Obra romeo y julieta
Enviado por Maria Jose Montenegro Astudillo • 12 de Agosto de 2019 • Trabajo • 2.673 Palabras (11 Páginas) • 435 Visitas
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- Dialogo de Romeo y Julieta, Shakespeare
Romeo: Narrador:
Julieta: Monja:
Criada:
Tía:
Mérida:
Nodriza:
Benvolia:
París:
- Acto 1
- Narrador: En la bonita ciudad de Verona se celebra una fiesta a la cual están invitados todos los familiares de los Capuleto, debido a los distintos disgustos y encuentros no muy gratos entre esta familia y los Montesco aquella familia no se encontraba invitada a dicha fiesta.
- Escena 1 (Romeo se encuentra en la sala observando el baile)
- Romeo: ¿Qué dama es esa que honra en conversación a la anfitriona? (mirando con cara de admiración a aquella mujer)
- Criada: No se señor (Responde mirando a la dirección donde apuntaba Romeo)
- Romeo: ¡Oh! ¡Qué mujer más bella! Que destaca como las estrellas en una noche oscura, tan buena, bella y valiosa, ¿mi corazón ha amado antes? Pues no había conocido la belleza verdadera hasta esta noche.
- Mérida (Capuleto, Tybal): Tía, este por solo escucharlo debe ser un Montesco, (Hablándole a la tía) ¿¡Cómo se digna este miserable venir a esta fiesta?! Cubierto por un grosero antifaz para burlarse y esconderse. Por respeto a mi estirpe no lo mato.
- Tía: ¡Eh! ¿Qué hay sobrina? ¿Por qué estas así? (curiosa)
- Mérida: Tía, ese hombre es un Montesco, un enemigo nuestro, un vil que se ha entrometido esta noche para arruinar (señalando a Romeo)
- Tía: ¿Es el joven Romeo? (Mirándolo)
- Mérida: Ese mismo, el miserable Romeo (viendo a Romeo con desprecio)
- Tía: contrólate sobrina, déjalo en paz, tiene buena fama en Verona, como un joven virtuoso y de buena educación. No quisiera que en mi casa se le insultara a él, cambie esa actitud que no es digna para una fiesta como esta.
- Mérida: Mi actitud es justificada cuando se tiene a semejante miserable de huésped, ¡No lo aguantare! (al borde de explotar)
- Tía: Tendrás que aguantarle ¿Quién de las dos manda aquí? Ve a pasear, a tomar aire.
- Mérida: Pero tía, eso es una vergüenza
- Tía: ¡Ve! Sal de aquí, eres una joven impertinente.
- Mérida: (llena de impotencia) me retirare, lo que ahora parece grato luego se tornara amargo.
- Escena 2 ( Romeo le habla a Julieta)
- Romeo (hacia Julieta): Me permitiría el placer de que mi indigna sea capaz de manchar con su contacto su delicada mano y luego mis labios borraran con un tierno beso la impresión causada.
- Julieta: Esto muestra tu respetuosa devoción. Las santas tienen manos que tocan las del piadoso viajero y estas dos manos unidas comienzan la avenida del glorioso beso.
- Romeo: ¿No tienen labios las santas y los peregrinos?
- Julieta: Si, peregrino, labios que deben consagrar a la oración.
- Romeo: ¡Oh! Entonces santa querida permite que los labios hagan lo que las manos ruegan.
- Julieta: Las santas permanecen inmóviles cuando otorgan su gracia.
- Romeo: Pues entonces no te muevas mientras recojo el fruto de mi oración, por el cruce de nuestros labios y así será borrado el pecado de los míos. (la besa)
- Julieta: Mis labios en este caso consiguieron el pecado que te quitaron.
- Romeo: ¿Pecado en mis labios? ¡Oh dulce veneno! Devuélveme el pecado otra vez.
- Julieta: Eres un doctor para besar.
- Nodriza (Criada): Señorita su madre la llama.
- Romeo: ¿Cuál es tu madre?
