Medio Ambiente
Enviado por fawo • 27 de Enero de 2015 • 231 Palabras (1 Páginas) • 159 Visitas
El asunto remite a 1873, fecha en que Ernest Haeckel (1834-1919) publicó
los fundamentos de una cosmovisión muy feliz, denominada Oiskología,
propia de los mitos y fraudes de este biólogo.
Haeckel, quien para demostrar su tesis de la Generación Espontánea falsificó
embriones (engaño descubierto por Heinz Brass) y que, poco científico sostenía:
“El calor y la lluvia engendran un género de batracios primordiales, espontáneamente,
según pude advertir” 1
Pero los econautas, insaciables, remontan orígenes al tan griego y naturalista
Anaximandro (610-547 AC). ¡Cuidado con la mitología; se defraudarán en un
mundo sin cosmética ni relojes! ¡Vuelvan a Haeckel, al Padre Histórico . . .! Allí
está el Paraíso y no existe lo fúnebre, el biocrón 2, la entropía e, inversamente, las
lluvias generan ecológicas ranas anche algunos sapos cancioneros.
Ecoloritos presuntuosos, ¡ir tan lejos!, querer que Anaximandro los apadrine ...
y no conviene al discurso. ¿Cómo culparían al hombre por “los betunes” (hoy mareas
negras) en el Mediterráneo de aquel tiempo, “donde se ahogan delfines con
resoplidos de espuma crasa”? (¿Culpa de la Esso, Shell, o de la Ulises Petroleum
Co.?). Ni encontrarían al hombre culpable de los suicidios colectivos de uros, los
últimos toros salvajes de Europa y “cuyas inmolaciones en masa –describe Anaximandro-
ocurren sin ninguna razón aparente” (. . .) “acaso un ataque de
mosquitos o de moscas picaorejas, lo ignoro, pero, tal si de súbito enloquecieran
al uníso-no, mugen, galopan y se lanzan a la mar desde un barranco, y es
un horrible morir, misterioso de Natura”. 3
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