Lágrimas de sangre

Lágrimas de sangre.

"Hay una leyenda sobre un pájaro que canta solo una vez en su vida, y lo hace más dulcemente que cualquier otra criatura sobre la faz de la tierra. Desde el momento que abandona el nido, busca un árbol espinoso y no descansa hasta encontrarlo. Entonces, cantando entre las crueles ramas, se clava él mismo en la espina más larga y afilada. Y al morir, envuelve su agonía en un canto más bello que el de la alondra y el del ruiseñor. El pájaro espino ofrece su vida por una sola canción. Un canto superlativo, al precio de su existencia. Pero todo el mundo enmudece para escuchar, y Dios sonríe en el cielo. Pues lo mejor solo se consigue al precio de un gran sufrimiento... Al menos, así lo dice la leyenda."

La novela del pájaro espino entorna siempre a este tema; la protagonista es muy hermosa, tanto por dentro y por fuera, pero… ¿Quién dijo que lo que es bello nunca sufre? Nadie, todos siempre sufrimos por algo o alguien, y esta obra de Colleen McCullough lo describe a la perfección.

¿Sufrimos por gusto?, ¿Qué esperamos a cambio de hacernos los mártires por algo? El sufrimiento es aquella emoción de pena, de dolor que experimenta cualquier ser vivo. El sufrimiento es la peor de las adicciones. Son innumerables los adictos al dolor. Subconscientemente, a la gente le encanta sufrir, bien sea por despecho, por dinero, por un familiar, por sí mismo, por el país, por el qué dirán, por el clima, hasta porque se le pierde un botón. Hay un millón de excusas para sufrir. Pero en realidad, ninguna vale la pena, porque el sufrimiento crea más sufrimiento. A mi criterio, nunca podemos evadir este sentimiento, pero por supuesto, lo que si podemos hacer es cuando detener, cuando poner un alto de todo eso. En la vida siempre se presentaran situaciones que impliquen sufrir, en algunas bastante, en otras no tanto, pero depende de la persona como tolere y como controle este sentimiento.

La frase: “lo mejor solo se consigue al precio de un gran sufrimiento” me hace pensar en dos cosas; 1) es un poco extremista decir eso, ya que trata de decir que nunca conseguiremos grandes cosas si no sufrimos lo bastante para ganárnoslas. Y 2) al estar pensando mucho en ese punto, por una parte tiene mucha razón, un ejemplo bastante claro sería la vida universitaria, y más en el ámbito de ciencias de la salud, sufres bastante para poder tener un promedio alto, para estudiar lo que te gusta, sufres bastante cuando vas a presentar tu examen, cuando ves los puntajes te sientes peor, y si es que logras entrar a la carrera, mucha suerte, porque a veces el problema de la carrera no es entrar, sino, salir. Con ese ejemplo, me doy cuenta de que la vida consiste en eso, tener que sufrir para poder ganar cosas buenas.

El sufrimiento es como el fuego. En verdad es fuego. Pero si uno se niega a sufrir, se adueña del fuego y éste a su vez es energía súper poderosa, con la cual podemos realizar prodigios en nuestras vidas y en las de los demás. Si pensamos en sufrimiento atraemos sufrimiento. Si pensamos en felicidad, atraemos felicidad. Los problemas y los sufrimientos se encuentran en la mente, incluso los dolores corporales. Sólo basta con dejar de pensar en ello y ya está. ¿Difícil? claro que lo es. Pero no imposible y sí muy necesario para liberarse del infierno interior que todos llevamos dentro y que expandimos afuera.

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