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Luis Spota (1925-1985)


Enviado por   •  30 de Noviembre de 2015  •  Ensayo  •  2.116 Palabras (9 Páginas)  •  243 Visitas

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Sobre el autor.

Luis Spota (1925-1985) Nacido en la Ciudad de México, fue un escritor y famoso periodista autodidacta mexicano, autor de más de 30 libros, de los cuales, varios han sido traducidos a más de diez idiomas.

Colaborador de la revista “Hoy”, “Mujeres y deportes”, y “Novelas de pantalla”.

Pionero en el periódico “Excelsior”, obteniendo el Premio de Periodismo en 1948. Director de la publicación “Claridades”, “El Heraldo”, y miembro de La Asociación Mexicana de Periodistas.

Su obra novelística se caracteriza por abordar la vida urbana en México de los 50’s y 60’s.

Casi el Paraíso.

La novela comienza narrando la historia del Príncipe Ugo Conti, un hombre que vive a costillas de una mujer llamada Liz Avrell, una mujer viuda, muy adinerada, dueña de varias tiendas de abarrotes, que obtiene del joven príncipe grandes favores sexuales, a cambio de mantenerlo bajo una vida ‘bien’, creyéndolo enamorado de ella.

La mujer, quien lo cree enamorado, vive amada y pasionalmente a su lado un tórrido romance en su yate, dándole a manos llenas todo aquello que el príncipe desea. Cerca de las costas mexicanas, se encuentran con otro barco, quienes estás en él, le piden su ayuda pues se han quedado sin combustible y La Sra. Avrell le ordena a su capitán que les de lo que desean. Ahí conocen a una trigueña mujer llamada Carmen, quien no oculta su interés por aquel  guapo príncipe, y lo invita a pasar unos días en la costa de Acapulco, el accede, y es presentado ante algunos miembros de la sociedad, quedando al descubierto que, Carmen ya sabia de su llegada y todo había estado planeado, pues la mujer no podía perderse la oportunidad de codearse con un miembro de la realeza.

Cuando éste joven príncipe siente ya la seguridad monetaria al lado de ésta vieja mujer,  le propone matrimonio, dándole a ella la mayor da las alegrías.

Pero esto no dura mucho, pues ella decide contárselo a sus hijos, y ellos no comparten su felicidad, congelando así sus cuentas bancarias pues ellos llevaban la dirección de sus bienes, generando el disgusto del príncipe, quien decide dejarla para poder buscar otra manera de obtener dinero.

Después la historia nos lleva a un buque lleno de prostitutas donde una de ellas está a punto de dar a luz ahí, en ese lugar sucio, lleno de moho, y de mujeres que ni siquiera son capaces de preocuparse por ellas mismas, venían de ‘trabajar’ por decirlo así, Dominica gemía de dolor pues su bebé ya estaba a punto de nacer y una de las mujeres se acerca a socorrerla, gritando y generando curiosidad entre las demás quienes también se acercan a ayudar, nace de ella un varón, al que al principio desprecia por no saber quien es su padre, y pide a la mujer lo tire por la borda, pero que después, con ojos de amor de madre, aprecia y lo nombra Amadeo.

El chico crece en la calle donde su madre trabaja, rodeado siempre de mujerzuelas maleducadas y enfermas, su madre siempre que conseguía clientes, lo ponía fuera de la puerta, arropado, a la espera de largas horas a que terminara de complacer a los hombres, pero Amadeo, que era pequeño, no sabia el oficio de su madre.

Al cumplir más edad, una mujer de esa misma calle logra seducirlo dándole dinero, haciéndolo saber que con sus favores el podía conseguir su propio dinero, al descubrir tal cosa su madre, llena de rabia, apuñala a la otra mujer, creando caos en la callecita, llegando los policías a apresarla, dejando a Amadeo. Ella ya estaba enferma, y al salir de la cárcel, lo único que le esperaba era su muerte, murió con su hijo al lado, en la casa de una mujer que tuvo lástima. Amadeo viajó a casa de unos conocidos de su madre, pero aquella mujer, por supuesto, lo puso a trabajar. Allá conoció a una chica, a la cual enamoró y sedujo hasta obtener de ella lo que buscaba, ella quedó embarazada y el padre de la muchacha buscaba a Amadeo para matarlo, él fue avisado y logró huir. Entró a servir a unos militares, les ayudaba a conseguir todo aquello que ellos querían, pues gracias a una prostituta de nombre Nina, estaba en un burdel como ayudante pero vio que ahí no obtendría nada de lo que el quería, pero los militares le ayudarían a ganárselo. Robó un auto sólo para quedar bien ante Nina y uno de sus amigos que siempre le dijo que era un cobarde. Pero lograron capturarlo y apresarlo, en la cárcel conoció a Francesco, un hombre que no vestía como los demás presos, llevaba camisas de seda y fumaba cigarrillos que sacaba de su brillante estuche. Se hizo gran amigo suyo pero al salir, le hizo la promesa de volver, cosa que nunca cumplió. Al salir, no quiso buscar ni a Nina ni a su amigo, prefirió buscar de nuevo por su cuenta. Llegó con los militares.  Estuvo ahí, hasta que se vio involucrado en la muerte de una de  las chicas, más bien hasta que tuvo que deshacerse del cuerpo de la chica al que el capitán Adams le provocó una sobredosis.  También tuvo que huir.

De regreso a la historia del Príncipe Ugo Conti, él había dejado ya a la Sra. Avrell, tomando dirección hacia México, con las joyas que ella le pidió que tomara para ir a su encuentro, pero el prefirió alejarse de ella y buscar otra manera de mantener la vida que le gustaba, sin trabajo y llena de lujos.

Ya en México buscó a Carmen, pues sabía que ella mejor que nadie podría acercarlo a gente con dinero, millonaria, a mujeres con ganas de probar su juventud y que, con tal de mantenerlo a su lado, le darían la vida que el quisiera.

Gracias a ella, y a la etiqueta de Príncipe, logró amistades con personas muy bien ubicadas en el ámbito social en México, uno de ellos fue Alonso Rionda, con quien logró gran cercanía y que, pese a que le fastidiaba la vida mostrándolo como trofeo para aparecer en las primeras planas de los periódicos, para lograr reuniones exitosas en su casa y así, el mantenía su ‘amistad’ para que el hombre sin saberlo, cumpliera sus caprichos.

Se encontró con gente ya conocida como La condesa Frida Von Becker, que era una mujer madura, adinerada, muy delgada y fina.

También conoció a mujeres que  sólo le querían para sentirse bien en la sociedad, como Martucha, o Rosalba,  pues sentían que acostándose con el conseguirían atarlo, pero el Príncipe por el contrario, buscaba algo más estable, algo que le generara ganancia y estabilidad financiera.

También conoció gente de la baja sociedad, quienes ignoraban las etiquetas y se trataban como iguales, que bebían y fumaban en el suelo, con ropas simples y cómodas, gente que el Príncipe no le incomodaba, si no por el contrario, gente con la cual se sentía cómodo con la libertad de andar por ahí solo sin necesidad de hablar siquiera. Pero esa noche, justo esa noche, Ugo se sintió muy mal cayendo desmayado en el lugar, y al despertar se encontró en un hospital con Carmen a su lado, después de 5 días de permanecer como en una especie de coma de la cual no recordaba y pensaba que era la resaca, y más tarde Carmen le informaría que fue a causa de una apendicitis.

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