Resumen - El Príncipe de Nicolas Maquiavelo

El príncipe de Nicolás Maquiavelo es una excelente obra, pese a su antigüedad sigue tan vigente en la actualidad, como guía de como gobernar.

Nos remonta a acontecimientos, situaciones que hoy en día siguen siendo igual y hasta más acentuados, conservando ideologías de aquella época, ejemplo de ello son los principados y las formas en cómo se adquirían, si bien hoy aún existen algunos principados donde la forma de adquirir el cargo es heredable también existe la política, cuya forma de adquirir el poder prácticamente es heredable y no va en virtud de las aptitudes, valor y méritos como creo debería de ser.

Maquiavelo dice que “Es más fácil conservar un Estado hereditario, acostumbrado a una dinastía, que uno nuevo y a que basta con no alterar el orden establecido por los príncipes anteriores, y adaptarse a los acontecimientos después con los cambios que puedan producirse” algo que muchos gobernantes hacen para seguir con una línea de gobierno bastante marcada a la hora de la toma de decisiones, ejemplificando eso sería un gobierno con una política orientada a la globalización y modernización en beneficio de un selecto grupo, una realidad bastante mexicana.

Otro punto bastante interesante que en la actualidad da mucho de qué hablar y Maquiavelo menciona, es que el gobernante no debe temer de que lo tachen o acusen de cruel, siempre que toda su crueldad vaya en pro del pueblo manteniendo una unidad, fidelidad de sus gobernados de forma que se garantice que no se rebelaran sus súbditos y personas más allegadas, que existiendo castigos ejemplares serán menores los desastres y delitos de cualquier tipo, claro sin llegar a ser un completo tirano, punto que los gobernantes de la actualidad en diversas latitudes no comprenden del todo y tienen un excesivo uso de la fuerza, reprimiendo grupos, eliminando ideas contrastantes a las suyas. Si bien el uso de la fuerza si ayuda al control, cuando es de forma excedida da pie a matanzas, a decisiones fuera del contexto y detona con el hartazgo del pueblo que resulta más peligroso y puede llevar a revoluciones y conflictos amenazando a la continuidad del gobierno, por eso es de suma importancia hacer un balance de la frase “es mejor ser odiado que ser amado” porque el odio es algo que tu controlas en los demás y que el amor depende de muchos factores, seria fenomenal provocar las dos emociones a la vez pero no caben en el mismo individuo.

La obediencia provocada por el temor resulta para mí un arma de doble filo porque no es una verdadera lealtad y cuando esta se encuentre rebasada causara consecuencias no deseadas.

Una de las muchas características que en el Príncipe menciona es que debe tener el gobernante una imagen fuerte frente a sus administrados y que incluso vicios, como la avaricia, la rapiña y la astucia mal sana, son en algunos casos fortalezas que permiten mantenerse en el gobierno. No está de más incluir que el príncipe debe de ser una persona inteligente, con liderazgo, con un temple excepcional que le ayude cuando una situación este completamente mal y a prever las cosas que puedan pasar en contra de la frase “Es defecto común de los hombres no preocuparse por la tempestad durante la bonanza”.

El gobernante debe de tener claro que todas las necesidades que van surgiendo son las respuestas que debe tener de forma rápida pues ir en contra de algo tan lógico termina en el descontento de los gobernados

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