Resumen Del Libro "Los Cuatro Acuerdos"
Enviado por Frandrums • 11 de Marzo de 2015 • 1.801 Palabras (8 Páginas) • 385 Visitas
RESUMEN DEL LIBRO LOS CUATRO ACUERDOS
El libro trata sobre el conocimiento esotérico tolteca conservado y transmitido de una generación a otra por distintos linajes de naguales (maestros).
PRIMER ACUERDO
“SE IMPECABLE CON TUS PALABRAS”
“Si eres impecable con tus palabras solo podrás engendrar belleza, amor y el Cielo en la Tierra”.
Las palabras nos dan poder para crear.
Evangelio según San Juan: “En el principio existía el Verbo y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios”.
Las palabras son Intención en acción y pueden crear o destruir todo lo que te rodea.
La mente humana es un campo en el que constantemente se están sembrando palabras, ideas, creencias, conceptos, opiniones. En ese terreno esas semillas crecen y producen consecuencias propias a su naturaleza. El miedo es también una semilla que abunda en ese terreno.
Prepara el terreno de tu mente para que solo puedan crecer aquellas semillas que te hagan bien.
Con las palabras podemos hechizarnos a nosotros mismos y a otros y producir con ello consecuencias muy graves.
Impecabilidad significa sin pecado y pecado es hacer algo en contra de uno mismo.
Al ser impecables asumimos la responsabilidad de nuestros actos sin culparnos ni juzgarnos.
Ser impecable con las palabras implica no utilizarlas en contra de uno mismo, es utilizar nuestra energía en la dirección de la verdad y del amor por uno mismo, sabiendo que el otro también soy yo.
Al ser impecables con nuestras palabras podremos ser libres, felices y trascender el nivel de existencia del Infierno. Podremos vivir en el Cielo en medio de miles de personas que viven en el Infierno porque seremos inmunes a ese Infierno.
SEGUNDO ACUERDO
“NO TE TOMES NADA PERSONALMENTE”
La importancia personal, esto es, tomarse todo personalmente, es la expresión máxima del egoísmo pues implica la creencia de que todo gira a nuestro alrededor.
Todos vivimos en nuestro propio sueño, en nuestra propia mente.
Lo que cada persona hace y dice responde a los acuerdos que ha establecido en su propia mente, los que ha establecido conforme a su domesticación.
Si le decimos a otro: -Eres un tonto, nos estamos refiriendo a nosotros mismos, pues lo estamos diciendo basándonos en nuestras creencias, conceptos y opiniones.
Tomarnos personalmente algo que otros nos dice implica tomarnos su veneno, su magia negra y de esa manera nos convertimos en presa de esa opinión.
Si evitamos tomarnos personalmente las opiniones ajenas nos hacemos inmunes a ese veneno.
Al tomarnos personalmente las cosas, sentimos que nos agreden y reaccionamos para defendernos generando conflictos. Sentimos la necesidad de tener razón.
Digámonos: “lo que pienses de mí no es importante para mí y no me lo tomo personalmente”.
Si nos enfadamos con otros en realidad nos estamos enfadando con nosotros mismos ya que el enojo obedece a una reacción que proviene de nuestro propio sistema de creencias.
Nos enfadamos porque tenemos miedo, porque nos enfrentamos a nuestro miedo.
Si no tenemos miedo, si amamos, no hay lugar para el enfado.
Amamos todo lo que nos rodea cuando nos amamos a nosotros mismos, cuando logramos superar el miedo y en consecuencia el enfado.
Para elegir correctamente, más que confiar en los demás, es necesario confiar en uno mismo.
Al no tomar nada personalmente podemos empezar a romper muchos pequeños acuerdos internos que nos hacen sufrir.
Si elegimos seguir nuestro corazón sin tomarnos nada personalmente, aunque estemos en medio del Infierno, experimentaremos felicidad y paz interior, permaneceremos en un estado de dicha.
TERCER ACUERDO
“NO HAGAS SUPOSICIONES”
Tendemos a hacer suposiciones sobre todo, nos lo tomamos personalmente y creemos que esas suposiciones son ciertas. Todo nuestro sueño del Infierno se basa en suposiciones
A partir de nuestras suposiciones empezamos a hacer comentarios a otros, a chismorrear. De esa manera nos mandamos veneno de unos a otros.
Hacemos suposiciones que no son ciertas y luego las defendemos y queremos tener razón. Vemos y oímos lo que queremos y no percibimos las cosas tal como son. Si no entendemos algo hacemos suposiciones sobre suposiciones.
Si alguien nos sonríe suponemos: “realmente le gusto”, sin clarificar lo que la otra persona siente. Suponemos que los demás saben lo que pensamos y por lo cual no es necesario que expresemos lo que queremos.
Necesitamos justificarlo todo para sentirnos seguro y al no saber algo lo suponemos porque no tenemos el valor de preguntar. Hacemos esto porque realizamos acuerdos internos para actuar de esa manera. Acordamos que hacer preguntas es peligroso y que aquellos que queremos tienen que saber lo que queremos y como nos sentimos. Creemos que al amar a alguien lo vamos a poder cambiar a nuestro gusto y nos mentimos a nosotros mismos.
Para evitar las suposiciones debemos preguntar, estar seguros de que las cosas nos quedan claras. Con una comunicación clara las relaciones mejoran. Si somos claros, nuestras palabras se tornan impecables. Es necesario actuar para que las cosas cambien, la acción fortalece la voluntad, nutre la nueva semilla y establece una base sólida para que el nuevo hábito se desarrolle. Cuando transformamos nuestro sueño, la magia aparece en nuestra vida, lo que necesitamos llega con facilidad porque sabemos lo que queremos y somos.
CUARTO ACUERDO
“HAZ SIEMPRE TU MÁXIMO ESFUERZO”
Este acuerdo permite que los otros tres se conviertan en hábito. Lo máximo que podamos hacer cambia de un
...