Maldeojo: Una historia sobre el tiempo y la belleza

Sebastián Argotti

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Una historia sobre el tiempo y la belleza

Laura Hidalgo

10 de diciembre de 2014

Maldeojo: Una historia sobre el tiempo y la belleza

        Wilson Ruales Hualca, más conocido como Huilo Ruales; nació el 25 de marzo de 1947. Es un narrador y poeta ecuatoriano oriundo de la ciudad de Ibarra. Cursó sus estudios de colegio en la ciudad de Quito para posteriormente situarse de manera intermitente en Toulouse, Francia, donde con el tiempo se iría asentando de forma permanente. Actualmente visita Ecuador con el único afán de compartir su conocimiento por medio de grupos y talleres literarios en los que se exponen tanto sus obras como la de autores destacados de la literatura universal. Cronológicamente  pertenece al grupo que conforma la Nueva Narrativa Ecuatoriana. A lo largo de su carrera como escritor ha producido textos como “La importancia de la yugular en este asunto de la vida” con el que en 1983 es distinguido en París con el Premio Hispanoamericano de Narrativa Rodolfo Welsh, Nuay cielo comuel de Kito que lo hizo acreedor del Premo Nacional de Cuento Últimas Noticias, Fetiche y Fantoche con el que gana el máximo galardon a la literatura en el Ecuador, el Premio Aurelio Espinosa Pólit en el año 93, entre otros. Debido a este inminente éxito, ha realizado la traducción de sus novelas a idiomas como el Alemán o el Frances.

        “Maldeojo”, la obra en la que nos enfocaremos en este ensayo, se nos presenta narrada por medio de los ojos de Fantoche, el único sobreviviente que, tras todas las desgracias que se le presentan a Rioseco, es el único con una perspectiva completa a lo largo del tiempo. La desgracia del pueblo se basa en la condena que tiene debido a la belleza de Graciela Del Consuelo Ramírez Estrada, más conocida como la Chela, que con su figura, altera la organización y tranquilidad de Rioseco; convirtiéndolo en un espectáculo protagonizado por ella y presenciado tanto por hombres como mujeres, debido a que, si bien los hombres son los principales interesados en admirar la belleza de la Chela, las mujeres por otra parte, toman un papel antagónico debido a la envidia que generan frente a la espectacular belleza de Graciela. Es debido a toda esta problemática que el padre de Chelita, Don Ángel Ramírez, toma la importante y caótica decisión de desaparecerla a cual precio, por medio de opciones como: colegios religiosos, viajes a otras ciudades y finalmente, el encierro. Don Ángel Ramírez tras fracasar en su intento de apartar a su hija de Rioseco, decide encerrarla en una torre custodiada por guardias “importados”, donde el único contacto que podía tener se daba con sus empleadas. Es así que, tras años de encierro y varios acontecimientos que provocan una catarsis en los habitantes del pueblo, la Chela decide salir en cuanto el señor Ramirez muere y es aquí donde se produce el cambio. “Pero ya no era la Chela. Era un esqueleto con pelo canoso. Un esqueleto blanco y fosforescente. Y lleno de pecas. Y forrado de pellejos sin planchar.” (Ruales, 1998)

        Tomando al argumento como sustento, iniciaremos el análisis de esta novela por medio de la identificación de un tema que nos guíe por los pasajes del texto y nos ayude a entender el segundo nivel discursivo por el cual Ruales nos dirigirá. Es por esto que, el mismo, será planteado como: “lo efímero y banal de la belleza en la sociedad actual”. Partiendo de este tema continuaremos con la obra, haciendo hincapié en la estrecha relación del título con el desarrollo de la misma. El autor plasma este título como un simbolismo dentro de uno de sus personajes principales, la Chelita. “El ojo de la Chela se estaba achicando bien pero bien feo.” (Ruales, 1998). Por medio del contexto cultural en el que se maneja Ruales, entendemos que el “maldeojo” no es un mal común sino que, por el contrario, tiene origen en las creencias populares. Éste, hace referencia al exceso de atención negativa que puede tener una persona, basándose en la envidia o los malos deseos que puedan ser transmitidos; y es aquí de donde parte la trama de la novela en primer lugar. Continuando con la inclusión de la cultura a lo largo de la obra, vemos como el autor nos presenta un habla dialectal que nos envuelve y nos sitúa en un plano casi real, que nos ayuda a ser parte de la obra y entender el contexto en el que se sitúa. “¡Fantoche maricón, mira lo que hizo tu perro leproso!” (Ruales, 1998). Por otra parte, uno de los recursos mejor utilizados pero a su vez menos resaltados es el uso de un plano temporal cíclico que nos plantea los hechos en un orden alterno que, sin forzarlo al punto del flashback, nos llevan a la posibilidad de situaciones como ésta que se seguirán dando debido a la belleza.

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