Reporte de lectura del libro "El otoño de la edad media"

Reporte de lectura sobre el libro El otoño de la edad media de Johan Huizinga

Introducción

El presente trabajo tiene como objetivo rescatar elementos de la época medieval, resaltando la importancia de su aparición y desmitificando la imagen de estancamiento y oscurantismo que se le adjudica. Nos adentraremos en los detalles de la etapa decadente (como el título del libro lo sugiere) y su impacto en los tiempos posteriores. El desarrollo se dividirá en distintas secciones donde abordaré las ideas escritas en este libro acerca de la vida cotidiana, la religiosidad, el caballerismo, órdenes militares, arte, inicios del Renacimiento, etc. También se situará el contexto de producción que envuelve a esta obra, su impacto en la sociedad y los motivos que llevaron al autor a desarrollarla.

Vida cotidiana

La vida cotidiana en la Edad Media estaba llena de costumbres y tradiciones en todos los ámbitos, desde la cuestión religiosa, la fe, la justicia y los castigos, los ideales, etc. Todos regidos bajo diferentes estándares, pero que coincidían en la misma cultura y las creencias de las formas de vida.

Existía un gran control e influencia por parte de la iglesia, y por lo tanto, de Dios. Las clases sociales (ricos, nobles, influyentes, pobres, mendigos, etc.) existían de esa manera por voluntad divina y no había nada que hacer para cambiarlo. Esta misma lógica de un destino inamovible la aplicaban para dar explicación a diferentes situaciones de la sociedad.

Un aspecto de gran importancia que menciona el autor y que no pude evitar relacionar con el presente fue la utilidad de las campanas. "Las campanas eran en la vida diaria como unos buenos espíritus monitorios, que anunciaban con su voz familiar , ya el duelo, ya        la alegría, ya el reposo, ya la        agitación; que ya convocaban, ya exhortaban" (Huizinga, 1919, p. 14). Aunque ya no se tiene la misma influencia en la cotidianidad de la gente y que sólo se utiliza para las propias necesidades de la iglesia, aún se identifican los distintos tipos de repiqueo y sigue funcionando como fuente de avisos para los fieles.

Por otro lado, el concepto de vida y muerte tenía un especial significado. Al morir una persona en la Edad Media, se disponía a seguir un rito de luto que dependía de la posición social del difunto y su familia, estableciendo colores de las habitaciones, duración del duelo y el lugar donde debía ser pasado, entre otras cosas. Muchas veces los y las viudas eran casados a la brevedad, algunos a penas días después del fallecimiento.

Caballería, órdenes militares y heroísmo

Comienza a surgir un ideal heroico y caballeresco que busca reunir honor y orgullo, las cuales son consideradas cualidades. "Mas en los siglos XIV y XV la caballería era principalmente una forma superior de vida" (Huizinga, 1919, p. 120). Debido a la esfera religiosa que se vive, se busca crear la forma de unir este ideal con la vida religiosa, dando lugar al surgimiento de las órdenes militares. Son creadas con distintos fines, ya sean políticos, intereses personales o de la nobleza, como un acto noble de alguna persona, entre otros. Con el tiempo fue creciendo su utilidad, para posteriormente engrandecer su poderío económico y político.

"Estas Órdenes fueron desarrollándose, hasta convertirse en grandes instituciones políticas y económicas, en inmensos complejos de fortunas y potencias financieras. Su utilidad política llegó a relegar a segundo término tanto su carácter religioso como el elemento caballeresco y su saturación económica absorbió a su vez su utilidad política" (Huizinga, 1919, p. 120).

Combinando las ideas de conquista y aspiración, se relacionan estos dos ideales para dar paso a las Cruzadas.

Producto de la figura del caballero, surge la idealización del amor relacionado íntimamente con la mujer. Se concibe la idea del hombre que necesita salvar a la dama del peligro y mantenerla a salvo. El texto sitúa esta situación con un constante trasfondo de interés sexual, el cual no puede ser expresado o mostrado literalmente debido a religiosidad y la moral de la época.

Religiosidad, arte e inicios del Renacimiento

La población medieval tenía a la religión no sólo como su primera prioridad, si no que esta regía distintos aspectos de la vida y el actuar de las personas. Desde prácticas supersticiosas relacionadas con algún santo o un pasaje significativo.

"La representación de la muerte puede servir como ejemplo general de la vida espiritual en la última Edad Media: es frecuente que el pensamiento se desborde y como encenague en la imagen.... Existe una necesidad ilimitada de prestar forma plástica a todo lo santo, de dar contornos rotundos a toda representación de índole religiosa, de tal         suerte,         que se         grabe en el cerebro como una imagen netamente impresa" (Huizinga, 1919, p. 213).

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