Resumen: Los cuatro acuerdos

Universidad Nacional Autónoma de México[pic 1][pic 2]

Facultad de Contaduría y Administración.

Lic. en Contaduría

Formación e información tributaria

Grupo: 1302

Alumno: Toscano Mateos Said Eduardo

Profr. María del Rosario Hernández Ángel

Resumen:

Los cuatro acuerdos

Este libro busca explicar brevemente la filosofía que los Toltecas inculcaban en su cultura desde el punto de vista de Miguel Ruiz, un escritor mexicano reconocido por sus obras de desarrollo personal y temas esotéricos. Los cuatro acuerdos fundamentales que los Toltecas nos heredaron buscan que podemos darle un rumbo mejor a nuestra vida y encontremos la felicidad.

Primer acuerdo: Sé impecable con tus palabras

Nuestra mente es muy poderosa y al mismo tiempo es muy fácil de manipular, son nuestras propias palabras las que tienen la capacidad de indicar el rumbo de las cosas, para bien o para mal, según el autor, son como hechizos muy poderosos que dependen de nosotros, somos quienes decidimos si conjurarlos para bien o mal

Las palabras tienen un poder muy fuerte, pues pueden convencer a las personas con dichos que dañan a sus emociones o que las ayudan, Miguel Ruiz, llama “magia negra” a todo aquello que empleamos para herir a las personas, como las palabras.

Muchos personajes de la historia han usado las palabras para manipular a imperios, ciudades y reinos completos. Hitler uso el discurso para convencer a la república alemana de empezar una guerra que traería el peor genocidio de toda la historia de la humanidad y lo hizo usando sus palabras simplemente.

Cuando hacemos al uso de las palabras, estamos condenándonos a una existencia mala. Durante la domesticación que vivimos, crecimos creyendo todo lo que nos dicen y no nos percatábamos de las opiniones que nos dañaban o eran mentira.

Segundo acuerdo: No tomes nada personal

El segundo acuerdo dice que cuando una persona nos agrede con sus palabras, lo único que nos muestra es una pequeña parte de lo que esa persona es por dentro, sus inseguridades, miedos, etc.; y que está tratando de transmitirlo a nosotros, como si fuera un veneno que busca dispersar por todos lados, ya que de esa forma, esa persona se siente mejor y haciendo el mal es como se sienten vivos en su propio infierno.

Cuando nos encontremos en una situación así, lo que debemos a ver es no caer en provocaciones y recordar que esas palabras no son para nosotros sino para ellos mismos. Si caemos en ese juego de ceder ante el poder que buscan ejercer sobre nosotros, estaremos haciendo lo que buscan; debemos no tomarnos las cosas personales para tener inmunidad en su infierno.

Duranta nuestro proceso de domesticación, aprendemos a tomarnos todo personas, todo es sobre nosotros. A largo plazo, lo único que se provoca es que creemos conflictos internos, que siempre busquemos tener la razón y probar que el resto se equivoca, es un reflejo de los acuerdos que se nos han impuesto y que no tienen que ver directamente con nosotros. Cuando nos tomamos las cosas personales lo único que logramos es hacernos daño a nosotros mismos y cuando ofendemos a los demás, lo único que demostramos es que vivimos con miedo.

No es necesario que las otras personas nos digan cosas para que las creamos, ni siquiera las que decimos de nosotros mismos, así que tampoco debemos tomárnoslo personal. El libro de los cuatro acuerdos nos enseña que la mente tiene la capacidad de escucharse a si misma. Cuando muchas partes de tu mente hablan al mismo tiempo se origina un gran problema al que los Toltecas llamaban “Mitote”.

El “Mitote” es la razón por la que los seres humanos apenas saben lo que quieren, hay unas partes que quieren una cosa y otras que quieren lo contrario. Los seres humanos somos adictos al sufrimiento en distintos grados, tienes que confiar en ti y decidir si creer lo que te dicen o no. Si las personas te mienten no importa, tienen miedo de descubrir que no son perfectos.

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