Porque Los Hombres No Escuchan Y Las Mujeres No Entienden Los Mapas

Introducción

Por qué los hombres no escuchan y las mujeres no entienden los mapas es un libro que habla sobre las pequeñas y sobretodo grandes diferencias que existen entre los hombres y las mujeres de una forma divertida y con sentido del humor. Aunque a veces no lo parezca, hombres y mujeres somos y hemos sido totalmente diferentes desde la época de las cavernas. Este hecho se debe a que nuestros más remotos antepasados tenían ya unas funciones atribuidas, que han ido pasando de generación en generación y que aún hoy se mantienen; estas funciones eran diferentes para hombres y mujeres: los hombres se encargaban de ir a cazar y de buscar alimento para poder alimentar a su familia y protegerla, por lo que no pasaban mucho tiempo en la cueva; las mujeres tenían la función de cuidar de sus hijos, estaban todo el día en la cueva cuidando de sus niños y encargándose de que todo fuese bien.

Actualmente, mujeres y hombres seguimos teniendo ciertas funciones atribuidas que, aunque no son exactamente iguales que las de nuestros antepasados, si que se asemejan. Al principio esto es difícil de creer ¿cómo vamos a seguir haciendo lo mismo que nuestros antepasados? Pero a medida que vas leyendo el libro te vas dando cuenta de que es cierto, que la base de nuestras acciones parten de ellos, que no hemos cambiado tanto como parece.

Ideas principales

En el libro se tratan infinidad de aspectos que diferencian a ambos sexos. Por ejemplo, las mujeres tienen más desarrollada la habilidad verbal, mientras que los hombres tienen más desarrollada la habilidad espacial, esto da respuesta a muchas preguntas a lo largo del libro, se dedica un capítulo para hablar sobre la habilidad correspondiente a cada uno y, además, en todos los capítulos se citan virtudes y defectos de cada sexo. Algunas de estas preguntas son, ¿por qué las mujeres hablan más que los hombres?, ¿por qué se les dan mejor las letras?, ¿por qué pueden escuchar la radio y hablar por teléfono a la vez?, ¿por qué saben si alguien miente más fácilmente? y por el contrario, ¿por qué los hombres entienden mejor los mapas?, ¿por qué a ellos se les dan mejor las matemáticas?, ¿por qué les resulta más fácil aparcar?, ¿por qué tienen una mayor facilidad para realizar deportes? La respuesta a todo esto se encuentra en nuestro cerebro.

Todo esto es algo generalizado, pues ni todas las mujeres aparcan peor que los hombres, ni todos los hombres hablan menos que las mujeres, por ejemplo.

El libro también dedica un apartado a gays, lesbianas y transexuales. Estas personas poseen una importante cantidad de hormonas del sexo opuesto, las cuales las recibieron durante el embarazo, y que hacen que su cerebro actúe de una forma diferente a la de la mayoría de los seres de su mismo sexo. Estas personas son hombres afeminados y mujeres masculinizadas. Por lo tanto, según el autor, nuestra condición sexual no es elegida por nosotros mismos,

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