RESEÑA LIBRO QUIEN ES LA PERSONA

MAESTRÌA EN EDUCACIÒN HUMANISTA

“GRUPO DE ENCUENTRO”

DR. CARLOS DIAZ

Alumna: Kiabeth Adilene Medellìn Lara

TAREA: RESEÑA LIBRO“¿QUIÉN ES LA PERSONA?”

E-mail: la_kibita@hotmail.com

Grupo: ME-21

Los Mochis, Sin; noviembre de 2012

En nuestra vida diaria, tantas son las exigencias y las demandas de la sociedad, que nos olvidamos de lo que realmente vale, es decir vamos por ella asignando valores cuantitativos a lo que nos rodea incluyendo calificar lo más importante como lo es la persona en sí, ya que la percibimos con un simple medio y no como un fin. Lo que constituye al hombre es principalmente el alma, forma sustancial de su naturaleza. De ella nace en último lugar toda la vida humana; en ella radican todos los dinamismos psíquicos con su propia estructura y su ley orgánica; a ella es a quien la naturaleza encarga el gobierno de todas las energías, hasta tanto que éstas no hayan adquirido aún su última determinación.

Carlos Díaz discurre que la persona como subsistencia relacional, amorosa, abierta, abierta a quien es su fundamento. No somos la suma de un yo más u tú separados; sino entre nosotros, y es que ese nosotros encierra el tú potencial, es decir, que uno como persona consiste, por tanto, en una permanencia dinámica que tiende a la exteriorización mostrando nuestros sentimientos a los que nos rodean, a la interiorización (self) y a la trascendencia y que se manifiesta a través de la acción (pues la acción testifica quién es) pero también se constituye como tal en la acción.

Entonces con lo anterior la persona también es considerada como valiosa por sí misma sin ocupar de algún título, estatus social o puesto gubernamental, ya que esto deja fuera a los débiles, a los enfermos y disminuidos. La persona es valiosa y siempre debemos considerarla como un valor absoluto, nunca utilizable.

Otra de las características y en las que más simpatizo con Carlos Díaz es considerar a la persona como un ser amoroso y autónomo, pero su autonomía no es absoluta, está abierta al otro y orientada intencionalmente a él. El otro revela a la persona quien es al donarse a ella. Por ello, acoger al otro regalándose es lo que le hace ser a la persona, pues sólo posee lo que dona. Si donas amor, tienes amor y lo proyectas en todas tus acciones. Gracias al don recibido, uno como persona se hace también dativo, siendo capaz de descentrarse de favor de una persona que nos necesita.

La persona es así una realidad intencional, relacional, que efectúa esta relación a través del diálogo. Recordemos que toda relacioón personal comienza con un vocativo, quién no sabe pedir no sabrá dar y frente a estas actitudes hay que aprender a confiar, a esperar que nuestra súplica será atendida por algún

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