Personajes Disfrazados En El Quijote

PERSONAJES DISFRAZADOS EN EL INGENIOSO CABALLERO DON QUIJOTE DE LA MANCHA

“No puede ser que estemos aquí para no poder ser.”

Recojamos la frase de Cortázar para versar sobre los caracteres, los personajes inventados. Esos que se piensa que deben adecuarse al régimen de expectativas del público. No puede ser que estén ahí impresos, tintados, imaginados entre espacio y espacio, palabra y palabra para no poder ser.

Todos los que acompañan esta segunda parte de alguna forma se trascienden, se sobreviven a sí mismos, y algunos se salen de lo convencional a través de una transformación, quizá un elemento carnavalesco o quizá la única forma de salvarse de las puras ficciones, al fin y al cabo irreductibles.

Si hablamos de ejemplos relevantes presentemos el caso del Bachiller Sansón Carrasco, quien se disfraza en dos ocasiones. Una acontece como el caballero de los espejos y la otra como el caballero de la blanca luna, su único lance patético es hacerle frente a Don Quijote, derrotarle junto al cura y el barbero. En el segundo enfrentamiento el contexto se ambienta en Barcelona, donde no es Don Quijote si no el susodicho quien se alza con la gloria, pues consigue batirse con nuestro protagonista con el furor de una petición, la de una afirmativa sobre la belleza de la doncella de Sansón Carrasco, admitiendo que es más hermosa que Dulcinea lo que obvia el desenlace bélico siguiente, pues si Don Quijote posee alguna idiosincrasia es la de lealtad, a su dama y sus convicciones.

Otros personajes transfigurados serían los criados de los duques que se disfrazan en múltiples ocasiones: de la Condesa Trifaldi, de Dulcinea, de Merlín, de demonios…

Estos Duques como burla a Don Quijote y Sancho Panza les gastan una broma con un caballo de madera, la herramienta señalada para romper lo que dice la “Condesa Trifaldi” que es un encantamiento que le confiere a ella y otras doncellas una barba suntuosa(esto también supone una transformación como mujeres barbudas). Al principio intenta privarse de esta petición pero al final ceden a la propia distorsión o broma de la Condesa montándose a lomos del caballo.

Antes de morir, Don Quijote aventura poder disfrazarse de pastor y construir una arcadia fingida, esto podría contar como disfraz también. Don Quijote piensa o fantasea con un año de retiro de la caballería andante, junto con Sancho, dedicado a la vida pastoril.

Así son quizá las metamorfosis más relevantes de la segunda parte, esas que sirven como contrapunto constante para complementar y enriquecer la segunda y última parte de El Quijote, donde todo debería ser más significativo pues ya no es hidalgo su sobrenombre si no caballero y todos los hechos son reseñables. Esta me parece que es la mayor transformación pues Don Quijote llega a ser quien realmente desea ser. Con sus victorias y sus derrotas se ha bautizado a sí mismo, se identifica

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