- Nodriza: Joven, su madre es la dueña de la casa, con quien hablas es su hija la cual ha sido criada por mí y puedo asegurar que quien le ponga una mano encima tendrá su merecido. (actitud defensiva hacia romeo)
- Romeo: (sorprendido) ¿Es una Capuleto? ¡Oh maldito tormento! Mi vida es propiedad de mi enemiga.
- Benvolia: Vamos, Salgamos, ya hemos tenido mucha fiesta por hoy.
- Romeo: Si, vamos mi tormento llego a su clímax.
(Vuelve a aparecer la tía)
- Tía: ¡No se vayan ahora! Sírvanse una copa (los invita de nuevo a la fiesta) (mira el reloj) ¡Oh es tarde! (le habla a la criada) iré a descansar.
(Se van todos y solo queda Julieta y Nodriza)
- Julieta: ¿Quién es aquel caballero? Anda, ve, pregunta su nombre, si es casado no interrumpiré
- Nodriza: Es el hijo y heredero de los Montesco.
- Nodriza: Se llama Romeo, es un Montesco, es el hijo único de nuestro gran enemigo.
- Julieta: ¡Mi único amor y mi único enemigo es la misma persona!
- Acto 2
- Narrador: Romeo ha quedado tan impresionado con Julieta que no puede irse sin volverla ver así que logra escaparse de sus primas que no logran encontrarlo aunque lo buscan. El arriesgando su vida, Romeo escala el muro de los Capuleto y, como ladrón, ingresa a la casa enemiga.
- Escena 1: ( Romeo se encuentra en el jardín de la casa de los Capuleto)
(Julieta aparece en el balcón)
- Julieta: (hablándole a la luna) ¡Ah! si sus ojos se hallaran en el cielo y en su rostro las estrellas, ojala yo pudiera ser el guante que toca su mejilla para que por milésimos segundos exista un contacto entre mi piel y su piel. (afligida) ¡Ay de mí!
- Romeo: Habla, continua, sigue hablando ángel resplandeciente, que al subir la mirada para verte tan resplandeciente me pareces que me dejas atónito como un simple mortal al lado de tan grandiosa belleza.
- Julieta: ¡Oh, Romeo, Romeo! ¿Por qué eres tan Romeo? Renuncia a tu padre o si no quieres eso, jura solamente amarme y yo dejare de ser una Capuleto.
- Romeo: (Preguntándose a sí mismo en voz alta) ¿Debo oír mas o contestar lo dicho?
- Julieta: Solo tu nombre es mi enemigo ¿Un Montesco? ¿Qué es eso? ¿Qué tiene que ver un nombre para interrumpir nuestro amor?
- Romeo: Te cojo la palabra, llámame tan solo tu amante. De aquí en adelante no seré más Romeo.
- Julieta: ¿Quién eres tú? Que así encubierto por la noche viniste a escuchar mi secreto.
- Romeo: No sé qué nombre darte porque no sé quién soy. Mi nombre, Santa querida desde este instante lo odio por significar ser su enemigo.
- Julieta: Mis oídos no han escuchado más de 100 palabras que han salido por tu boca pero sin embargo reconozco su verdad en ellas, ¿No eres tu Romeo un Montesco?
- Romeo: Ni lo uno ni lo otro, si ambos te molestan.
- Julieta: ¿Cómo has entrado aquí? ¿Con que motivo? Responde los muros del jardín son altos difíciles de escalar considera quien eres, este lugar es tu muerte, si alguno de mis parientes te encuentra en él.
- Romeo: Las alas de Cupido me han llevado hasta este lugar, pues ni estas barreras de piedras son capaces de detener mi amor, tus parientes no son obstáculos para mí.
- Julieta: Si te encuentran acabaran contigo.
- Romeo: Tus ojos son más peligroso que veinte espadas afiladas suyas, dulcifica solo tu mirada y seré a prueba de todo.
- Julieta: No quisiera que sufrieras daño por mi culpa.
- Romeo: Con tal de que me ames poco importa que me hallen acá. Vale más que pierda mi vida víctima de si odio que muera más adelante, pero sin tu amor.
- Julieta: ¿Quién te ha guiado hasta acá?
- Romeo: El amor guio mis piernas y mis brazos, mi humanidad hasta aquí.
