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Que Es Una Constittucion


Enviado por   •  5 de Diciembre de 2013  •  2.846 Palabras (12 Páginas)  •  292 Visitas

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Abstract:

In this text addresses the basic characterization of the work of Ferdinand Lasalle Prussian treatise, to carry out a brief application of the theory of the philosopher to the experience and history of Colombia. The purpose of this article is to try to diagnose from Lasalle theory, possible mistakes made along the nation's history, and highlight the victories in terms of integration into the Colombian political system. From this interpretation was obtained to analyze, from a different perspective, the issues to which Colombia has faced throughout history, and it became clear the need for integration in the country [1].

Keywords:

political institutions, social, factors of power, constitution, legitimacy.

Introducción

Situado en el contexto de un pseudoconstitucionalismo Prusiano, donde las aparentes limitaciones constitucionales para el ejecutivo eran ineficaces, Ferdinand Lasalle terminó por crear una teoría que no sólo sería útil e importante para los designios de su país, sino que lograría convertirse en uno de los pensamientos más trascendentales para la actual comprensión del contexto mundial y, específicamente, del sistema constitucional Colombiano.

Ferdinand Lasalle escribe su obra cumbre en un contexto bastante diferente al colombiano. Sin embargo, trasladar su obra a nuestro constitucionalismo, nos permite observar cómo nuestro sistema es y ha sido tan carente de integración como lo fue en su momento el Estado prusiano. Lasalle ve como Prusia se fundamenta en un sistema constitucional meramente formal, donde las limitaciones que el ejecutivo tenía para la toma de decisiones o la imposición de intereses, resultaban ser ineficaces ante la utilización de la fuerza o la movilización del ejército. El sistema prusiano suponía al poder ejecutivo estar regulado a través del control realizado por los diputados, pero este mecanismo de control era insuficiente, puesto que las decisiones del ejecutivo eran tomadas de facto y sin el previo consentimiento del legislativo.

Basado en una concepción en la que la constitución se define como la materialización de los factores reales de poder, el tratadista prusiano nos indica que no se puede tomar como una constitución eficiente aquella que no consagre todos estos factores, o que en su defecto no esté de acuerdo con las realidades que exige determinado contexto. Este pensamiento termina por indicar que las sociedades no se deben adaptar a la carta magna, sino que es la constitución la que debe terminar siendo un reflejo de las realidades de la sociedad.

Es necesario aclarar qué se entiende por factores reales de poder en la teoría de Ferdinand Lasalle: Estos son aquellas fuerzas o instituciones que aparecen en los diferentes ámbitos de la vida del hombre y que terminan por ser los motores que definen las relaciones en cada sociedad. Entre ellos encontramos a los bancos, los militares, el poder ejecutivo, las multinacionales, los sindicatos, el poder legislativo, el poder judicial, los empresarios, la iglesia, sólo por mencionar unos cuantos.

En Colombia

Llevada al caso de la realidad colombiana, la teoría planteada por Lasalle nunca ha visto su satisfactoria realización. Nuestra historia se ha visto marcada por el constante legalismo, por las reiteradas constituciones partidistas e ideológicas, y por la segregación de algunos de los factores reales de nuestra nación, por parte de otro más fuerte en un momento determinado.

Desde la formación del Estado de la Gran Colombia, pasando por la Nueva Granada y terminando por la República de Colombia, nuestra historia parece estar escrita en la ley, las dificultades que enfrenta nuestra sociedad han sido “subsanadas” a través de una tendencia reiterada a la legislación y a la creación de constituciones y normatividades. Estas actitudes son producto del legado del pensamiento Santanderista, en momentos en los que apenas se formalizaba el nacimiento de un nuevo e incipiente Estado (Gran Colombia), en el cual la ley aparecía como el método más efectivo para garantizar la organización de la sociedad.

Para estas épocas era difícil pensar en un acercamiento con el pueblo raso, o tomar en cuenta los factores que definían a esta población como una verdadera nación, por lo que en un principio el objetivo primordial era alcanzar la consolidación del naciente poder, lo que más tarde se terminaría deformando en una lucha de caudillos o partidos con el afán de consolidarse uno sobre el otro, como lo señalan Safford y Palacios en su obra (2002).

A lo sumo, el control del territorio nacional ha sido más que un reto a través de la historia Colombiana, la imposibilidad de ejercer un dominio real sobre el marco en el que se gestan las relaciones sociales del Estado, hacía más complicado que se integraran todos los factores reales de poder que conviven en este contexto determinado. Territorios como Casanare, Vaupés, Guainía, Guaviare han contado con muy poca participación y dominio territorial por parte del Estado, pasando a convertirse en focos guerrilleros y lugares propicios para el establecimiento de para-estados. Son muchos los municipios nacionales que no cuentan con una participación estatal diferente de la prestada por el ejército, quedando sujetos a la dominación de poderes diferentes o contrarios a las finalidades del Estado.

Tan arraigada es esta costumbre, que fue de un lugar como éste que partió la campaña libertadora de 1819. Patiño (2010) señala en su libro que la dificultad institucional estaba parcialmente justificada en el desinterés de llevar acabo un control efectivo sobre las diferentes regiones nacionales, impidiendo por añadidura la recaudación de impuestos y la centralización de decisiones. Producto de estas tendencias al legalismo aparecen las ocho constituciones nacionales, las cerca de 16 reformas a la carta de 1886, y las múltiples asambleas fallidas convocadas para consolidar los sistemas de dominación de algún factor sobre otro.

Pareciese que nuestra historia girara alrededor de constantes guerras, la aparición de un ganador y la consolidación de su victoria a través de una norma escrita. La constitución de 1832 elimina por completo a los Bolivarianos; por su parte, en 1863 se expide una constitución netamente liberal, para concluir en 1886 con el contraste de una carta magna salida de las mentes más conservadoras del país. Nuestro sistema bipartidista se convirtió en un sistema de partido dominante, donde el partido vencedor en las elecciones se empeñaba en dejar por fuera de la participación a la otra colectividad, o bien, se encargaba de impedir la entrada de un nuevo movimiento y el paso a un sistema multipartidista. Tan reiterativa es

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