Resumen De El Amor En Los Tiempos Del Colera

Resumen EL AMOR EN LOS TIEMPOS DEL CÓLERA

El amor en los tiempos del cólera es una novela de Gabriel García Márquez, publicada en 1985. Y cuenta la historia de un amor complicado que dura más de medio siglo.

La historia transcurre en la ciudad costera de Cartagena (Colombia), cerca de la comarca del río Magdalena. En un pueblo caribeño de La Manga, que vive sumido en continuas guerras civiles y con la constante amenaza del cólera. Se presenta a lo largo de sesenta años, tiempo en que su protagonista Florentino, sufrirá el amor y el rechazo constante de su amada, Fermina y tendrá síntomas que se confunden con la enfermedad del cólera, siendo estos provocados por el enamoramiento. Una historia, que relata la perseverancia de un amor que se prolonga hasta la muerte, aferrado a la esperanza y en el que a su vez, transcurren situaciones donde se hacen presentes historias de amor paralelas, en todas sus formas y en todas las diferentes edades de los protagonistas.

El libro se inicia con la muerte de Jeremiah de Saint-Amour, un gran amigo del Doctor Juvenal Urbino y compañero diario de partidas de ajedrez. Esto sucede el día de Pentecostés, cuando el Doctor Urbino entra en el cuarto de su amigo, éste se ha suicidado con un sahumerio de cianuro de oro junto con su perro. El Doctor ordena que no se le realice ninguna autopsia, y al comenzar a leer la carta que su amigo había escrito para él la noche anterior, ordena que se entierre a Don Jeremiah lo más pronto posible evadiendo los trámites burocráticos. También ordena que se le diga a la prensa, que ha muerto por muerte natural.

Esa misma noche falta a la misa de pentecostés y manda a uno de sus sirvientes que le lleve en su coche a la zona más marginal de la ciudad, a una dirección encontrada en el sobre escrito por su amigo. Cuando llegó encontró a la amante de Don Jeremiah, vestida totalmente de negro y con una rosa roja. La mujer le explicó porque había decidido quitarse la vida y que cuando era joven decía que “yo nunca seré viejo”, le tenía miedo a la vejez. El Doctor Juvenal se marchó de aquel barrio desconcertado por aquellas palabras y más aún al observar esa otra parte de la ciudad que no conocía, considerándolo lugares precarios e incivilizados.

Cuando llego a su casa, un lugar bastante amplio con todas las comodidades y lujos, le contó lo sucedido a su esposa Doña Fermina Daza, con la que tenía un hijo y una hija. Pero a ésta, no le causó mucha impresión, ya que solo conocía, que su amigo Don Jeremiah era un lisiado de guerra, un gran jugador de ajedrez y un excelente fotógrafo de niños.

El doctor Juvenal era un hombre de costumbres, con los primeros cantares del gallo iba a visitar a sus pacientes y en la tarde leía libros en la terraza en compañía de su loro, que el mismo había amaestrado y que hablaba. Juvenal tenia 81 años y su esposa 71 años, ya le afectaban los síntomas de la vejez, ir disminuyendo de mente y cuerpo y acercarse a la muerte lentamente.

Esa misma tarde el doctor Juvenal tenía un almuerzo por el aniversario de bodas de plata de su colega el Dr. Lacides Olivella, y cuando se marchaban se enteraron que su Loro se había escapado de la jaula al tratar de recortarle las plumas. Éste les pidió que llamasen a los bomberos.

Pero después del almuerzo y de una lluvia torrencial, cuando llegaron a casa, ésta estaba llena de destrozos provocados por los bomberos.

Después de una siesta, y ya dando por perdido su loro, Juvenal se puso a leer en la terraza un libro que estaba a punto de terminar. Entonces, vio al loro y se subió a una escalera para cojerlo, se cayó de la escalera y murió.

Las autoridades querían celebrar un gran funeral, pero su esposa ordenó que lo velaran los familiares más allegados. Después de los pésames, Florentino Ariza se acerca a Fermina y le dice que sigue enamorado de ella, y le renueva su juramento de fidelidad eterna y se pone a su disposición. Pero ella lo rechaza ante esa inoportuna declaración, y le manifiesta que no lo quiere ver nunca más.

Esa noche, Fermina Daza, se acostó triste pidiendo el día de mañana no despertar pensando en su esposo difunto, pero al día siguiente despertó, y fue pensando más en Florentino Ariza que en su esposo muerto.

Florentino Ariza quedo huérfano por la muerte de su padre, y vivía en compañía de su madre la señora Transito Ariza, que poseía una mercería en su casa.

Un día Florentino acudió a la casa de Lorenzo Daza a entregar un telegrama. Entonces, se quedó prendado de Fermina Daza, cuando al marcharse la ve enseñando a leer a su tía Escolástica y se cruzan una mirada. Él se enamora cuando Fermina tan solo tenía 13 años y él 17 años.

Por las mañanas la veía en compañía de su tía que la llevaba a la escuela y por las tardes Florentino acudía al parque donde suspiraba al verla, fingiendo que leía un libro.

Florentino Ariza estaba tan enamorado que decide contárselo a su madre, está ya había percibido su malestar, ya que perdió el habla, el apetito y se pasaba las noches dando vueltas en la cama. Ella le alienta en su amor, pero le desaconseja que le entregue todas esas páginas escritas con tanto fervor, para que no la ahuyente.

Una tarde en el patio, que su tía escolástica la deja sola durante un momento, Florentino Ariza se le acerca con una carta y una camelia, que representa el compromiso del matrimonio. Ella acepta la carta, pero no la flor y le responde que se vaya y que no vuelva hasta que ella le avise.

Florentino llega a enfermar de amor esperando una respuesta de su amada. El padrino de Florentino, un anciano homeópata coincidió en que los síntomas del cólera eran los mismos que los producidos por el mal de amores. A base de infusiones de tilo para los nervios y mantas de lana para los escalofríos Florentino se fue recuperando poco a poco. En esa agonía de amor, Florentino llego a comerse las gardenias que su madre cultivaba en el patio y a emborracharse con el agua de colonia que los marineros de la Hamburg American Line vendían de contrabando.

Lorenzo Daza junto con su hija Fermina Daza y su hermana, Escolástica, se mudaron desde San Juan de la Ciénaga a La Manga en busca de un mejor futuro. Éste se dedica al contrabando de mulas. Es un hombre sin escrúpulos, con el único objetivo de ascender socialmente. Y su hija, es para él, el instrumento. Por eso hace todo lo posible para separarla de Florentino, un simple telegrafista, huérfano de

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