- Julieta: El velo de la noche cubre mi rostro porque si así no fuera un ligero rubor cubriría mis mejillas, quisiera hacerle oídos sordos a las apariencias y dejarme llevar por el amor. ¿Me amas tú? Si lo haces creeré en ti pero no jures ya que por los perjurios de los amantes podrías traicionar tu juramento, si lo que digo es verdad te diré que no para hacerme la difícil pero si estoy equivocada la confesión de mi amor puro te tomara por sorpresa.
- Romeo: Juro por la luna sagrada que el amor que siento por usted es real.
- Julieta: No jures por la luna, esta es inconstante, no sea que tu amor se vuelva tan variable.
- Romeo: ¿Por qué debo jurar entonces?
- Julieta: No hagas juramento alguno, jura por ti.
- Romeo: Si amor de mi alma.
- Julieta: Hoy no juraremos nuestro amor, no lo sellaremos, es muy imprevisto, muy precipitado, adiós adiós.
- Romeo: ¡Oh! ¿Quieres dejarme tan poco satisfecho?
- Julieta: ¿Qué satisfacción podrías alcanzar esta noche?
- Romeo: El mutuo cambio de nuestro fiel juramento de amor.
- Julieta: ¿Mi amor? Te lo di antes que me lo hubieras pedido, sin embargo quiera dártelo de nuevo.
- Romeo: ¿Me quieres privar de él? ¿A qué fin amor mío?
- Julieta: Mi libertad es tan ilimitada como el mar, mi amor inagotable como él, mientras más te doy, más me queda la una y el otro son infinitos. (se dirige a Romeo)
(Nodriza llama desde adentro)
- Julieta: oigo ruido adentro, aguarda un minuto más, volveré.
(Se retira)
- Romeo: Como es de noche, ojalá esto no sea más que un sueño
(Vuelve Julieta a la ventana)
- Julieta: Ahora me despido de verdad. Si tu intención es casarte házmelo saber y en qué lugar y a qué hora quieres realizar la ceremonia e iré a poner mi todo a tus pies a seguirte dueño mío por todo el universo.
- Nodriza: Señora (desde adentro)
- Julieta: Voy en este instante. (hablándole a romeo) pero si no es buena tu intención, te ruego…
- Nodriza: Señora (desde dentro)
- Julieta: Al instante, allá voy. (dirigiéndose a Romeo) que pares con tus insistencias y déjame sufrir en paz.
- Romeo: Por la salud de mi alma
- Julieta: ¡Mil veces feliz noche! (Se va del balcón)
- Romeo: Mas que infeliz porque me faltare tu luz. (Retirándose lentamente)
(Vuelve a salir Julieta)
- Julieta: Chist, Romeo, chist ¡Romeo!
- Romeo: ¿Mi bien?
- Julieta: ¿A qué hora vendrás mañana?
- Romeo: A las nueve.
- Julieta: De aquí hasta ese tiempo habrán pasado veinte años. Y habré olvidado para que te llame.
- Romeo: Déjame quedarme aquí hasta que lo recuerdes.
- Julieta: Lo olvidare para tenerte ahí siempre, recordando cuanto me place tu presencia.
- Romeo: Y yo sin descanso estaré ahí, para hacerte olvidar sin interrupción, olvidándome de todo hogar que no sea este.
- Julieta: Ya se hace de día, quisiera que ya te hubieras ido, pero no mas lejos de lo que una niña deja volar a su pajarito.
- Romeo: Yo quisiera ser tu pajarillo.
- Julieta: Yo también lo quisiera, pero te haría morir a fuerza de caricias. Adiós, despedirse es un pesar tan grande que estaría diciendo adiós hasta el amanecer. (Se va)
- Romeo: Que el sueño descanse en tus ojos y la paz en tu corazón. Quisiera ser el sueño y la paz para poder dormir a tu lado.
- Acto 3:
Narrador: Romeo y Julieta se han casado, pero debido a que se casaron a escondidas, no puede disfrutar de su amor, por lo cual Julieta elabora un plan para poder ser felices y escaparse
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