¿QUE ES LA JUSTICIA? - HANS KELSEN (RESUMEN).
Enviado por andresnegrellic • 8 de Junio de 2016 • Resumen • 3.192 Palabras (13 Páginas) • 4.215 Visitas
¿Qué es la justicia?
Hans Kelsen
Resumen
Jaime Eduardo Bustos Castellano
Capítulo I
La justicia como problema
De la solución de conflictos de interés o valores.
La justicia es una característica de un orden social. Secundariamente una virtud del hombre, un hombre es justo cuando su conducta concuerda con un orden considerado justo. ¿Cuándo un orden es considerado justo?, cuando regula la conducta de los hombres de tal manera que a todos satisface y a todos permite alcanzar la felicidad. La justicia es felicidad social, la felicidad que un orden social garantiza.
No puede existir un orden justo, si se entiende por felicidad un sentimiento subjetivo, es decir, lo que cada uno considera como tal. La felicidad de uno provoca irremediablemente la desgracia de otro. Ningún orden social puede solucionar este problema de una manera justa.
La naturaleza desde el punto de vista de la justicia no es justa. Ningún orden social puede reparar totalmente las injusticias de la naturaleza.
Si la justicia es la felicidad, es imposible que exista un orden social justo, si por justicia se entiende la felicidad individual. Un orden social justo es también imposible aún en el caso que este procure lograr, no ya la felicidad individual de todos, sino la mayor felicidad posible del mayor número posible, definición planteada por el jurista y filósofo inglés Jeremías Bentham.
La felicidad que un orden social garantiza no puede ser la felicidad tomada en un sentido individual – subjetivo, sino colectivo – objetivo, por felicidad solo puede entenderse la satisfacción de ciertas necesidades que son reconocidas como tales por la autoridad social o legislador y que son dignas de ser satisfechas.
La idea de felicidad debe sufrir un cambio radical de significación. La idea de libertad es a menudo identificada con la idea de justicia, y, así, un orden social es justo cuando garantiza la libertad individual, el concepto de libertad debe aceptar la importancia que tiene una determinada forma de gobierno.
Donde existen conflictos de interés, aparece la justicia como problema. El conflicto de interés aparece cuando un interés encuentra su satisfacción sólo a costa de otro o, cuando entran en oposición dos valores y no es posible hacer efectivos ambos. Y decidir cuál de ambos valores es el más importante y, por último, establecer cuál es el valor supremo.
El problema de los valores es un conflicto. Este no puede ser resuelto por medio de conocimiento racional, la respuesta es siempre un juicio, que está determinado por factores emocionales y tiene un carácter subjetivo. Es válido únicamente para el sujeto que formula el juicio, y en este sentido es relativo.
Capítulo II
La jerarquía de los valores.
Para una determinada convicción moral, es la vida humana, el valor supremo. La consecuencia de esta concepción es la prohibición absoluta de dar muerte a un ser humano aún en caso de guerra o de pena capital. Opuesta a esta posición hay otra convicción moral que sostiene que el valor supremo es el interés y el honor de la nación. Por lo tanto, todos están obligados a sacrificar su vida y a matar en caso de guerra a los enemigos de la nación, cuando los intereses y el honor de ésta así lo exijan.
Es imposible decidirse de una manera científico – racional por cualquiera de estos juicios de valor fundados en tan contradictorias concepciones. Es la voluntad no la razón, lo emocional y no lo racional de nuestra conciencia, quien resuelve el conflicto.
El problema de la jerarquía entre el valor vida y el valor libertad. Solo es posible una solución subjetiva, únicamente tiene valor para el sujeto que juzga y que en ningún caso alcanza la validez universal.
Platón sostiene que el justo (el que se conduce por la legalidad), y únicamente el justo es feliz y el injusto (el que actúa ilegalmente), infeliz. Platón dice: “la vida más justa es la más feliz”. En algunos casos el justo puede ser desgraciado y el injusto feliz. Es necesario que los ciudadanos sometidos a la ley crean en la verdad de la frase que afirma que sólo el justo es feliz aun en el caso en que ésa no sea verdadera. De lo contrario nadie querría obedecer la ley. En consecuencia, el gobierno tiene, según Platón, el derecho de difundir entre los ciudadanos, por todos los medios posibles, la doctrina de que el hombre justo es feliz y el injusto desgraciado.
La solución que se dé al problema de la jerarquía de los valores, será distinta según que este problema sea planteado a un cristiano, para quien el destino sobrenatural, es más importante que las cosas terrenas, o a un materialista que no cree en la inmortalidad del alma. La solución no puede ser la misma cuando se acepta que la libertad es el valor supremo, desde el punto de vista del liberalismo, y cuando se supone que la seguridad económica es el fin último de un orden social, punto de vista del socialismo. Tendrá siempre el carácter de un juicio subjetivo y por lo tanto relativo.
Capítulo III
La justicia como problema De la justificación
De la conducta humana.
Un sistema positivo de valores es el resultado de influencias individuales recíprocas dentro de un grupo dado. Bajo determinadas condiciones económicas. Todo sistema de valores y especialmente un orden moral, con su idea central de justicia, es un fenómeno social, por lo tanto, diferente según la naturaleza de la sociedad en la que aparece.
El que varios individuos coincidan en un juicio de valor no prueba en ningún caso que este juicio sea verdadero, es decir, que tenga validez en sentido objetivo.
El juicio subjetivo y relativo, es presentado por lo general como una afirmación de valor de objetivo, o lo que es lo mismo, como norma de validez absoluta. Un rasgo característico del hombre es el sentir una profunda necesidad de justificación de su conducta.
El hombre es, un ser racional, intenta racionalmente, mediante una función de su entendimiento, justificar una conducta que el temor o el deseo determinan. Tal justificación racional es posible sólo en una medida limitada, en tanto su temor o su deseo re refieran a determinado medio mediante el cual debe lograrse un determinado fin. La relación medio a fin es semejante a la de causa a efecto; puede ser determinada empíricamente por procedimientos científicos racionales. Esto no es posible cuando los medios para lograr un determinado fin son medidas específicamente sociales. No nos permite tener una comprensión clara del nexo causal de los fenómenos sociales y por lo tanto, una experiencia suficiente como para poder determinar en forma precisa cuáles son los medios adecuados para lograr determinado fin social.
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