ORÍGENES DE LA SOCIOLOGÍA. CONTEXTO HISTÓRICO-SOCIAL..
Enviado por Irene Palanques • 21 de Octubre de 2016 • Apuntes • 3.276 Palabras (14 Páginas) • 798 Visitas
LA SOCIOLOGÍA EN SU HISTORIA
ORÍGENES DE LA SOCIOLOGÍA. CONTEXTO HISTÓRICO-SOCIAL.
La reflexión del hombre en sociedad es una constante que aparece desde antiguo en diferentes parcelas del conocimiento. Es éste el caso de la ética, la teología o la filosofía social en las que desde tiempos de Platón y Aristóteles (o posiblemente antes, como justifican Schoeck y también Pérez Díaz) ya se practicaba. Aunque el estudio sistemático y científico de los hechos producidos en el ámbito de “lo social” es relativamente reciente, sus orígenes pueden situarse a lo largo del siglo XVIII. La Sociología nace en la Edad Moderna como respuesta a la necesidad de comprender e interpretar los problemas radicalmente nuevos que plantea esta nueva sociedad desde una perspectiva científica. Como ha observado Giddens, “si la Europa del Renacimiento dio lugar a un interés por la historia, la Europa Industrial ofreció las condiciones para la moderna teoría social” (Giddens, 1988:16).
La revolución burguesa constituyó un proceso histórico de fuertes convulsiones sociales, rupturas económicas, políticas e ideológicas que se produjeron en las viejas estructuras sociales e hicieron surgir otras nuevas. En este proceso histórico apareció el mercado capitalista y las relaciones de clase, la aristocracia como poder político organizado fue derrotada y sustituida por un Estado que representaba a la burguesía y que favorecía el desarrollo del liberalismo. Los valores religiosos fueron sustituidos por los valores seculares. Los viejos privilegios desaparecieron y se estableció la igualdad ante la ley.
Por otra parte, la expansión de la actitud científica iniciada en el Renacimiento, basada en la observación, experimentación y con referencias constantes a las matemáticas, configuró un nuevo modelo de ciencia que tras haberse desarrollado en las ciencias de la naturaleza, se introdujo en el pensamiento social. Los filósofos sociales del siglo XVIII se plantean esta necesidad y sus intereses coinciden con las inquietudes de la Ilustración; son los primeros en considerar la sociedad como campo definido de observación.
Las ideas que ayudaron a impulsar y a estructurar la actividad revolucionaria son las fundamentales del liberalismo y del parlamentarismo surgido durante el siglo XVIII tanto en Francia como fuera de ella, y también las ideas racionalistas, filantrópicas y progresistas que fueron otra parte integrante del pensamiento ilustrado (pensamiento crítico que constituyó una de las raíces ideológicas más importantes de la Revolución Francesa). Es indudable que la Revolución Francesa es uno de los acontecimientos históricos que ha suscitado mayor controversia y ha despertado la imaginación de todos los teóricos de la sociedad. La Sociología se desarrolla precisamente como respuesta a los problemas de orden planteados por la Revolución Industrial y por la Revolución Francesa. Aquí intentamos resumir, siguiendo a Giner (1978), los resultados de esta Revolución, principalmente en lo que afecta al desarrollo ulterior de la ciencia social:
Primero en Francia y luego en los demás países de Europa, se inicia una desintegración de las ideas feudales de vida. La libertad empieza a ser entendida como capacidad inherente a todo individuo, en la teoría y en la práctica.
Se extiende el republicanismo como única forma aceptable para el regimiento de la cosa pública. Se tiende hacia el constitucionalismo (derecho público-constitución escrita) y hacia la ley explícita y racionalmente codificada (derecho privado-codificación).
Se consolidan las formas capitalistas de producción. La Revolución tiene lugar en un marco económico preindustrial, pero da el poder a las clases que van a fundar el industrialismo moderno, las clases burguesas.
El proceso de secularización y el racionalismo se intensifican. Aumenta la eficiencia de la administración pública, se extiende la enseñanza y se deslinda en la práctica la educación dogmática y teológica de la educación científica.
El bienestar social se convierte en un objetivo práctico y explícito de los gobiernos; ello sirvió de móvil para las demandas populares de las décadas siguientes.
La libertad de pensamiento y opinión consigue plasmarse en los textos legales liberales (Giner, 1978:335-336).
Como se puede comprobar, es a raíz de los profundos cambios relacionados con la Revolución Francesa y la Revolución Industrial donde, habitualmente, se sitúa el origen de la Sociología como disciplina científica. Un número importante de sociólogos se ha posicionado de la misma forma, correlacionando las condiciones intelectuales, económicas y sociales que hicieron posible la Revolución industrial como las que, también, permitieron el desarrollo de la ciencia moderna. “Así la Revolución Francesa, y sus consecuencias, inauguró un período de crisis en el que la experiencia social del hombre fue crecientemente cuestionada, fuente de reflexión y percepción de una alarmante nueva perspectiva … La disciplina de la Sociología es una de las repercusiones intelectuales” (Berger and Berger, en Lucas Marín, 1989:14).
Encontramos también las siguientes afirmaciones: “la quiebra absoluta de legitimidad social que representa el hundimiento revolucionario del ancien régime, cuyo hueco axiológico y normativo va a ser ocupado por el conflicto entre el creciente poderío económico y político de una burguesía protagonista de la revolución industrial y un proletariado que irá organizándose poco a poco: tal es el momento histórico en el que aparece la Sociología” (Moya, 1982:36-37).
Del Pino Artacho también comenta al respecto: “Se pone de manifiesto que el origen de la Sociología tiene que ver con los supuestos ideológicos y sociales de la sociedad occidental del último tercio del siglo XVIII y primera mitad del siglo XIX, y que sus cimientos se asientan sobre el terreno en el que fecundó, a partir del siglo XVII, una creación humana de primera magnitud: la ciencia moderna” (Del Pino Artacho, 1990:53).
Cuestiones como “¿cuándo y por qué nace la Sociología?” y “¿qué tipo de relaciones establece con su riquísimo pasado?” son importantes ya que la Sociología debe resolver ese problema para integrarse de alguna manera en la organización de las ciencias modernas; la forma concreta de resolverlo afecta al concepto mismo de Sociología. Ambas preguntas y sus posibles respuestas nos remiten a la consideración sociológica de los propios orígenes de la Sociología. Respecto a la segunda cuestión, Rodríguez Zúñiga (1985) nos propone dos orientaciones generales, que nos pueden facilitar la respuesta:
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