Puente en la selva.

“PUENTE EN LA SELVA”

BRUNO TRAVEN

Gales el narrador es un estadunidense que se adentra en la selva mexicana en busca de plantas medicinales, oro o piedras preciosas; en su camino se encuentra con varios personajes, uno de ellos Sleigh, un gringo como él que se encargaba de administrar un ingenio, lo invita a su casa y hospitalariamente le ofrece de comer, Sleigh tenía una bella esposa mucho más joven que él y tres hijos. En uno de sus recorridos en el que Gales buscaba cocodrilos para la venta de las pieles conoce al encargado de una bomba de agua a quien le llamaban el Maestro Maquinista, cerca de la bomba había un puente que cruzaba el río y que había sido construido por la compañía petrolera, mismo que estaba hecho de troncos de árbol, el puente era ancho pero no tenía barandales.

Atravesando el puente había jacales en los que se veía a mujeres con sus hijos, todos vestidos humildemente. Desde aquel sitio se podía ver un amplio terreno al que el maquinista llamaba pradera y en el que se encontraba un poblado indígena, cada familia ahí poseía dos o tres cabras, algunos puercos y gallinas, y el río los proveía de peces y jaibas. Los hombres cultivaban la tierra cercana a su jacal y cosechaban maíz, frijoles y chile.

Sleigh invita a Gales a una fiesta en la que dijo habría música contratada por el maestro maquinista. Van juntos a la fiesta, los músicos no llegan. Mientras tanto en la casa de García se oía un alboroto, debido a que el hijo mayor Manuelito llegaba de Texas donde trabajaba en un campo petrolero y García tocaba efusivamente el violín. El hijo menor de los García Carlitos se le colgaba al cuello a su hermano Manuel jugando excitado por su llegada, el niño acostumbrado a andar con los pies descalzos se sentía inseguro, ya que usaba los zapatos que su hermano le acababa de regalar.

La gente fue llegando a la fiesta en la que solo se oía el desafinado violín de García lo cual aburría a los invitados pero nadie lo decía, las mujeres conversaban y reían, los hombres fumaban cigarrillos y observaban a las mujeres. La fiesta seguía muy aburrida pero todos se conformaban con eso García seguía tocando su violín, mientras que Gales, Sleigh, el Maestro Maquinista e Ignacio que trabaja en los campos petroleros conversaban un poco, sobre el petróleo y pozos que trabajaba para los gringos. En tanto ellos seguían conversando se acercó una mujer joven y bonita, era la mujer de García quien preguntaba si alguien había visto a su pequeño hijo Carlitos, después de que los presentes negaron haberlo visto, la mujer continuó su búsqueda sin tener éxito, después de un rato Manuel y otros muchachos se unieron a la búsqueda de Carlitos gritando sin cesar su nombre.

Se presentaron ante la mujer de García dos chicos diciéndole que Carlitos había ido a Tlalcozautitlán a caballo con un muchacho que se dirigía para ese rumbo, García el papa de Carlitos monto una mula y se dirigió hacia aquél poblado en busca de su niño. Un muchacho se acercó a Manuel y le dijo que Carlos y otro muchachito se habían ido a Pacheco, un arriero que acampaba allí se ofreció a ir en busca del niño a ese poblado.

La mujer de García Carmelita estaba segura de que su hijo no aparecería y de que se encontraba muerto en el río debido a que llevaba sus zapatos nuevos puestos y aunque el niño había cruzado cientos de veces ese puente no era lo mismo ya que no andaba seguro sobre sus pies; todos se negaban a creerlo y daban sus comentarios acerca de que eso no era posible porque habrían escuchado al niño gritar si hubiera caído al río. Entre uno y otro comentario se acercó un indio viejo quien opinó que se debería buscar al niño en el río, algunos hombres se lanzaron al agua para realizar la búsqueda de Carlitos, pero no encontraron ningún rastro del chiquillo. El viejo indio de pelo blanco pidió a la esposa del maquinista una vela para ponerla sobre un tabla de madera y así poner en marcha lo que se podría llamar una especie de ceremonia en la que se escuchaba el canto del viejo y al que todos los allí presentes seguían con solemnidad, el indio le dio la tabla a Pérez para que la pusiera sobre el agua y ésta hiciera su trabajo, inesperadamente la tabla se paró en el lugar donde más tarde sacaron el cuerpecito del niño, Pérez le entregó a la mujer de García a su hijo quien lo estrecha fuertemente entre sus brazos, lamentando y llorando la muerte de su niño.

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