Resumen De El Libro El Caballero De La Armadura Oxidada
Enviado por mariadla • 12 de Mayo de 2012 • 2.173 Palabras (9 Páginas) • 4.324 Visitas
Reporte de la lectura -El Caballero de la armadura oxidada.
El caballero de la armadura oxidada es una historia que atrae desde el primer momento en que comienzas a leer gracias en gran parte a la sencillez con la que está escrita y a las verdades que encierra.
Esta lectura nos incita a encontrar lo que somos en verdad, a reconocer cuáles son nuestras máscaras y a aprender que debemos de hacer para desprendernos de ellas, con la finalidad de ser feliz y ser una mejor persona.
En el capítulo I el dilema del caballero, este se encuentra en un verdadero problema, la armadura que hasta entonces le había acompañado en sus batallas se había convertido en su peor pesadilla; no puede desprenderse de ella, ya no decide cuando se la pone o se la quita. ¡Ni el herrero siendo el hombre más fuerte del reino pudo liberarlo! Y lo peor es que el caballero ya no siente nada después de tanto tiempo llevándola, ni el dolor propio ni el de los demás.
Está por perder a su esposa Julieta quien cree que no se esfuerza por quitarse la armadura y su hijo ya no conoce a su padre, sino solo su armadura. El gran problema es que él mismo justifica todo lo que le ocurre y no reconoce que su armadura le ha quitado en su vida todo lo verdaderamente importante. Además de no ver las verdaderas intenciones por las que iba a todas sus batallas que eran satisfacer su ego y sus propias ambiciones.
El bufón le dice una gran verdad antes de que tome camino hacia los bosques de Merlín: “A todos alguna armadura nos tiene atrapados, sólo que la vuestra ya la habéis encontrado.” Además, le da un buen consejo, que debe ir a los bosques a buscar al mago Merlín, que es el único que puede ayudarle a deshacerse de su armadura.
Es en este punto de la historia es bueno reflexionar ¿Qué otras armaduras tienen atrapadas a la gente? (El dinero, el trabajo, la necesidad de agradar a los demás…etc.)
Después de salir en busca de Merlín, el caballero descubre la primera de muchas tareas que resultan no ser tan fáciles como él creía, no es sencillo encontrarlo en los bosques ni tampoco sobrevivir en ellos.
El caballero se encuentra cansado, decepcionado por las desavenencias que se está encontrando para resolver un problema aparentemente tan fácil como el que tiene, que es quitarse su armadura. Poco a poco irá viendo cómo no es ni tan listo, ni tan amoroso, ni tan bueno y generoso como pensaba. Es más, empieza a recibir muestras de cariño de los seres más aparentemente insignificantes que existían para el –los animales-.
Para cuando encuentra finalmente a Merlín, ya no tiene ganas de discursos. Lo que él quiere es que le resuelva su problema cuanto antes. Pero tendrá que aprender una valiosa lección, que tiene todo el tiempo del mundo para resolver su situación y las prisas no le van a ayudar en nada. La paciencia se convierte, entonces, en una de sus principales virtudes.
El caballero descubre cosas muy importantes mientras está con Merlín. La
Primera es que él mismo se ha puesto esa armadura y no es nada fácil de quitársela. Aprende que la vida es buena cuando uno la acepta y que debe de aceptar también ayuda de aquellos a quienes había considerado como insignificantes animales. Empieza a cuestionarse por primera vez a sí mismo y a considerar que en realidad no era tan bueno, generoso y amoroso como el creía.
El caballero se encuentra ante una difícil decisión, seguir adelante hacia el Sendero de la Verdad y enfrentarse a una verdad que no sabe si le gustará, o quedarse como está, con una pesada armadura de la que no puede deshacerse y sin el amor de su mujer y su hijo.
El caballero de la historia empieza a disfrutar de estar en el bosque con Merlín y sus animales, pero debe emprender su viaje por el Sendero de la Verdad. Empieza a entender que luchar por luchar ya no tiene sentido y que su verdadera lucha consiste ahora en deshacerse de la armadura que le tiene prisionero.
El mago le enseña que su viaje por el Sendero de la Verdad no será un camino fácil, pero sin embargo, valdrá la pena porque le permitirá entender algunas de las cosas que le impiden ser libre.
Deberá atravesar tres castillos y en cada uno deberá enfrentarse a diferentes retos. En su camino le acompañan dos de los animales que conoció en el bosque. ¡Quién le iba a decir a él que compartiría aventura con seres que él había considerado tan insignificantes!
En el Sendero de la Verdad, se libera de parte de su armadura. ¡Y de la manera más inesperada! Derramar lágrimas sinceras después de ver la carta en blanco de su hijo hace que parte de la armadura se oxide y, con ello, que la visera se caiga, permitiéndole con esto ver de nuevo de la luz del día sin problemas.
Al final del camino ya se veía el Castillo del Silencio. El caballero aún debía aprender muchas cosas, pero verse libre de una parte de su armadura le da nuevas fuerzas para seguir su camino.
A pesar de la felicidad que le causo ese momento, descubre una última sorpresa que no esperaba y es que debe entrar solo al Castillo del Silencio. Lo cual no le agrada mucho.
El Castillo del Silencio, para no variar, no era lo que el caballero había imaginado. Lo que descubre es una amplia habitación sin puertas y sin ruido, ningún tipo de ruido. Allí se encuentra él solo, con sus pensamientos, con sus miedos. Hasta que descubre que allí hay una persona más…
Para su sorpresa, quien se encuentra con él en ese momento es el rey. Probablemente sería la persona que menos hubiera imaginado encontrar en el castillo. Sin embargo, el rey reconoce su necesidad de volver allí una y otra vez
para reencontrarse consigo mismo y aprender nuevas y preciosas lecciones. Una vez más, el caballero se había equivocado, pensaba que alguien realmente inteligente y poderoso no necesitaba de ese tipo de ejercicios para sentirse bien. ¡Grande fue su sorpresa! El rey le demuestra que lo realmente importante es reconocer las propias debilidades y saber actuar para resolverlas.
Nadie puede ayudar al caballero a encontrar la puerta y salir del castillo. Debe darse la oportunidad de encontrarse solo ante sí mismo y asumir sus errores de aquello que descubra y pueda no gustarle de sí mismo. Al principio se siente solo, canta y canta intentando apagar el silencio,
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