Resumen "La Cultura Escolar En La Sociedad Neoliberal" Pérez Gómez

La cultura escolar en la sociedad neoliberal

A. I. Pérez Gómez

La cultura social

La cultura social es el conjunto de significados y comportamientos hegemónicos en el contexto social, que es hoy indudablemente un contexto internacional de intercambios e interdependencias. Componen la cultura social los valores, normas, ideas, instituciones y comportamientos que dominan los intercambios humanos en unas sociedades formalmente democráticas, regidas por las leyes del libre mercado y estructuradas por los medios de comunicación. La cultura social es la ideología cotidiana que corresponde a las condiciones económicas, políticas y sociales de la postmodernidad.

Las condiciones de la sociedad postmoderna son tres: el imperio de las leyes del libre mercado como estructura reguladora de los intercambios en la producción, distribución y consumo; su configuración política como democracias formales, como estados de derecho constitucionalmente regulados; y por último, la omnipresencia de los medios de comunicación.

1. Economía de libre mercado

Las difusas leyes del libre mercado provocan una serie de efectos y cambios en la estructura social de producción y consumo que veremos a continuación.

De la producción de bienes a la realización de servicios

La productividad y la competitividad se basan cada vez menos en los recursos primarios y en la producción de bienes básicos, y cada vez más en el conocimiento y en la información que se produce e intercambia como una mercancía progresivamente más valiosa.

La cultura como información se convierte a su vez en una mercancía más de modo que se hace difícil la distinción entre producción y consumo así como entre trabajo productivo y no productivo.

Mundialización de los intercambios

La globalización de los intercambios económicos regidos por el libre mercado arrasan no solo con las barreras artificiales de las fronteras económicas, sino fundamentalmente con las formas de organización política y social de las diferentes comunidades, y en particular con las formas de interacción cultural que no se acomodan a las nuevas exigencias del mercado mundial.

Los gobiernos se muestran impotentes y sin reacción cuando una enorme masa de miles de millones de dólares se desplaza en su contra y afecta la normalidad de la nación. Pude afirmarse que la globalización está restringiendo la autonomía de los gobiernos.

Conviene no olvidar que la mundialización no puede confundirse con la búsqueda de la universalidad, no persigue un objetivo civilizatorio de regulación universal de los principios y normas básicas de convivencia que garanticen el respeto y desarrollo de los derechos humanos en los intercambios generalizado entre individuos, sociedades y culturas. Por el contrario, la búsqueda universal del beneficio económico inmediato supone la generalización de las condiciones sociales más deficitarias.

Flexibilidad y desregulación

La flexibilidad y desregulación de la economía afecta a todos los sectores y dimensiones: a los procesos laborales, a la organización de las empresas, a la diversificación y precarización de los mercados de trabajo, a los marcos y sectores productivos, a la emergencia y disolución de mercados, a la intensificación de innovaciones tecnológicas y organizativas. Los sistemas de producción se concentran en reducidas fortunas, sociedades e imperios cada vez más poderosos.

Deterioro del estado de bienestar: paro, precariedad y desprotección social

Las grandes conquistas sociales de los estados democráticos occidentales, que se han propuesto siempre como modelo de civilización: enseñanza pública y gratuita, protección social al desempleo y jubilación, regulación de los intercambios laborales, cobertura sanitaria para toda la población, etc.; se encuentran severamente amenazadas por la política mundial de liberalización de mercados y desregulación de servicios sociales.

Esta política genera la desregularización del mercado laboral, el incremento sostenido del paro y la precarización del empleo.

Incremento de la desigualdad nacional e internacional

El libre mercado también genera un incremento escandaloso de las diferencias sociales internas y externas. Los extremos se distancian cada vez más en las sociedades occidentales y aún más en las sociedades en vías de desarrollo. Pero no solo los extremos, también la amplia banda de clase media está sufriendo en muchos países deterioros y retrocesos importantes es sus niveles de vida. Las diferencias entre los países ricos y pobres se incrementa escandalosamente, la cuarta parte de la población mundial vive en la miseria más absoluta.

La especulación financiera como la lógica natural de la economía del mercado

El libre mercado conduce a la especulación financiera sobre cualquier propuesta o actividad. En el mercado mundial no se intercambian objetos fundamentalmente por su valor de uso para satisfacer necesidades, sino por su valor de cambio. El movimiento de capital puede arruinar una moneda y la política económica de un país.

El tejido industrial de un país corre riesgo de quiebra cuando, a través del intercambio financiero, de la movilidad de capitales y de las prácticas especulativas, se gana mucho más dinero, y de forma mucho más fácil y rápida, que produciendo bienes.

Es evidente que en la escuela está presente esta cultura social dominante tanto en los alumnos y sus familias como en los docentes, impregnando decisivamente los intercambios formales e informales que allí se producen, y condicionando sustancialmente lo que realmente esperan y aprenden los alumnos. Por ello, es fácil comprender que en la cultura de la escuela triunfa el individualismo, la competitividad y la tendencia a la rentabilidad a corto plazo, pues son reflejo de la cultura en la que vivimos.

2. Política

Los drásticos cambios y movimientos en el panorama económico mundial vienen acompañados también de sustanciales modificaciones en el terreno político. Destacándose tres aspectos fundamentales: nacionalismo y mundialización, estructura social, y deterioro de la democracia.

Mundialización y resurgimiento de los nacionalismos

La globalización está provocando la pérdida de significación del Estado nacional, extendiéndose la idea de que el Estado-nación se ha vuelto obsoleto para actuar como unidad eficaz de gestión económica, política y social. Debido a esto estamos viendo el rebrote de las posiciones nacionalistas que parecen buscar desesperadamente la identidad política perdida en el resurgimiento de los atributos religiosos, étnicos y culturales que preservan la identidad popular. Esto trae el peligro del surgimiento del fundamentalismo,

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