Residencia en la tierra

Residencia en la tierra de Pablo Neruda  (Raúl Delgado)

“Si ustedes me preguntan qué es mi poesía, debo decirles: no sé; pero si le preguntan a mi poesía, ella, les dirá quién soy yo". Pablo Neruda.

Residencia ha sido considerada por los círculos literarios como una obra decisiva en la poesía Nerudiana, que impactó e influyó a los poetas de la segunda mitad del siglo pasado como Gonzalo Rojas, Jorge Teillier o Enrique Lihn. (Memoria Chilena). Para muchos otros es el punto álgido en la carrera del poeta por su carácter profundo e innovador, llevando a Neruda a posicionarse no sólo como un referente de la poesía local sino que mundial, llegando a ser catalogado como “El más grande poeta del siglo XX en cualquier idioma”.

El poemario fue escrito entre 1925 y 1933 (tomando en cuenta sólo la primera residencia, la segunda aparecería 2 años más tarde en un libro doble) en distintas regiones de la tierra: Chile, Argentina, España, y en las lejanas colonias europeas de Oriente. Surge en un contexto marcado por la crisis, la guerra y la destrucción, cabe señalar el ambiente de post guerra luego de la primera guerra mundial, la revolución rusa, la revolución mexicana y la gran crisis de 1929, como elementos contextuales destacables. ¿Es preciso señalar todo esto? La respuesta es incierta, para Federico Shopf por ejemplo la escritura no es mera ilustración de la vida del poeta ni de su época, no es un reflejo sino más bien producción de “(no) sentido -conocimiento, desconocimiento, conocimiento de una ilusión, ilusión de un conocimiento-, trabajo con los materiales de la experiencia y con los signos.” (Shopf, 2003)

Por otra parte, para Fernando Alegría por ejemplo, Residencia en la tierra parece enumerar las ruinas de la sociedad moderna y destruir el mundo que construyeron el parnasianismo y el simbolismo. Residencia sería síntoma de un individuo y de una sociedad. (Alegría 1967)

El objetivo de este trabajo es demostrar la vigencia de la obra a través de una aproximación crítica a la valoración que tuvo en su momento y a las múltiples interpretaciones que puedan mantener su vigencia en la actualidad, pese a aquello también servirá para aquellos que quieran aproximarse a la lectura de Residencia en la tierra, comprender su contexto, su trascendencia, su valor estético, literario y filosófico; que puedan comprender de mejor forma esta complicada obra, y las principales visiones/interpretaciones que existen de ella.

Recepción

La publicación de Residencia en la tierra coincide con uno de los momentos importantes del desarrollo de las vanguardias en Chile. Neruda emerge como una solución en la poesía chilena la cual ya había sido intervenida por el Runrunismo y en la que Rokha y Huidobro ostentaban un rol decisivo. Una revisión de la recepción crítica de la obra es fundamental porque permitirá comprender cuáles eran las expectativas de la crítica ante esta nueva poesía que siendo vanguardista resultaba menos extrema que las imperantes. (Vergara, 1994)

Estamos posicionados en un contexto heterogéneo, de mucha innovación y creatividad en el que todos querían ser rupturistas y consolidar su propio estilo y en donde no había un autor de peso, que bajo estos parámetros, se sobrepusiera ante Vicente Huidobro. Un contexto en que el criollismo estaba en crisis junto a la poesía tradicional de corte romántico, sentimental, descriptivo. Es bajo estas circunstancias que se da la recepción crítica de la obra Nerudiana que puede ser dividida en 2 grandes vertientes: crítica impresionista, que se situaba de forma polémica ante la nueva poesía chilena debido al corte tradicionalista que pretendía se preservara. Por otro lado estaba la crítica liberal/progresista que tendía a incorporar los nuevos parámetro tales como los análisis e interpretaciones en función de los nuevos avances de la ciencia, entre los que destacan el psicoanálisis, o análisis físicos y matemáticos, tales como la teoría de la relatividad y la nueva visión del espacio-tiempo. La mayoría de los críticos progresista eran a la vez críticos y creadores. (Vergara, 1994)

En 1933, bajo este contexto y luego de sucesivas noticias y anuncios de publicación, principalmente por parte de los diarios y revistas de Santiago quienes habían dedicado notas publicitarias al respecto, generando así una mayor expectación por parte de los lectores, se edita Residencia en la tierra.  El diario “La nación anuncia la publicación del mismo y reproduce las palabras de Federico García Lorca sobre el mismo: “La poesía de Neruda se levanta con un tono nunca igualado en América, de pasión ternura y sinceridad” (Vergara, 1994)

Desde temprano, incluso antes de su publicación, se vio a  Residencia como el punto cúspide en la obra del poeta, para Alone por ejemplo: “lo grave lo trágico es el conjunto y la dirección de su poesía, no desde el caos sino hacia el caos. Desde crepusculario la cabeza comienza  a delirar  en 20 poemas la desintegración alcanza un nivel mayor, progresivo… en tentativa de un hombre  esa desintegración estalla casi alcanzando su clímax “ignoramos hasta qué punto llegará esa desintegración en residencia aunque podemos presumirlo por la lectura que hizo en un centro literario…parece terrible.”  (Alone en Vergara 1994)

Esta visión negativa que ofrece Alone será criticada posteriormente por múltiples autores entre los que destaca Joaquín Edwards, acérrimo defensor de Neruda, en una presentación del libro Residencia en la tierra crítica las críticas de Alone y añade que en Perú, Bolivia, Argentina, España e incluso en el mundo entero existen miles de jóvenes que llaman a Neruda su maestro y lo imitan. (Vergara, 1994)

Pero lo anterior no es todo lo que Alone tendría para decir, sino que en residencia podemos presenciar un cambio sustancial en la forma de escribir de Pablo Neruda, lo declara hermético y un gran recordatorio de la multiplicidad del yo; esto ya que la psicología moderna ha repetido hasta el cansancio dicha multiplicidad, evidenciando que no somos un solo ser sino una sociedad, a veces dominada por una única fuerza totalizadora o a  veces dueños de libertad, pero siempre en todo caso aglomeraciones de individuos que no comparten más que el nombre. Muchas veces se desconoce o se deja de lado aquello y la obra de Neruda con Residencia es un gran recordatorio de  ello, un buen ejercicio escritural de la multiplicidad del yo, que muchas veces lo vuelve difícil de entender, hermético… Pero ¿Quién dice que tiene que ser fácil de descifrar? Para Alone, aquellos que tratan de imbécil o tonto a Neruda no lo entienden, y por otro lado añade que por supuesto que no podemos entenderlo, si se le “entendiera” bajaría a otro plano, revelando así una visión elitista por parte del crítico. (Alone en Zegers, 1992)

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