Pregunta Clave De La Novela
Enviado por Kristiancito • 25 de Marzo de 2013 • 4.056 Palabras (17 Páginas) • 635 Visitas
La pregunta clave de la novela
Mientras el protagonista observa la descolorida Avenida Tacna en el centro de Lima, se hace la muy conocida pregunta: "¿En qué momento se había jodido el Perú?".
El principio de Conversación en La Catedral es considerado uno de los mejores inicios de una novela y al mismo tiempo el comienzo de una pesadilla. Santiago Zavala, el protagonista, abre la novela planteándose de saque una pregunta: ¿en qué momento se jodió el Perú?
Desde la puerta de La Crónica Santiago mira la avenida Tacna, sin amor: automóviles, edificios desiguales y descoloridos, esqueletos de avisos luminosos flotando en la neblina, el mediodía gris. ¿En qué momento se había jodido el Perú? Los canillitas merodean entre los vehículos detenidos por el semáforo de Wilson voceando los diarios de la tarde y él echa a andar, despacio, hacia la Colmena. Las manos en los bolsillos, cabizbajo, va escoltado por transeúntes que avanzan, también, hacia la Plaza San Martín. El era como el Perú, Zavalita, se había jodido en algún momento. Piensa: ¿en cuál? Frente al Hotel Crillón un perro viene a lamerle los pies: no vayas a estar rabioso, fuera de aquí. El Perú jodido, piensa, Carlitos jodido, todos jodidos. Piensa: no hay solución. Ve una larga cola en el paradero de los colectivos a Miraflores, cruza la Plaza y ahí está Norwin, hola hermano, en una mesa del Bar Zela, siéntate Zavalita, manoseando un chilcano y haciéndose lustrar los zapatos, le invitaba un trago. No parece borracho todavía y Santiago se sienta, indica al lustrabotas que también le lustre los zapatos a él. Listo jefe, ahoritita jefe, se los dejaría como espejos, jefe.
La interrogante nace del desconcierto y el pesimismo del protagonista de poder comprender globalmente la realidad peruana, a la cual juzga con criterios esencialmente morales.
ARGUMENTO
La novela se inicia con la conversación entre dos personajes dispares que se reencuentran tras muchos años sin verse, a mediados de la década de 1960:
Santiago Zavala, un periodista de unos 30 años, proveniente de una familia de clase media alta, pero alejada de ella desde hacía tiempo, y
Ambrosio, un negro viejo que se dedica a matar perros en la perrera municipal, y que anteriormente había sido chofer de don Fermín, el padre de Santiago, entonces un importante hombre de la dictadura del general Manuel A. Odría (1948-1956).
El lugar donde se realiza la conversación es un bar de pobres ubicado por la zona del puente del río Rímac, local conocido como "La Catedral" en alusión a la gran altura de su techo. El diálogo, que dura cuatro horas, sirve como hilo conductor para cuatro historias estilísticamente independientes. Entre cerveza y cerveza, los dialogantes van atando cabos y llenando vacíos que nos remiten al Perú del tiempo de la dictadura del general Manuel A. Odría (1948-1956), época de represión política y corrupción que afecta a todos los estratos sociales. Así, los planos se intercalan y los personajes del pasado cobran actualidad y conviven en la narración del presente entre el viejo Ambrosio y el joven Zavala.
Santiago Zavala, el protagonista, entra a estudiar a la cuatricentenaria Universidad de San Marcos en contra de los deseos de su familia. En la imagen, la Casona de San Marcos, donde Santiago estudia.
Cuatro son los personajes sobre los que se sostiene la novela: Santiago Zavala, don Fermín Zavala, el zambo Ambrosio y Cayo Bermúdez. Cada uno de los cuales se vinculan a su vez con una legión de personajes de distintos estratos, ocupaciones, caracteres e importancia.
Santiago Zavala es un muchacho de buena familia, hijo de don Fermín Zavala, un empresario colaboracionista de la dictadura de Odría. Zavalita, como es llamado familiarmente, se empeña en estudiar en la Universidad de San Marcos contra la opinión de su padre. En la universidad se enrola en el grupo activista Cahuide, opositor a la dictadura odriísta, comprobando en carne propia la persecución y represalias que sufren los opositores al gobierno.
Por otro lado Ambrosio, zambo de la ciudad de Chincha, sufre un cambio de vida al pasar de su tranquilo pueblo a la ciudad capital, Lima, donde trata de ganarse la vida como puede, logrando finalmente que un viejo conocido de sus años de infancia, el director de gobierno Cayo Bermúdez (mano derecha del ministro de gobierno y policía), le convierta en su chofer.
Bermúdez es justamente otro de los protagonistas de la novela, que desempeña un papel cruel defendiendo los intereses del general Odría: persigue a los opositores y acalla toda oposición al régimen, no escatimando en usar todo tipo de métodos reñidos con la moral. Se consigue una amante de lujo, Hortensia, una ex cabaretera apodada “La Musa”, a la cual colma de todos las comodidades, pero a la que termina por abandonar tras ser separado del poder.
Mientras tanto, Santiago rompe toda relación con su familia y se pone a trabajar como periodista en un diario local. De otro lado, Ambrosio se convierte en chofer de don Fermín, con el que mantiene una relación homosexual esporádica y secreta. Hortensia se entera de esa relación y la usufructúa chantajeando a don Fermín. Ambrosio, apenado al ver a su patrón en tal trance, mata a Hortensia, tras lo cual huye a Pucallpa junto con Amalia, su pareja.
Es esa la terrible verdad sobre la vida íntima de su padre de la que Santiago se va enterando de a pocos y que lo atormenta por años. Teme que su padre haya ordenado la muerte de Hortensia. Por eso su interés en hablar con Ambrosio tras ese reencuentro en la perrera, con el que se inicia la novela. Ello explica también la reticencia de Ambrosio a profundizar en el asunto, llegando incluso a pelearse con Santiago a la salida del bar La Catedral, cuando éste le insiste en preguntarle si había cometido lo “de La Musa” por orden de su padre. Sin embargo, por el diálogo que sostienen ambos, expuesto páginas más adelante de la obra, se desprende que Ambrosio cometió el crimen por propia voluntad, sin mediar orden alguna.
Contexto
La trama transcurre, como ya señalamos, durante la época del gobierno dictatorial del general Odría (1948-1956), aunque se prolonga por unos años luego de la caída de dicho régimen. El dictador aparece constantemente mencionado en la novela, aunque solo dando el fondo histórico al relato, pues no es partícipe de la trama central. No es propiamente una novela histórica, sino una ficción literaria creada a partir de un sustento histórico. Aparecen varios personajes del entorno de Odría, a los que se puede identificar fácilmente con personajes históricos, aunque tengan el nombre cambiado: así, Cayo Bermúdez es equiparable a Alejandro Esparza Zañartu, y el coronel Espina al general
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