una multiplicación de acontecimientos generalmente no previstos por sociólogos, economistas ni historiadores.
La segunda corresponde al espacio. Esta se refiere, metafóricamente al empequeñecimiento del planeta, ya que desde la intimidad de nuestras viviendas podemos contar con imágenes de todas clases, recuperadas por los satélites y asimiladas por antenas erigidas sobre los techos de hasta el pueblo más pequeño y alejado de las grandes urbes urbanas, que pueden darnos una visión instantánea y simultánea de un acontecimiento que está produciéndose ya sea en alguna ciudad vecina o del otro lado del mundo. Para finalizar con este exceso, Auge nos encamina hacia una primera definición de un “no lugar”:
Esta concepción del espacio se expresa, como hemos visto, en los cambios en escala, en la multiplicación de las referencias imaginadas e imaginarias y en la espectacular aceleración de los medios de transporte y conduce concretamente a modificaciones físicas considerables: concentraciones urbanas, traslados de poblaciones y multiplicación de lo que llamaríamos los "no lugares", por oposición al concepto sociológico de lugar, asociado por Mauss y toda una tradición etnológica con el de cultura localizada en el tiempo y en el espacio. Los no lugares son tanto las instalaciones necesarias para la circulación acelerada de personas y bienes (vías rápidas, empalmes de rutas, aeropuertos) como los medios de transporte mismos o los grandes centros comerciales, o también los campos de tránsito prolongado donde se estacionan los refugiados del planeta. (Augé, 1992, p. 40)
La tercera figura del exceso es la figura del ego, del individuo, pudiéndose explicar como la exacerbación de la arrogancia provocada por un universo sin territorialidad. Augé asocia este ego con los límites espacio – temporales característicos de la sobremodernidad.
Estas figuras del exceso crean en las personas una nueva forma de percibir el espacio y el tiempo; y crean nuevas situaciones del tránsito.
En el segundo capítulo, El lugar antropológico, se habla principalmente de lo que a lugar se refiere como concepto.
El lugar antropológico es de escala variable, es considerado identificatorio, relacional e histórico. El habitante del lugar antropológico vive en la historia, no hace historia y las relaciones vividas en el espacio se inscriben también en la duración, y las formas espaciales simples que acabamos de mencionar no se concretan sino en y por el tiempo.
En el tercer capítulo, De los lugares a los no lugares, se continua con el concepto de lugar. Un lugar es un espacio de identidad, relacional e histórico; la modernidad nunca logrará borrarlos, sino que los pone en un segundo plano y fungen como indicadores del tiempo que transcurrió y sigue transcurriendo. Estos perduran al igual que las palabras que los expresan y los expresarán aún, a diferencia de los no lugares, que son espacios que no son en sí lugares antropológicos ya que no logran integrar ningún lugar antiguo.
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