Reflexión Sobre El Libro "El Malestar En La Globalización"

REFLEXIÓN DEL LIBRO “EL MALESTAR EN LA GLOBALIZACIÓN” – JOSEPH E. STIGLITZ

A través de los años la condición humana se ha hecho más evidente en cuanto a las ambiciones del hombre, una de ellas, sin duda alguna la que más ha salido a relucir entre las demás ha sido la ambición del poder económico; y hemos podido ver como con el pasar de los años esta parte de la naturaleza del ser humano ha traído consecuencias caóticas para las economías en el mundo entero. Mediante la instauración hegemónica de países potencia en el transcurso de la historia se han creado consigo y por la necesidad del mundo en cuanto a lo económico, instituciones poderosas, que rigen el orden económico mundial y que son referentes para los procesos de desarrollo de los diversos países del mundo; este es el caso de instituciones como el FMI y el Banco Mundial, que si bien han sido creados con objetivos diferentes para dar solución y estabilidad a las economías del mundo, se prestan hoy en día para fuertes críticas, relacionadas con los errores cometidos, o, para muchos, errores inducidos y con fines claros.

Constantes protestas en países en desarrollo dan cuenta del malestar que se siente con todo este asunto de la liberalización de mercados, de modelos económicos capitalistas, de inducir a la fuerza a países que no cuentan con la suficiente capacidad o preparación y que carecen de instituciones fuertes y de marcos regulatorios que eviten el colapso de sus economías al margen de una rápida transición a una economía de mercado, abierta al comercio mundial y sometida a las practicas capitalistas de países desarrollados, y no quiero afirmar con lo anterior que opto por un proteccionismo extremo, pero tampoco es sano lanzar una economía al inmenso mar del comercio internacional sin una previa preparación, sin fortalecer primero la industria nacional, sin dar garantías a los productores de que existirán políticas de restricciones al comercio que evitarán que estos quiebren. Sin embargo, en el escenario de los países con economías desarrolladas se vive otra panorámica del tema de la Globalización, se ve todo con otros ojos y se predican con cierto afán políticas de liberalización comercial, de mercados financieros y en general de un país entero; dicho afán tiene claras intenciones, busca evidentemente beneficios para estas economías, políticas que después de ser instauradas permitirán “invadir” países en vía de desarrollo con multinacionales, instituciones de crédito, productos y servicios importados, los cuales quebrarán la industria nacional, incitarán a un consumismo extremo que termine por quebrar a las mismas economías familiares y ahogarán los mercados de bienes y servicios respectivamente. El aspecto más relevante que a mi parecer es de fundamental consideración y por el cual se genera gran parte de este malestar está basado en el sistema financiero internacional; un sistema para el cual existen garantías para algunos pero precarias condiciones para otros, un escenario de desigualdad e inequidad, un sistema en el que compiten bajo un lema proclamado de integración, que, lastimosamente hace sus jugadas con sucias intensiones contribuyendo al crecimiento descomedido de unos pocos.

Con el fin de la II Guerra Mundial, con un continente Europeo devastado, una división política del mundo en dos bloques y unas nacientes potencias mundiales, el mundo anhelaba instituciones de carácter político y económico que bajo unos principios entraran a vigilar, regular y promover mecanismos que permitiesen la reconstrucción

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