Medico A Palos
Enviado por nico2h • 28 de Marzo de 2013 • 5.382 Palabras (22 Páginas) • 1.091 Visitas
Resumen del libro
Sganarelle es un leñador que trabajó durante seis años para un famosos medico, con el cual aprendió algo de medicina e de latín. Este personaje, está casado con Martina, quien está cansada de sus golpes y decide vengarse.
Martina encuentra la ocasión para ello cuando Valerio y Lucas, sirvientes de Geronte, estaban buscando a un médico que cure a la hija del amo. Inventa que Sganarelle es un prestigioso médico aunque un poco excéntrico. Les dice que necesita unos buenos golpes para recordar su profesión ya que a veces la niega. Inventa incluso que ha revivido a los muertos.
Lucas y Valerio salen en busca del médico, con mucha esperanza. Lo encuentran cortando leña, con un atuendo rustico y actitud de hombre de campo, lo que reafirma la rudeza mencionada a ellos por parte de Martina. Estos le explican su situación y le piden que lo acompañen, pero Sganarelle les dice una y otra vez que él no es doctor, por lo que Valerio y Lucas hacen hasta la imposible para que lo admita.
Luego de convencerlo, los tres van hacia la casa de Geronte. Los sirvientes le cuentan a su amo los milagros que ha realizado el supuesto médico. La nodriza comenta que el mal de Lucinda, hija de Geronte, es mal de amores.
Aparece la niña enferma, que sólo dice: “han hi hom”. Sganarelle diagnostica que ha perdido el habla e inventa una larga explicación llena de términos en latín, algunos médicos y otros inventados. Todos quedan admirados por la sabiduría del doctor.
Geronte le pide una cura para su hija, ya que el novio la espera para desposarla, a lo que el médico receta pan con vino, para soltarle la lengua al igual que a los loros.
Al día siguiente Geronte paga a Sganarelle por su trabajo.
Luego aparece Leandro, quien es el verdadero amor de Lucinda, y le paga a Sganarelle para que lo ayude. Le cuenta que la enfermedad de la joven es una mentira para evitar el casamiento con Horacio, quien por ser más rico, es el elegido por Geronte para su hija.
Leandro, disfrazado de boticario llega a lo de Lucinda junto al falso médico. Lucinda recupera el habla y le dice a su padre que solamente se casará con Leandro, el amor de su vida. Gerente no lo acepta y se enfurece.
Sganarelle menciona que también tiene una cura para esa condición, sugiriéndole al boticario que le de un medicamento a Lucinda y huyen. Geronte manda a ahorcar al impostor. Llega su esposa Martina y se encuentra con que lo van a matar.
Pero de repente, llegan Leandro y Lucinda a decirle a su padre que Leandro heredó una fortuna de un tío que falleció.
Geronte lo acepta para que despose a su hija y perdona a Sganarelle. Este, perdona también a su mujer por inventar que él era médico.
Argumento de la obra de teatro “El médico a palos”
Esta obra narra la historia de un hombre rudo, de campo al que su mujer por venganza le adjudica la profesión de médico, la cual admite siendo apaleado. La trama se da cuando el protagonista es llamado para atender el caso de una joven, hija de un hombre muy poderoso, que se ha quedado sin habla. Luego de varias palizas, el supuesto médico descubre que lo que padece la chica es mal de amores ya que su padre le prohíbe que se case con su amado, debido a que la quiere desposar con un hombre rico, de su misma clase. Es llevado a cabo un plan para unir a la pareja, lo que lleva a más enredos pero con un final feliz para todos.
Guión con los diálogos de “El médico a palos”
Personajes
DON JERONIMO
BARTOLO
DOÑA PAULA
MARTINA
LEANDRO
GINES
ANDREA
LUCAS
La escena representa en el primer acto un bosque, y en los dos siguientes
una sala de casa particular, con puerta en el foro y otras dos en los lados.
La acción comienza a las once de la mañana, y se acaba a las cuatro de la
tarde.
Primer acto
Primera escena
BARTOLO, MARTINA
BARTOLO. ¡Válgate Dios, y qué durillo está este tronco El hacha se mella
toda, y él no se parte... (Corta leña de un árbol inmediato al
foro; deja después el hacha arrimada al tronco, se adelanta
hacia el proscenio, siéntase en un peñasco, saca piedra y
eslabón, enciende un cigarro y se pone a fumar.) ¡Mucho
trabajo es éste!... Y como hoy aprieta el calor, me fatigo y me
rindo y no puedo más... Dejémoslo y será lo mejor, que ahí se
quedará para cuando vuelva. Ahora vendrá bien un rato de
descanso y un cigarrillo, que esta triste vida otro la ha de
heredar... Allí viene mi mujer. ¿Qué traerá de bueno?
MARTINA. (Sale por el lado derecho del teatro). Holgazán, ¿qué haces
ahí sentado, fumando sin trabajar? ¿Sabes que tienes que
acabar de partir esa leña y llevarla al lugar, y ya es cerca de
mediodía?
BARTOLO. Anda, que si no es hoy será mañana.
MARTINA. Mira qué respuesta.
BARTOLO. Perdóname, mujer. Estoy cansado, y me senté un rato a fumar
un cigarro.
MARTINA. ¡Y que yo aguante a un marido tan poltrón y desidioso!
Levántate y trabaja.
BARTOLO. Poco a poco, mujer; si acabo de sentarme. MARTINA.
Levántate.
BARTOLO. Ahora no quiero, dulce esposa.
MARTINA. ¡Hombre sin vergüenza, sin atender a sus obligaciones!
¡Desdichada de mí
BARTOLO. ¡Ay, qué trabajo es tener mujer! Bien dice Séneca, que la
mejor es peor que un demonio.
MARTINA. Miren qué hombre tan hábil, para traer autoridades de Séneca.
BARTOLO. ¿Si soy hábil? A ver, a ver, búscame un leñador que sepa lo
que yo, ni que haya servido seis años a un médico latino, ni
que haya estudiado el quis vel qui, quae, quod vel quid, y más
adelante, como yo lo estudié.
MARTINA. Mal haya la hora en que me casé contigo.
BARTOLO. Y maldito sea el pícaro escribano que anduvo en ello.
MARTINA. Haragán, borracho.
BARTOLO. Esposa, vamos, poco a poco.
MARTINA. Yo te haré cumplir
...