Narnia El Caballo Y Su Niño
Enviado por evelynycony • 20 de Agosto de 2012 • 1.503 Palabras (7 Páginas) • 753 Visitas
El Caballo y su Niño
La aventura de un caballo que habla y de un niño perdido que quieren llegar a Narnia. Un viaje que es una huida y, como tal, está lleno de peligros, de temores, de incógnitas y de heroísmo.
Esta es la historia de un niño llamado Shasta, quien, durante la Época de Oro de Narnia, cuando los cuatro hermanos Pevensie eran reyes y reinas de aquel lugar, vivió, quizás, la más grande aventura de su vida.
Él había crecido en una caleta al sur del país de Calormen, en la cual vivía con un pescador llamado Arshish a quien llamaba padre. Mas, este último no se comportaba como un buen padre, pues, siempre encontraba algo para culparlo y hasta le pegaba, ya que, tenía mucho trabajo que hacer allí como zurcir, cocinar y limpiar la cabaña en la que vivían.
Shasta no sentía mucha curiosidad por nada que estuviese al sur de su casa. En cambio, el norte si que le interesaba, porque no conocía a nadie que hubiese viajado hacia allá y a él, tampoco, se lo permitían. Pensaba que su padre quería ocultarle lo que se encontraba allí, sin embargo, el pescador lo ignoraba por completo y no le importaba.
Un día, llegó del sur un desconocido muy diferente a todas las personas que había visto. Aquel hombre era un Tarkaan o gran señor y tenía intenciones de comprar al niño. Shasta se enteró de aquello y de que no era, realmente, hijo del pescador, motivo por el que se sintió aliviado, pues, no le quería como lo debía hacer un hijo y creía que el Tarkaan lo trataría mejor. En eso, se acercó al caballo del Tarkaan y, mientras se preguntaba en voz alta que tipo de hombre sería su futuro señor, escuchó al animal hablarle. Adivinen de dónde era el caballo. Claramente, era un narniano, pero Shasta no lo sabía y nunca había escuchado hablar a un animal. Éste había sido capturado cuando solo era un potrillo. Ahora, pretendía escapar y le daba la oportunidad al niño de hacerlo junto a él, pues, el Tarkaan no era un hombre bueno. Esa misma noche, escaparon con mucho cuidado rumbo al norte. “Todo lo que Shasta conocía, se perdió de vista en la gris oscuridad de la noche de verano...”
Recorrieron un largo camino para llegar a la ciudad de Tashbaan. En esos días, mientras eran perseguidos por un león, se encontraron con una yegua narniana montada por una niña taarkena, quienes también huían hacia Narnia. La niña se llamaba Aravis y había decidido huir debido a que estaba comprometida para casarse son un anciano y horrible Taarkan. Después de relatar su historia decidieron continuar el viaje los cuatro juntos, pese a que Aravis no se llevaba muy bien con Shasta. Pronto llegaron a la gran ciudad. Una vez adentro, fingieron ser pobres para no llamar la atención. Sin embargo, cuando Shasta tuvo su primer encuentro con narnianos, las cosas no salieron como esperaban. De repente, se abrió paso una escolta de narnianos que acompañaban al rey Edmundo y a la reina Susana que visitaban Calormen. En eso, vieron a Shasta y lo confundieron con el príncipe Corin de Archerland que había viajado con ellos pero se escabulló y no sabían dónde estaba. Llevaron a Shasta con ellos y lo atendieron como a un verdadero príncipe, mas, él no se atrevía a decir quien era en verdad. En eso, escuchó a los dos reyes hablar sobre el príncipe Rabadash de Calormen, pues se quería casar con la reina Susana y ella no, lo cual podía traerles problemas y a la reina ser forzada a contraer matrimonio con él, por lo cual decidieron huir. Afortunadamente, Shasta pudo escuchar como cruzar el desierto rumbo a Narnia en la conversación que sostenían los demás. Una vez que lo dejaron solo, apareció por la ventana un niño igual a él. Éste era el príncipe Corin quien hizo buenas migas con él y le explicó como salir del palacio. Corrió por la ciudad hasta llegar a las Tumbas donde se encontraría con el resto de su grupo donde los esperó en compañía de un gato que lo hizo sentir más cómodo en un lugar tan escalofriante.
Mientras todo esto ocurría, Aravis fue reconocida por una amiga tarkeena en la ciudad, Lasaralín, la que la hizo subir a su litera e ir con ella hacia su casa. Aravis le cuenta
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