Miguel Domínguez lo nombran Corregidor de Querétaro

A Miguel Domínguez lo nombran Corregidor de Querétaro y se va com su familia, y es en su casa comienzan a relacionarse con hombres que desean liberar a este país del yugo bajo el que vivía. Doña Josefa era una mujer a quien no estaba de acuerdo con abusar del poder, con tratar a las personas mal por ser de condición humilde, con la falta de oportunidades para quienes no eran españoles, y las injusticias que sufrían muchos campesinos a manos de hacendados que los veían casi como esclavos.

Vivían en la casa asignada para ellos, que en la planta baja tenía la cárcel. Doña Josefa solía darse sus vueltas para visitar a las presas y pedirle al carcelero que las tratara con más dignidad. Hay una denuncia para apresar a conspiradores, y Don Miguel Dominguez encierra a su mujer bajo llave (pues estaba en contra de que cateara los hogares de sus amigos) y ella, avisa al alcalde (con los golpes de sus tacones en el piso; de ahí el nombre del libro -el ruido le avisa que vaya a verla y así le da un mensaje) que vaya a San Miguel a avisar al capitán Allende que les han descubierto. Es este aviso el que hace que nuestra independencia comience en la madrugada del domingo 16 de Septiembre.

Fue una mujer muy valiente, que por estar apoyando aquello en lo que creía estuvo presa. Su marido hizo lo posible por que saliera libre (era abogado). Pero le tocó ver caer a sus amigos, y que México lograra la Independencia para que termináramos con un Emperador. La esposa de Agustín de Iturbide (que se proclama Emperador) invita a Doña Josefa a ser su dama en su corte. Doña Josefa le contestó: “Díganle a la emperatriz que quien es reina de su casa, no puede ser criada del palacio”.

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